Los excelentes resultados del PSC, que obtiene 1.577.000 votos, 950.000 más que el PP, han significado un empujón muy importante en el vuelco electoral del 14-M. De hecho, la diferencia de escaños entre el PSOE y el PP a nivel estatal es de 16, y sól Los excelentes resultados del PSC, que obtiene 1.577.000 votos, 950.000 más que el PP, han significado un empujón muy importante en el vuelco electoral del 14-M. De hecho, la diferencia de escaños entre el PSOE y el PP a nivel estatal es de 16, y sólo en Catalunya el PSC obtiene 15 más que el PP (el PSC ha conseguido 21 escaños). Por otro lado está también el aumento de ERC, que ha pasado de obtener el 5,6% en las pasadas generales del 2000 al 16% en estas elecciones. Pasa de tener un diputado a tener 8. Iniciativa per Catalunya-Izquierda Unida, por su parte, se mantiene, con cerca de 40.000 votos más, y consigue dos diputados.

Los resultados del 14-M en Catalunya vienen a confirmar lo que venimos explicando desde El Militante: el período del que venimos y en el que estamos plenamente inmersos, marcado por la recuperación de la confianza en su fuerza por parte de la clase trabajadora. Lo hemos comprobado en las movilizaciones contra el trasvase, con las impresionantes manifestaciones contra la guerra imperialista en Iraq, durante la huelga general del 20-J y también lo vimos en las pasadas elecciones autonómicas.

Los ataques del PP al gobierno tripartito (con la excusa de la entrevista de Carod con ETA) se han vuelto contra la derecha reaccionaria y cavernícola que los lanzaba. Han provocado la reacción instintiva de los trabajadores y la juventud de acudir, por un lado, en defensa del gobierno tripartito en contra de las maniobras y los ataques de la derecha y, por otro, en defensa de los derechos democráticos amenazados por la camarilla reaccionaria del PP.

Con la inestimable ayuda de varios ministros y dirigentes del PP, y también con la de algún barón del PSOE como Bono o Rodríguez Ibarra, ERC ha conseguido incrementar en más de 400.000 votos los obtenidos en las pasadas elecciones generales. Muchos jóvenes han votado a ERC como un voto claramente anti-PP, de rechazo tajante a Aznar y su partido. ERC incluso ha conseguido penetrar en algunos barrios obreros, a veces con la ayuda de dirigentes que provienen del PSUC o de otras organizaciones de izquierdas.

CiU también pierde

El PSC ha obtenido muchos votos de los jóvenes, de nuevos votantes: casi 400.000 votos más que en el 2000 (un 5,5% más). La elevada participación demuestra que la clase trabajadora se ha volcado en estas elecciones para garantizar la victoria de la izquierda y desalojar del gobierno a unos personajes indignos, que han mentido constantemente, hasta llegar a lo más miserable que se pueda imaginar: manipular y mentir respecto a los autores de los atroces atentados del 11 de marzo en Madrid para sacar ventaja electoral. Por otro lado, también hay que destacar que el voto de castigo no se lo lleva sólo el PP en exclusiva, sino que CiU también se estrella en estas elecciones: pierde 140.000 votos y a punto está de ser superada por ERC (10 diputados frente a 8). La campaña de Duran Lleida, basada en una llamada al voto conservador, al más puro estilo de un Cambó de la Lliga Regionalista, poniéndose del lado del PP en sus ataques a Carod-Rovira, le han dejado en los peores resultados desde el año 1982.

Los trabajadores y la juventud le han dado una hostia bien merecida a la derecha de este país. Pero tampoco se va a conformar con un gobierno que no les mienta. Para empezar, va a exigir la retirada de la LOU, de la ley de Calidad, del Plan Hidrológico, la vuelta de las tropas de Iraq, fuera la religión de las aulas, y tantas y tantas leyes y medidas reaccionarias aprobadas por el PP.

Toda esta experiencia no va a caer en saco roto y no parece que la clase obrera y la juventud vaya a esperar de brazos cruzados a que se le encienda la lucecita a ZP para reclamar una política en beneficio de los jóvenes y los trabajadores.

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