Errekaleor es un barrio con cerca de 200 viviendas en las afueras de Gasteiz construido en los años 50 para alojar a centenares de familias de obreros, en su mayoría inmigrantes, para abastecer de mano de obra barata a la creciente industria alavesa en la época del desarrollismo económico. Centenares de familias obreras vivieron hacinadas en unas viviendas con poco más de 50 metros cuadrados en medio de campos de cereales en la zona sur de la ciudad sin apenas servicios de ningún tipo.

En 2002 Alfonso Alonso, siendo entonces alcalde de Gasteiz, en plena burbuja inmobiliaria, decidió demoler todo el barrio creando la sociedad municipal Ensanche XXI, (actualmente propietaria de las viviendas) para expandir la ciudad hacia el sur. Pusieron en marcha un “Plan Renove” y se forzó de distintas maneras a los vecinos a aceptarlo y abandonar sus casas. Sin embargo el pinchazo de la burbuja inmobiliaria dejó el barrio desierto con tan solo tres propietarios hasta que en septiembre de 2013 un grupo de estudiantes, en colaboración con los vecinos, decidieron impulsar una experiencia de autogestión ocupando las casas, reformaron viviendas, plantaron una huerta, pusieron en marcha el Cine y el Frontón y programaron una ambiciosa programación cultural y con un fuerte contenido social como la reivindicación de la reparación de las víctimas del 3 de marzo.

Desde entonces Errekaleor Bizirik, como ya ocurriera anteriormente con el Gastetxe en el centro de la ciudad, contó con la participación de centenares de jóvenes de distintos barrios y la incorporación de nuevas iniciativas como locales de grabación, sala de conciertos, biblioteca, bar, guardería, la instalación de placas solares etc. De esta forma, en tan solo unos años se ha conseguido que de un barrio abandonado y unas casas vacías y semiderruidas, haya emergido producto del trabajo de la juventud autogestionada un foco de autoorganización y debate que agrupa ya a cerca de 150 personas necesitadas de vivienda que han ido ocupando los espacios vacíos.

La burguesía no puede permitir que haya iniciativas de este tipo. Es por esto por lo que ya el PP en años pasados hizo varios intentos de desocupar el barrio. En concreto en 2015 quisieron llevar a cabo un corte de luz, sin éxito alguno. Ahora el PNV ha retomado el testigo del PP con ayuda del Gobierno Vasco para demoler el barrio. La reacción de defensa provocó que esa misma tarde 2000 personas se manifestasen por el centro de la ciudad en un ambiente combativo y de lucha y resistencia al desalojo. Todo el descontento provocado por las últimas acciones políticas del PNV está saliendo a flote y expresándose en la calle. La indignación es mucho mayor si cabe debido a que el alcalde Gorka Urtaran, del PNV, no tiene más que 5 concejales y está al frente del Ayuntamiento gracias a los votos de la izquierda que le aupó a iniciativa de EH-Bildu para desalojar a Maroto. Sin embargo ahora muchos ven que en la práctica no hay diferencias entre el PNV y el PP.

El mismo PNV que se niega a negociar con los trabajadores de la educación y de la sanidad vasca, el PNV que reprimió hace dos años en Gasteiz a los jóvenes que habían construido en la Plaza de la Virgen Blanca un muro para evitar las detenciones, ahora ha reprimido violentamente otra vez a los jóvenes de Gasteiz por intentar defender su proyecto de autogestión provocando con sus cargas varios heridos entre los vecinos, y deteniendo a varias personas a las que aplicar la Ley Mordaza.

El PNV profundiza cada día más su política de colaboración, acercamiento y sostenimiento del Gobierno corrupto del Partido Popular al que le unen fuertes intereses de clase. El PP prestó sus votos al PNV el año pasado para que tuviesen grupo propio en el Congreso, también posibilitó que el PNV aprobase las cuentas del Gobierno Vasco y en contrapartida el PNV está en todos los asuntos claves al servicio del Partido Popular garantizando la estabilidad y permanencia del Gobierno de Rajoy al apoyar los Presupuestos Generales del Estado cargados de recortes sociales, los ataques a los estibadores etc. Por eso desde Ezker Iraultzailea lo decimos con claridad: hay que responder de forma contundente y con la movilización a quienes nos atacan para defender sus intereses mientras reprimen y echan por tierra los derechos más básicos para la mayoría. Ninguna alianza con quienes nos atacan y nos recortan traerá mejoras en nuestras condiciones de vida. Todo lo contrario. Nuestra fuerza está en la calle y la lucha es el único camino.

¡No al desalojo de Errekaleor Bizirik!

¡Locales municipales autogestionados por los jóvenes en todos los barrios y pueblos!

¡Ni un desahucio más! Parque de viviendas públicas con alquileres sociales, expropiando los pisos vacíos en manos de los bancos.

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