Discriminar más a los que menos recursos tienen, eso es lo que va a ocurrir con el ataque que el Ministerio de Educación ha llevado a cabo en los últimos meses quitándoles a 8.000 universitarios la llamada beca compensatoria de 1.800 euros (300.000 pJara Pérez

Sindicato de Estudiantes

Discriminar más a los que menos recursos tienen, eso es lo que va a ocurrir con el ataque que el Ministerio de Educación ha llevado a cabo en los últimos meses quitándoles a 8.000 universitarios la llamada beca compensatoria de 1.800 euros (300.000 pesetas) que reciben familias que se encuentran en una situación dramática —para acceder a ella una familia de cuatro miembros debe tener unos ingresos anuales máximos de 8.655 euros (1.440.000 pesetas)—.

Hasta hace dos cursos, aparte de la situación económica, se consideraban como situaciones especialmente graves y, por tanto, prioritarias a la hora de recibir la beca, el pertenecer a una familia numerosa, ser huérfano absoluto, etc. Pues bien, el curso pasado, en el mes de mayo, el MEC envió una circular a las universidades en la que se decía que, para los alumnos de primero, encontrarse en alguna de estas situaciones pasaba a ser un requisito imprescindible para obtener la ayuda compensatoria, denegándosela a 8.000 estudiantes que sí reunían los requisitos económicos.

Este año el cambio va a afectar a los estudiantes de todos los cursos. Hasta ahora, 37.000 alumnos recibían la ayuda compensatoria; a partir de ahora, muchos de ellos la perderán, al no encontrarse en ninguna de estas situaciones. El MEC dice que con esta medida pretende ayudar a los sectores más desfavorecidos, con los problemas que hemos indicado, pero es que antes recibían la beca tanto los que se encontraban en estas situaciones como los que no, y ahora miles de ellos la perderán. Además, ¿acaso no están ya bastante desfavorecidas estas familias? Pero, como decía incluso El País, "ahora ya no basta con ser pobre", y entre los que el año pasado perdieron la beca tenemos casos como el de Antonia García Ruano, de Andújar, cuyo padre está jubilado y cobra 480 euros al mes; el de María Teresa Lobato García, de Badajoz, cuyo padre trabaja como peón eventual y cobra 721 euros al mes, con los que tiene que mantener a una familia de cuatro miembros, y así se podrían poner muchísimos más ejemplos.

Pero aún hay más: desde este año, para obtener esta beca, estas situaciones especiales deben haberse prolongado durante el año anterior durante al menos seis meses, es decir, que una familia obrera en la que el padre estuvo en paro durante cinco meses el año anterior, tampoco recibiría la beca.

Negocio para la privada

Y por si queda alguna duda sobre las intenciones de la política del PP, este año han hecho un nuevo cambio en la convocatoria de becas. Desde hace años, se podía solicitar una beca para el pago de la matrícula en una universidad privada, pero esto se expresaba de forma ambigua y la mayoría de los estudiantes ni siquiera lo sabían. Así que este año el PP ha dejado bien claro en el texto que esta ayuda de matrícula es "para centros universitarios públicos y privados". A esto hay que sumar los 1.000 millones de pesetas que va a destinar este curso la Comunidad de Madrid para que los niños de entre 0 y 3 años vayan a guarderías privadas, en vez de construir centros públicos; a los 445 euros (74.000 pesetas) que te pueden llegar a dar si estudias bachillerato en un centro privado, etc.

Suben las tasas

Un dato bastante claro que demuestra la cantidad ridícula que el PP destina a becas es que, mientras en Europa el 40% de los estudiantes tiene beca, en el Estado español esto se reduce hasta un 15,5% Y, si miramos el presupuesto para becas desde 1996 hasta 2002, descontando el IPC, ha aumentado en un mísero 1,8% Pero no sólo se atacan las becas; el PIB invertido en la universidad pública, incluyendo instalaciones, profesorado, etc., cayó del 0,96% en 1998 al 0,84% en el 2000.

Eso sí, hay algo que sube, año tras año: las tasas universitarias, que este año han aumentado en un 7,6% ¡A ver cuantas familias trabajadoras han tenido un aumento salarial de este calibre! En Madrid, por ejemplo, un estudiante que se matricule en un curso completo con dos asignaturas pendientes puede pagar hasta 1.111 euros (185.000 pta.) y, si quiere pedir beca, ya hemos visto que lo tendrá cada vez más difícil para conseguirla. En resumen, el PP cumple lo que dijo hace unos años uno de sus secretarios de Estado de Educación, Eugenio Nasarre: "La educación, como el buen vino; el que pueda, que se la pague".

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