Son Oliva, donde yo vivo, es un barrio de clase trabajadora en el que, tanto los trabajadores como los jóvenes, no podemos gozar de ningún tipo de ocio alternativo y de calidad, aunque el barrio, que no es muy grande, cuenta ya con cinco sucursales dEstudiante y residente en Palma

Son Oliva, donde yo vivo, es un barrio de clase trabajadora en el que, tanto los trabajadores como los jóvenes, no podemos gozar de ningún tipo de ocio alternativo y de calidad, aunque el barrio, que no es muy grande, cuenta ya con cinco sucursales de distintas entidades bancarias, con unos 8-9 bares, un pequeño casino, y varios pequeños comercios.

Respecto al ocio y a la educación pública tan sólo contamos con un pequeño pabellón, en el cual únicamente puedes jugar al basquet, y en el que no existe ningún tipo de gimnasio.

Contamos con un colegio público para un radio de tres barriadas, y nos encontramos con cuatro colegios concertados en dicha área, una auténtica pena.

Hablando del centro cultural, más de lo mismo, un local con unos cien metros cuadrados, en lo que solamente te encuentras ocio de ajedrez, restauración, barro…y poco más, pero no os vayáis a pensar que son talleres de calidad como los de pago.

Ahora viene la noticia más impactante: resulta que en el área de los barrios de Son Oliva, Son Costa, Pl. de Toros y alrededores no contamos con una biblioteca, ni salas de Internet!

El único ocio que puedes ver por esta zona es un par de gimnasios privados en los que la cuota es de 7.000 pesetas, claro que los niños de las Nuevas Generaciones sí que se lo pueden permitir.

A unos 600 metros de estos barrios encuentras un conglomerado de tres institutos públicos, pero ya fuera de estas barriadas. Pero bueno, más de lo mismo, uno de ellos tiene construido un pequeño taller-tecnología de unos ¡60-70 metros cuadrados! Otro de ellos tiene fachadas que te da la sensación de que un día de estos va a tener un desplome, y para colmo lo han rodeado con murallas de unos tres metros, vamos que eso parece una cárcel. Del último, sólo puedo decir que parece una guardería para almacenar a unos 500 alumnos.

Precios desorbitados

Este es el panorama que tenemos en los barrios de Palma, institutos fuera de las áreas de los barrios, un colegio público por tres concertados, un pabellón para tres barrios, y centros culturales pésimos en infraestructuras porque el alcalde del PP no quiere invertir más en barrios, prefiere hacer más aparcamientos en el centro, y remodelar la Plaza de España.

En Palma hay unas 12-13 bibliotecas públicas, y tan sólo una universitaria abierta toda la semana con una capacidad de 120 personas para una ciudad entera, teniendo en cuenta que las bibliotecas de la universidad están fuera de la ciudad, y que sólo puedes acceder en buses, o si puedes, en coche.

Palma es una ciudad tan sólo abierta al turismo extranjero, con precios desorbitados en las zonas de playa. Los mismos capitalistas extranjeros están devastando la isla en compra y venta de solares para construir en costa, e implantando sus inmobiliarias.

Al joven de barrio, tan sólo le queda el ocio de darse una vuelta, tomar un refresco en el centro o irse de excursión con las asociaciones de montaña (con bici propia) y poco más.

La única alternativa que yo planteo es la construcción alrededor de todos los jóvenes del barrio, a la afiliación al Sindicato de Estudiantes para presentar un programa alternativo de ocio-cultura, y así hacer frente al parasitismo de la derecha mallorquina, como en todos los lugares.

Esta es la situación que tenemos que soportar los hijos de los trabajadores en estos barrios y en el resto de la ciudad de Palma de Mallorca, que sólo aparece apetecible para el turismo.

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