Jorge Aranda
En anteriores números de El Militante ya hemos explicado los graves problemas que sufrimos los jóvenes trabajadores para adquirir una vivienda. La falta de derechos y de seguridad en el empleo, unido a lo absolutamente desorbitado de los precios de los pisos, hace que algo tan básico y tan necesario como es tener a un piso con unas ciertas garantías sea un absoluto lujo. Especialmente bochornosas son las medidas puestas en marcha por Ayuntamientos de ciudades como Madrid (de las más castigadas por este problema) para tratar de hacer frente a esta situación.
El pasado 30 de abril se abría el plazo para acceder a uno de los pisos del Plan de Vivienda en Alquiler del Ayuntamiento de la capital. Acorde con las condiciones de este plan se permite disponer de un inmueble por alquileres que varían de los 200 a los 400 euros mensuales. Debido al precio completamente abusivo de los escasos alquileres que aparecen, no es de extrañar que ofertas semejantes sean sumamente atractivas y que inmediatamente de darse a conocer cuenten con una gran demanda. Aunque el plazo para solicitar es de varios meses, antes de abrirse las puertas del lugar para realizarse la solicitud varios miles de persona, en su mayoría jóvenes trabajadores, hacían cola para conseguir cita. Se calcula que el número de personas que solicite disfrutar de la oferta del Ayuntamiento supere con creces los cien mil (hecho que por sí mismo nos da una idea de la situación y de la envergadura del problema de la vivienda en ciudades como Madrid); por el contrario las plazas de pisos municipales de alquiler que ha ofrecido el Ayuntamiento son 264.
La hipocresía de la derecha
Pues sí. El numero de inmuebles ofertado para una ciudad de más de tres millones de habitantes es exactamente de 264.
Esa es la medida más contundente que la derecha ofrece para atajar el gravísimo problema de la vivienda. Para nada han tenido en cuenta que en Madrid existen centenares de miles de pisos vacíos dedicados únicamente a la especulación. Respondiendo a los intereses de la clase social a la que representan hacen pequeños (y ridículos) lavados de cara como este Plan Municipal de Vivienda en Alquiler pero su política urbanística seria es seguir a pies juntillas la que dictan las grandes empresas inmobiliarias y los especuladores. Que debido a la increíble falta de oferta sigamos pagando precios completamente desorbitados por pisos que no lo merecen y que tengamos que permanecer en casa de nuestros padres hasta edades muy avanzadas. Por supuesto que si tal y como planteamos los marxistas el conjunto de la economía y en concreto la edificación de viviendas y su distribución no se realizara para el lucro de un puñado, sino para satisfacer una necesidad del conjunto de la población nos encontraríamos no con planes de vivienda como éstos, marcadamente insuficientes sino con una planificación democrática que sí permitiría satisfacer la natural demanda de vivienda.
