de CCOO de Guadalajara
Fripan se dedica a la fabricación de pan industrial en Azuqueca de Henares (Guadalajara), actividad que el año pasado le reportó unos beneficios de 4.500 millones de pesetas. La mayor parte de sus trabajadores (en su mayor parte mujeres jóvenes) son de Vedior, una empresa subcontrata de Fripan. El pasado 25 de febrero las trabajadoras se declararon en huelga indefinida. Vedior las había dado una carta de despido a 120 trabajadoras el día 28 de febrero. La excusa era que a Vedior se le había acabado el contrato con Fripan y cogían una nueva subcontrata (SYS) que en un principio no quería volver a contratar a ninguna trabajadora.
Los motivos de la empresa eran otros. Hace año y medio las trabajadoras de Vedior-Fripan eligieron un comité de empresa que ha sido especialmente combativo. En el mismo hay seis delegados de CCOO y tres de UGT. Durante este tiempo han denunciado a la empresa en varias ocasiones (entre otros puntos por la cesión ilegal de trabajadores). El año pasado, bajo la amenaza de huelga en todo el sector, encabezado por las trabajadoras de esta empresa, fue firmado el convenio provincial de panaderías —llevaba varios años congelado— en el que entre otros puntos consiguieron una subida del 15% en tres años. Está claro que Fripan buscaba hacer una limpia, desbaratar la organización de las trabajadoras y cambiar sus condiciones de trabajo. Sin embargo sus planes se han desbaratado por la resistencia y determinación de las mismas.
La huelga empezó a media noche del 25, con un ambiente muy combativo en el piquete a la entrada de la fábrica donde estaban todas. No entró ninguna trabajadora de Vedior ,ni de Fripan . A las 6 y media de la mañana la empresa ya quería negociar. Al final se consiguió un acuerdo que supone una victoria aplastante de las trabajadoras. Las 120 trabajadoras serían contratadas directamente por Fripan sin ninguna subcontrata, 65 de ellas con contrato indefinido (las que llevaban más tiempo en la empresa), y el resto con el de obra y servicio (un paso adelante pues a muchas se les acababa el contrato este mes). Además, consiguen aumentar la prima de producción de 7.000 a entorno a 20.000 o 25.000 pesetas.
Esta victoria de las trabajadoras muestra cómo los sectores más oprimidos de la clase trabajadora (los jóvenes eventuales, y además mujeres) pueden de la noche a la mañana ser la punta de lanza y el ejemplo para el conjunto de la clase trabajadora de Guadalajara y del resto del Estado.
