Los abajo firmantes, delegados de empresa y afiliados de UGT y CCOO, manifestamos nuestro más firme rechazo a la Ley de Partidos y a la ilegalización de Batasuna

1.– Esta ilegalización forma parte de una estrategia más amplia que afecta a todos aquellos que disienten y luchan contra la política del PP, una estrategia de mano dura a la clase obrera (...) a la juventud, (...) a los sindicatos de clase y a quienes pancarta en mano apoyan o convocan una huelga general, como la del pasado 20 de junio (...).

El PP no va a garantizar a la clase obrera la democracia, ni el derecho a la vida, ni el derecho al trabajo, o a una vivienda y educación dignas, como demuestra el continuo incremento de los obreros muertos por accidentes laborales, (...).

2.– Nos sentimos tan lejos de la política del PP como del PNV-EA que en el fondo defienden los mismos intereses de clase de la burguesía. Su postura contraria a la ilegalización, lejos de defender consecuentemente unos derechos democráticos, busca obtener ventajas en todos los terrenos y principalmente en el económico y electoral.

3.– El PP no hubiera podido llegar tan lejos si la dirección del PSOE no se hubiese plegado a su política, frustrando las aspiraciones de muchos militantes, sobre todo en Euskadi, que no ven que la ilegalización vaya a tener otros resultados que un agravamiento de los problemas que estamos sufriendo.

No se defiende la democracia recortando derechos democráticos a uno de los principales partidos de Euskal Herria aunque discrepemos profundamente de sus planteamientos. La ilegalización de Batasuna priva a miles de personas de derechos fundamentales y básicos como la libertad de reunión, expresión, manifestación y asociación, agravando más los problemas y alejando posibles soluciones políticas, que a nuestro juicio pasan por la defensa por parte de las organizaciones obreras de un programa genuinamente socialista y democrático lo que implica retomar la defensa de derechos fundamentales para el movimiento socialista como es el derecho de autodeterminación de las nacionalidades históricas del Estado español defendiendo la unidad orgánica voluntaria y no impuesta de la clase trabajadora por encima de fronteras nacionales.

4.– Nos pronunciamos radicalmente en contra de los métodos del terrorismo individual que, lejos de destruir o debilitar el sistema, siempre consiguen lo contrario de lo que dicen pretender, dando excusas a la reacción para fortalecer el aparato del estado que más tarde es utilizado contra la clase obrera. (...)

5.– Hacemos un llamamiento a todos los sindicatos de clase a unir sus fuerzas para luchar en Euskadi y en el resto del Estado, golpeando como un sólo hombre contra los ataques de la derecha española y vasca, recordando como ejemplo negativo la división de la huelga general el día 19 y 20 de junio en el País Vasco que sólo benefició a la burguesía vasca y española y perjudicó al movimiento obrero. (...).

Vitoria-Gasteiz, 13 de septiembre de 2002