El presidente de SEAT, Andreas Schleef, vinculó el traslado del 10% de la producción del Seat Ibiza a Bratislava (Eslovaquia) con la negativa de CCOO y CGT a modificar el último calendario de producción, firmado el pasado 4 de julio. Pero la decisiónLluís Perarnau

Afiliado a UGT · Barcelona

El presidente de SEAT, Andreas Schleef, vinculó el traslado del 10% de la producción del Seat Ibiza a Bratislava (Eslovaquia) con la negativa de CCOO y CGT a modificar el último calendario de producción, firmado el pasado 4 de julio. Pero la decisión del traslado, como se ha sabido posteriormente, se había tomado ya el año pasado. El presidente de SEAT pretendía envolver el tema del traslado de la producción con el ya gastado discurso de “ante la falta de flexibilidad mostrada por los trabajadores, la empresa se ve obligada, a su pesar...”.

En concreto, la dirección de SEAT planteó trabajar 5 días más este otoño, para fabricar 5.000 coches más, pero el 75% de la plantilla contestó NO en la consulta hecha por la empresa. Y las razones de este rechazo tajante son claras: la planta de SEAT en Martorell ha aumentado su productividad en un 56% en cuatro años. Ha pasado de fabricar 48 vehículos por trabajador en el año 96 a fabricar 75 en el 2000. Este aumento de la productividad se ha conseguido con la introducción de los turnos de noche y de sábado, con el aumento de los días del año en que la fábrica está abierta, con la contratación de personal temporal para sustituir a los trabajadores de vacaciones y con el aumento de la producción externa. Y, de hecho, se podría estar haciendo más coches todavía si se resolvieran los problemas técnicos en la nueva línea de soldadura con láser. Está claro que los trabajadores de SEAT ya han puesto de su parte, pero para la empresa parece que no lo suficiente.

Respecto del tema de la producción externa, se ha llegado al punto que el 88% de las piezas del total de un vehículo se fabrican a través de empresas auxiliares a las que se subcontrata la producción. Así, el cierre de una línea de producción afecta directamente al empleo de la industria de componentes, donde trabajan 3 de cada 4 trabajadores del sector del automóvil. El traslado del Ibiza, por ejemplo, va a repercutir directamente sobre la plantilla de la planta del grupo VALEO en Abrera (Barcelona), que tiene 700 trabajadores empleados en el cableado de este modelo y del Seat Córdoba.

Salarios más bajos

Para todo el mundo está claro que lo que busca VOLKSWAGEN con el traslado de producción a Eslovaquia es el ahorro que puede conseguir por la abismal diferencia de sueldos que hay entre Barcelona y Bratislava. Mientras que el sueldo medio en el sector del metal en el Estado español es de 1.510 euros mensuales en Eslovaquia es de 301. Una diferencia de 5 a 1. Si a esto le añadimos la mayor proximidad al mercado alemán y del centro y este de Europa y los descuentos fiscales del 30% para las inversiones de que se aprovechará VOLKSWAGEN, no hace falta ser un lince para darse cuenta de los auténticos motivos que inspiran a la multinacional. Por un lado, aprovecharse de los costes laborales más bajos de los países de Europa del Este, y por el otro, someter a los trabajadores del Estado español al chantaje de mayores incrementos de productividad y topes salariales ante la competencia de las otras plantas.

Es por esto más necesario que nunca reforzar la respuesta unitaria de la clase obrera, por encima de las fronteras, combatiendo la división en líneas nacionales que los capitalistas fomentan en su propio beneficio. Los Comités de Empresa a nivel europeo tienen que ser operativos ya, para impulsar movilizaciones conjuntas y coordinadas en contra de los planes de destrucción de empleo y para plantear mejoras sustanciales en las condiciones laborales y salariales, tanto en Polonia, Hungría o Eslovaquia, como en el Estado español. Ante las perspectivas del sector (las ventas en el mercado español se prevé que disminuyan este mismo año entre un 8 y un 9% mientras que la producción se calcula que sea en torno al 5% inferior), la mejor forma de afrontar los ataques previsibles de los capitalistas, que pretenderán descargar el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, como siempre han hecho, es con un proceso de luchas unificadas y a nivel europeo.

Por otro lado, tanto el gobierno del PP como las direcciones sindicales, están destacando las ventajas fiscales que ofrece el Gobierno eslovaco para que VOLKSWAGEN abra las fábricas en su país como una cuestión decisiva. Desde luego, este es un punto importante, pero habría que añadir que esas ayudas son las mismas que ha estado recibiendo VOLKSWAGEN por parte de las administraciones española y catalana desde que compró SEAT. Se calcula que VOLKSWAGEN se ha agenciado ¡2.400 millones de euros! (400.000 millones de pesetas) entre descuentos de impuestos y ayudas directas a la innovación. ¡No es poco para no tener ninguna obligación ni compromiso respecto a los puestos de trabajo o los planes de producción!

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