Los secretarios generales de CCOO y UGT ya nos tienen acostumbrados a la inacción sindical, a estar desaparecidos en combate sin plantar cara a los ataques del Gobierno y de la patronal, apareciendo de vez en cuando de la mano de los mismos que se han dedicado a laminar los derechos laborales y democráticos de millones de trabajadores a los que se supone deberían defender.

Así ha sido en momentos críticos, como días antes de la convocatoria de las Marchas de la Dignidad o, como ahora, en plena campaña electoral del PP.

Una vez más y para que no quede lugar a dudas del nefasto papel que están jugando estos dos dirigentes sindicales, el pasado 11 de noviembre acudieron de nuevo a un encuentro con Mª Dolores de Cospedal y Javier Maroto, donde la derecha, les tendió demagógicamente la mano para, entre otras cosas, “trabajar juntos para eliminar la diferencia salarial entre hombres y mujeres” si el Partido Popular vuelve a ganar las elecciones.

Cuando a los millones de personas que hemos salido a las calles a luchar contra sus medidas, ya nos ha quedado sobradamente claro que el gobierno de la derecha es el representante directo de los intereses de la patronal y la banca en el parlamento, aparecen Toxo y Méndez de esta manera vergonzosa, haciendo planes para una nueva legislatura del PP y dándoles un nuevo balón de oxígeno.

Declaraciones como las de Méndez, calificando de cordial una reunión en la que reconoce que “no nos hemos puesto de acuerdo en ninguna fórmula, pero es importante reconocernos en esta preocupación común”, o las de Toxo que, en un alarde de radicalismo verbal, planteó “la necesidad de desarrollar un plan ambicioso en la lucha contra la desigualdad salarial y la necesidad de desarrollar políticas dirigidas a la brecha salarial a lo largo de la próxima legislatura” son a estas alturas una auténtica burla. ¿Acaso se han olvidado de que ha sido precisamente el gobierno del PP quien ha profundizado la desigualdad social a niveles récord?

No necesitamos un sindicalismo cobarde y servil

Este tipo de actitudes por parte de los máximos dirigentes de los sindicatos mayoritarios a poco más de un mes de las elecciones los colocan del lado de un gobierno al que deberían estar combatiendo. De poco sirve mostrar preocupación por el sistema público de pensiones si luego vamos de la mano de los que se han dedicado a saquear las arcas públicas, privatizado los sectores que dan beneficio y nacionalizado las pérdidas de la banca privada.

No es el momento de hacerse fotos con el PP y hacer planes de trabajo para los próximos cuatro años, es el momento de estar enfrente, luchando en la calle, con los trabajadores que están en conflicto, convocando a la movilización y reforzando la lucha en la calle para derrotar al gobierno de los capitalistas y de la patronal. Es el momento de organizar a los trabajadores y de exigir que se deroguen todas las medidas antiobreras llevadas a cabo por el Partido Popular y por el anterior gobierno del PSOE. Es el momento de exigir un programa de remunicipalización de servicios públicos, de nacionalización de los sectores estratégicos, de oponerse con firmeza al pago de una deuda que han contraído unos pocos y que estamos pagando entre todos.

No necesitamos a estos dirigentes que permiten que nos arrebaten todas nuestras conquistas sin dar la batalla, no necesitamos estos pactos, no necesitamos un sindicalismo cobarde y servil. Es el momento de un sindicalismo combativo y a la ofensiva, que se base en la participación democrática del conjunto de los trabajadores para recuperar el terreno perdido en estos últimos años, luchar contra la derecha y desalojar al gobierno del Partido Popular.

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