Los pasados 17, 18 19 y 20 de abril se celebró en Madrid el III Congreso Internacional de la Corriente Marxista Revolucionaria. Durante estos cuatro días más de 160 trabajadores y jóvenes, activistas del movimiento obrero y los sindicatos, del movimiento estudiantil y de las mareas sociales, procedentes del Estado Español, México y Venezuela, debatimos sobre las perspectivas de la lucha de clases mundial y sobre la intervención de los revolucionarios en los acontecimientos que se están sucediendo. En el debate también hubo espacio para la formación marxista, con una amplia discusión sobre la historia de las revoluciones y muy en especial, sobre la revolución alemana y la figura de la gran revolucionaria Rosa Luxemburgo.

En estos cuatro días, más de sesenta intervenciones han mostrado una completa panorámica de los avances de la Corriente Marxista, y de su inserción cada vez más sólida en el movimiento real de los trabajadores y de la juventud.

Crisis del Capitalismo y ascenso de la lucha de clases internacional

La discusión de Perspectivas Mundiales discurrió entre el jueves por la tarde y la mañana del viernes. Tal como se plateó en este bloque del debate, estos cinco años representan una escuela inagotable de enseñanzas para millones de oprimidos de todo el mundo, llenos de acontecimientos que han derribado creencias, prejuicios y tópicos que parecían inconmovibles. En las intervenciones se señalaron toda una serie de características generales de este periodo, de gran importancia para el futuro de la revolución socialista y la construcción del partido revolucionario:

La campaña de los medios de comunicación de la burguesía y sus representantes políticos sobre el fin de la crisis son simplemente fuegos de artificio que intentan ocultar la fase de decadencia capitalista en la que nos encontramos. La ofensiva contra la clase trabajadora, la vuelta a las condiciones laborales y de vida de hace décadas, están siendo respondidas país tras país. La economía de mercado se ha desenmascarado a los ojos de la población. El axioma de un sistema que funciona razonablemente, en el que existen oportunidades para todos y que recompensa el esfuerzo del trabajo, donde las futuras generaciones tienen asegurado el progreso, se ha derrumbado.

Tercer congreso
"La campaña de los medios de comunicación de la burguesía y sus representantes políticos sobre el fin de la crisis son simplemente fuegos de artificio que intentan ocultar la fase de decadencia capitalista en la que nos encontramos"

La deslegitimación de las instituciones parlamentarias, la corrupción, el robo descarado de la plusvalía de la clase obrera, el saqueo del patrimonio público para beneficio de una minoría de parásitos dueños del capital financiero, el recrudecimiento de la cuestión nacional o la destrucción del medio ambiente por el lucro empresarial, se perciben como consustanciales al funcionamiento del sistema capitalista. Un síntoma claro del punto de inflexión histórico que vivimos.

La crisis profunda de la socialdemocracia y de los partidos tradicionales de la burguesía, son el reflejo inevitable del desmoronamiento de estas bases materiales. Los dirigentes reformistas de los sindicatos de masas también han acumulado material inflamable en los cimientos de sus organizaciones. La tendencia a su fusión con el Estado capitalista en esta época de declive y su defensa a cualquier precio de la política de colaboración de clases, está acelerando un choque de excepcional intensidad con su base militante y el conjunto de la clase obrera. Un divorcio creciente que asegura un estallido en su seno.

La demostración de fuerza de los trabajadores y la juventud en todo el mundo ha colocado la perspectiva de la revolución en el orden del día. La proletarización de América Latina, Asía y África representa un factor de primer orden para la revolución mundial.

Tercer congreso
"La demostración de fuerza de los trabajadores y la juventud en todo el mundo ha colocado la perspectiva de la revolución en el orden del día"

Vivimos una época de revolución y contrarrevolución. En Venezuela, la burguesía ha lanzado una nueva ofensiva utilizando las bandas fascistas como tropas de choque con el objetivo de acabar con el gobierno de Maduro y con las conquistas de la revolución bolivariana. La formación de grupos de autodefensa en México para acabar con la lacra del narcotráfico ante la permisividad y complicidad del putrefacto estado mexicano, demuestra el potencial revolucionario de las masas. Los grandes movimientos en Turquía y la pugna entre la revolución y la contrarrevolución en el mundo árabe, el fenómeno del bonapartismo (Egipto) y la tenacidad de los trabajadores y la juventud por no dejarse arrebatar sus conquistas revolucionarias, forman parte de este proceso.

Las huelgas de los sectores más oprimidos de la clase trabajadora en EEUU y el descrédito del gobierno Obama; la situación prerrevolucionaria en Grecia, que se prolonga debido a la ausencia de una organización marxista con influencia de masas que plantee una estrategia para lo toma del poder; y el auge de la lucha de clases que ha experimentado el Estado español y Portugal, indican un estadio cada vez más parecido al de la crisis revolucionaria de los años setenta.

Se ha producido un punto de inflexión en la historia mundial, que también se manifiesta en la lucha despiadada de las potencias imperialistas por el reparto del mundo y la defensa desesperada del imperialismo norteamericano y europeo de sus áreas de influencia. La modificación de la correlación de fuerzas mundial, como demuestran los acontecimientos de Ucrania y Siria, o el enfrentamiento entre EEUU y China por la supremacía en Asía y otros continentes, es sólo el anticipó de un proceso que se profundizará en los próximos años.

Vivimos la época del dominio aplastante del mercado mundial, y ninguna economía con peso puede desacoplarse de este fenómeno. Los vasos comunicantes en la esfera financiera, productiva y comercial son demasiado poderosos. La perspectiva de un renacimiento de la economía capitalista semejante al que se vivió en los años noventa y en la primera mitad de la década de 2000, tras el colapso del estalinismo y la incorporación de China, la URSS y Europa del este al mercado mundial y a la división del trabajo internacional, es poco probable a corto y medio plazo. No se ha agotado todavía el ciclo de destrucción de fuerzas productivas. La burbuja financiera que planea sobre la economía de China, puede arrastrar a una nueva fase de depresión, siguiendo el modelo de lo que aconteció en Europa y EEUU hace cinco años.

Todos estos aspectos fueron analizados en cerca de treinta intervenciones durante el debate de Perspectivas Mundiales, y la conclusión fue bastante clara: ahora es más necesario que nunca una organización revolucionaria que sea capaz de encauzar todo ese gigantesco potencial de la clase trabajadora hacia la transformación socialista, convirtiendo esta protesta masiva, esta rebelión de la población, en una alternativa de lucha por el socialismo.

La teoría marxista de la revolución socialista

La tarde del viernes dedicamos un espacio para la formación teórica. Conocer las experiencias de la lucha revolucionaria es indispensable para no repetir los errores del pasado. Uno de los puntos centrales de la discusión fue cómo la clase trabajadora alemana se levantó en noviembre de 1918 y lo dio todo por transformar la sociedad. La falta de un partido revolucionario con cuadros probados como el que si había en Rusia en 1917 con el bolchevismo, y sobre todo la colaboración de la socialdemocracia con la burguesía alemana para aplastar la revolución socialista, llevó a la derrota a los obreros y los soldados alemanes que construyeron la república de los Consejos. También se abordo el legado político y práctico de la gran revolucionaria polaco-alemana, Rosa Luxemburgo, su papel en aquellos gigantescos acontecimientos, y el de sus camaradas Karl Liebknecht y Leo Jogiches.

Tercer congreso
"Conocer las experiencias de la lucha revolucionaria es indispensable para no repetir los errores del pasado"

Durante el debate se pudo profundizar en otras experiencias como la revolución rusa en 1917, la revolución de los Claveles en Portugal, la revolución española, la Transición, o la lucha contra el fascismo.

Construyendo las fuerzas del marxismo

En la sesión dedicada a la construcción de la CMR se realizaron numerosos informes del trabajo en el Estado español, en Venezuela, en México y en Colombia, tanto de nuestra actividad en el frente obrero como entre la juventud, y de los avances del último periodo, que nos han permitido ampliar nuestras raíces en el movimiento y las organizaciones de masas de la clase trabajadora. Especial atención merece el trabajo de los jóvenes marxistas en el frente estudiantil, dónde destaca el impulso dado a la construcción del Sindicato de Estudiantes en el Estado español como un referente de lucha en defensa de la enseñanza pública, con 14 huelgas generales convocadas en los dos últimos cursos. También se destacó nuestra intervención en las luchas obreras, los avances en el seno de los sindicatos de clase para construir una oposición de izquierdas, y el trabajo para fortalecer Izquierda Unida como una fuerza de masas con una política revolucionaria y socialista. Los mismos ejemplos se trasladaron desde Venezuela y México, en nuestro trabajo en las ocupaciones de empresas y en la UNETE, en el PSUV, en la lucha de la CENTE, en el movimiento estudiantil y en Morena.

La producción de literatura marxista a través de la Fundación Federico Engels también fue resaltada. A día de hoy la FFE es la editorial más importante de textos marxistas en lengua castellana, desarrollando una gran labor de dotar de arsenal teórico al movimiento obrero y a la juventud en un momento tan decisivo como el actual. La actividad más reciente de la FFE en terrenos como la Memoria Histórica, las revistas teóricas periódicas que edita, la presencia en ferias del libro internacionales como la de Caracas son algunos de los frutos más destacados de todo este trabajo.

El ejemplo de militancia y confianza en nuestra clase para la transformación de la sociedad, se concretó en el resultado magnífico de la colecta que tradicionalmente realizamos en los congresos. El resultado superó todas las expectativas recaudando una cantidad histórica.

Este ambiente de entusiasmo, trabajo colectivo y de fuerte voluntad revolucionaria para aprovechar todas las oportunidades que la lucha de clases ofrece, marcó el cierre y clausura de este III Congreso Internacional de la CMR el domingo a mediodía. Un congreso que, sin duda, servirá para dar un gran salto adelante en la construcción de las fuerzas de marxismo revolucionario.

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