En los buenos viejos tiempos, cuando alguien se refería a la crisis del marxismo tenía en mente alguna propuesta concreta de Marx que supuestamente no habría superado la prueba de la práctica, como la teoría de la agudización de la lucha de clases, la llamada “teoría del empobrecimiento” o la del “colapso catastrófico” del capitalismo. Estos tres aspectos principales fueron la diana de las críticas burguesas y reformistas.
Hoy se cumplen 30 años de la emblemática huelga general del 14 de diciembre de 1988 contra el gobierno socialista presidido por Felipe González. Reeditamos el artículo que publicamos hace diez años con motivo del 20 aniversario en el que se analizan los motivos de la huelga y sus repercusiones.
Los acontecimientos desarrollados en Catalunya durante los últimos meses han sacudido la escena política en el Estado español, en Europa y en el mundo, captando la atención de los activistas de la izquierda.
Mediante el apoyo de las masas, Jeremy Corbyn ha repelido el intento de golpe de Estado de los parlamentarios blairistas del ala de derechas y de sus seguidores, incrementando su mayoría en las segundas elecciones al liderazgo laborista en doce meses.
Lecciones de Octubre de 1934
La historia de los años treinta en el Estado español es la crónica de la revolución proletaria y la contrarrevolución burguesa. Todos los acontecimientos que se sucedieron desde los años veinte y que cristalizaron en la guerra civil —la forma más aguda que puede adoptar la lucha de clases— ponían de manifiesto los intereses irreconciliables de capitalistas y terratenientes, de la casta militar y eclesiástica con los de millones de campesinos y proletarios. Todos los regímenes políticos que se sucedieron, estaban condicionados por este hecho.
Las tradiciones revolucionarias del movimiento jornalero, de rebelión contra la situación de semiesclavitud impuesta por los terratenientes, tienen un origen centenario. Ya en el siglo XIX se produjeron revueltas que cuestionaban directamente la propiedad de la tierra, como la ocupación de 1.300 fanegas en Casabermejas (Málaga) en 1840, de Pozoblanco (Córdoba) en 1873 o la huelga agraria de Jerez ese mismo año. Durante el “trienio bolchevique” (1918-1920), al calor del triunfo de la Revolución Rusa, Andalucía es sacudida por una intensísima y generalizada ola de huelgas, motines, ocupaciones de fincas, insurrecciones y enfrentamientos con las fuerzas del orden.
Aprender del pasado para luchar en el presente
La clase obrera ferrolana es uno de los batallones pesados del movimiento obrero del Estado español. De hecho, la ciudad nació a mediados del siglo XVIII para albergar a los miles de obreros que iban a construir, primero, y ocupar, después, unos astilleros y una base naval militar en la ría. En los más de dos siglos transcurridos desde entonces, la gran concentración de proletariado en torno a los astilleros ferrolanos fue forjando conciencia de clase y tradiciones de lucha.
La neutralidad de España durante la Primera Guerra Mundial permitió a los capitalistas y oligarcas españoles hacer un gran negocio gracias al desabastecimiento de productos en la Europa en guerra. Sin embargo, los enormes beneficios no repercutieron en una mejora en las condiciones de vida de las masas. La subida del precio de los alimentos básicos y el aumento del desempleo crearon las condiciones para un auge del movimiento huelguístico a partir de 1916.
La huelga general convocada por CNT y UGT en unidad de acción en diciembre de 1916 tiene un seguimiento muy importante, pese a lo cual no recoge ninguna concesión del gobierno. La radicalización del movimiento obrero y su disposición a la lucha cristalizan de nuevo durante la crisis de 1917.
Tributo a un revolucionario
"Fuera del movimiento obrero no hay nada"
El 9 de julio se cumple el centenario del nacimiento de Ted Grant, uno de los pensadores marxistas más importantes y brillantes del siglo XX. Ted murió hace siete años y nos dejó un legado inmenso, una obra política imprescindible para todo aquel que quiera comprender los acontecimientos más importantes del siglo pasado: desde la revolución y la contrarrevolución en los años treinta y la Segunda Guerra Mundial, pasando por el boom económico de la posguerra, el avance, desarrollo y caída del estalinismo en Europa del Este, la revolución china o la revolución colonial. Pero su pensamiento jamás estuvo deslindado de su actividad militante, de la lucha consciente por construir el partido. Ted Grant, como los grandes marxistas, fue por encima de todo un revolucionario.
El 20 de noviembre de 1975 moría el dictador. Unos días antes, el 14 de noviembre, el Consejo de Ministros, presidido por Juan Carlos I, aprueba un decreto para prorrogar la congelación salarial acordada en 1973, estableciéndose topes salariales en la negociación de los Convenios Colectivos en un momento en que la inflación alcanzaba un 19%. Como ocurre actualmente, la burguesía española trataba de que el peso de la crisis recayera sobre la clase trabajadora, contando para ello con el aparato represivo y dictatorial del franquismo.