Se da la circunstancia de que la dirección del IES no ha denunciado la pintada por el escaso daño producido en la fachada y de que la denuncia de insultos y amenazas ha sido efectuada por un policía que demostró su hostilidad hacia las ideas de izquierda y hacia el compañero. Éste está pendiente de sentencia y la fiscal ha pedido arresto domiciliario de dos fines de semana y 360 euros de multa.

Se trata de un caso más de represión contra los que nos movilizamos contra la guerra imperialista de Iraq y contra los que nos seguimos movilizando contra la política de la derecha. Un caso similar al de los estudiantes denunciados en Benavente (Zamora) por organizar manifestaciones contra la guerra legalizándolas en el Ayuntamiento, en vez de en la Subdelegación de Gobierno; o al del vendedor de un mercado de Valencia, enjuiciado por colocar en su puesto una pancarta contra la guerra. Es la misma persecución que ha sufrido el SE en Salamanca, Guadalajara, Huelva y otras poblaciones.

Es curioso cómo la policía se preocupa tanto por la buena presencia de la fachada de los institutos, mientras éstos en bastantes casos se caen literalmente a pedazos, se extienden los barracones y falta todo tipo de instalaciones. Tampoco se preocupan por la creciente violencia de grupos fascistas: atentados contra sedes de grupos de izquierda, práctica periódica de la caza del moro en el barrio valenciano de Russafa, palizas en las que está implicada España 2000 y su empresa Levantina de Seguridad, ¡que se encarga de la vigilancia de centros públicos, incluyendo institutos!...

¡Basta de represión a los que luchamos contra el PP!

Sindicat d’Estudiants

País Valencià