Las dos legislaturas del PP han estado marcadas por duros ataques a los trabajadores y a la juventud y una política a favor de los sectores más privilegiados de la sociedad. Frente a las protestas y el rechazo que esa política ha provocado, el PP hauLas dos legislaturas del PP han estado marcadas por duros ataques a los trabajadores y a la juventud y una política a favor de los sectores más privilegiados de la sociedad. Frente a las protestas y el rechazo que esa política ha provocado, el PP ha utilizado la mentira, el insulto y la represión. Ahí están su actuación en la huelga general del 20-J, en las movilizaciones estudiantiles, cuando el hundimiento del Prestige o en las impresionantes movilizaciones contra la guerra imperialista en Iraq. Ahora, tras dos años de conflicto en la calle y con las elecciones generales de por medio, la derecha pretende esconder bajo la alfombra todo esto y que “olvidemos” estos pequeños detalles. No podemos permitirlo.

Los jóvenes hemos sido uno de los sectores más atacados por parte de la derecha y le hemos plantado cara desde el primer día. En 1996, durante el primer gobierno del PP y con Esperanza Aguirre a la cabeza del Ministerio de Educación, el Sindicato de Estudiantes convocó las primeras protestas contra su política de privatización salvaje de la enseñanza. El PP tuvo que recular en aquel momento y, temporalmente, guardar en el cajón sus ataques. Ha sido en los dos últimos cursos cuando la derecha lanzó una verdadera contrarreforma educativa. La aprobación de la Ley de Universidad (LOU), la Ley de FP y la Ley de Calidad de la Enseñanza (LOCE), rechazadas de forma masiva en la calle, significan un retroceso brutal y el desmantelamiento de la enseñanza pública en beneficio de la patronal de la enseñanza privada. El único objetivo de la derecha con todas estas medidas ha sido adecuar el sistema educativo a un mercado laboral al gusto de la patronal. Desde su punto de vista no es rentable invertir en una educación digna para todos si el mercado laboral que nos espera a la mayoría es el de la precariedad.

Si hoy el 30% del trabajo es precario, entre los jóvenes esta cifra sobrepasa el 80%, con lo que esto significa de salarios ridículos, accidentes laborales, ninguna expectativa de independencia familiar... Además el PP ha puesto en marcha una campaña para criminalizar a la juventud. Nos han mostrado como vagos, borrachos, pasotas y violentos para intentar justificar así los recortes en Educación: “no merece la pena gastar dinero en jóvenes que no tienen interés en estudiar ni hacen el más mínimo esfuerzo, etc, etc”. Han lanzado a la policía para reprimir nuestras manifestaciones e intentan amedrentarnos con amenazas y multas por luchar. Esta es la política de la derecha para la juventud: Educación para quien se la pueda pagar, trabajo precario y represión de los derechos democráticos más elementales.

.Desde el Sindicato de Estudiantes sabemos que la batalla contra el PP no ha terminado. En el terreno educativo queda por delante la aprobación de varios de los desarrollos de la LOU y la LOCE. Hasta el curso 2005/06 no se implantará la reválida. Un examen cuyo único objetivo es impedir que miles de estudiantes podamos acceder a los estudios superiores y que ni siquiera tengamos el título de bachillerato, aún habiéndolo aprobado. Quien consiga salir adelante tendrá que enfrentarse a una nueva prueba o entrevista personal para acceder a la Universidad. Pero, aún hay más. Si el PP aprueba los decretos de desarrollo de la LOU nos encontraremos con más obstáculos. Las carreras universitarias estarán organizadas en ciclos de grado y postgrado (master). Los títulos de grado que proporcionarán “conocimientos generales básicos” serán títulos de segunda categoría frente a los master, que serán de primera, y a los que sólo podrá acceder una minoría. Para obtener el grado habrá que realizar una prueba, una nueva reválida sin la cual no tendremos el título aún habiendo aprobado los años de carrera. Pero si logramos superar todas estas trabas tampoco tendremos garantizado el acceso al postgrado ya que nuevamente seremos sometidos a pruebas de selección, entrevistas personales... Además, aunque serán títulos ofertados por las universidades públicas sus precios serán abusivos para la mayoría de nosotros, más si tenemos en cuenta la ridícula política de becas. Toda una carrera de obstáculos para conseguir desincentivar y expulsar del sistema educativo a la mayoría de los estudiantes a los 16 años o incluso antes. Al fin y al cabo a la derecha le sobran licenciados pese a que las necesidades sociales están ahí. Sólo una ínfima minoría tendrá acceso a una enseñanza superior de calidad y de ahí saldrá la élite que dirigirá la sociedad mañana.

Estamos en un momento clave. Por eso, desde el Sindicato de Estudiantes vamos a volver a salir a la calle. El 4 de marzo hemos convocado una jornada de protesta estudiantil en defensa de los derechos de la juventud y en defensa de una enseñanza pública de calidad. Ese día los estudiantes de todo el Estado vamos a salir a manifestarnos en las principales ciudades para que se oiga nuestra voz y se escuchen los verdaderos problemas de la juventud. No somos neutrales y no nos da igual que el PP siga gobernando otros cuatro años en contra de nuestros intereses. Echar al gobierno del PP nos pondría en mejores condiciones para que todas estas medidas, que todavía no se han llevado a cabo, fueran echadas atrás y arrancar mejoras en el terreno social. Ahora bien, votar no basta y vamos a exigir a los partidos de izquierdas, PSOE e IU, que realicen una política que realmente beneficie a trabajadores y jóvenes, una auténtica política de izquierdas basada en cubrir las necesidades sociales y no en beneficiar a los grandes empresarios. En el terreno educativo eso pasa por la derogación inmediata de la LOU y la LOCE, un aumento drástico en los presupuestos educativos que permitiera la reducción de la masificación, eliminar los barracones, la ampliación de plantillas y contratación de profesores y profesionales de apoyo, aumento de las becas y de los becarios y, por supuesto, que terminara con las subvenciones a los centros privados, además de echar la religión de las aulas.

¡Fuera el gobierno del PP!

¡Derogación de la LOU y la LOCE!

¡Incremento drástico de los presupuestos para la enseñanza pública!

¡Por un puesto de trabajo digno al terminar de estudiar!

Miriam Municio

Secretaria general del SE

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