‘Hipoteca-gato’, ‘hipoteca-coco’ y Lolo, concejal de Sevilla

La suma de todas las hipotecas-gato, las que necesitan de 7 vidas o más, equivale a dos de cada tres euros de toda la riqueza producida por los trabajadores de este país en un año (el famoso PIB). Los que no pueden ni permitirse la hipoteca-gato sueñan con la hipoteca-coco, muy difícil de conseguir porque se encuentra justo en la copa del árbol y ni siquiera tienen un trabajo con nómina o un aval como escalera para poder alcanzarla.

Algunos soñadores de hipotecas-coco, por ejemplo yo, se han quedado decepcionados al enterarse de la timidez de la propuesta —“Bolsa de 1.200 viviendas en alquiler para jóvenes”— que ha presentado el joven concejal sevillano de IU, Lolo Silva.

Según dicen los periódicos, Lolo “ha presentado un programa en el que se está trabajando intensamente, que tiene el objetivo de facilitar a las personas su desarrollo familiar y personal a precios asequibles. Se trata, pues, de intervenir desde lo público situando en el centro del problema a las personas, siendo la Gestora del Programa el propio Ayuntamiento de Sevilla” y hasta aquí todo bien.

IU y el mercado

Luego las cosas empiezan a no ir como esperábamos: “El objeto de dicho programa es fomentar el arrendamiento de viviendas desocupadas mediante la constitución y gestión de una bolsa de viviendas de titularidad privada, ejerciendo un papel de intermediación entre propietarios e inquilinos. Para el inquilino, el precio máximo del alquiler será de 5,5 euros por metro cuadrado”.

El inconveniente del programa de Lolo es que el Ayuntamiento deberá pagar al propietario la diferencia entre dicho precio y el precio de mercado. La pregunta es ¿Cuánto dinero deberá de soltar el Ayuntamiento de Sevilla para solucionar el problema de la carestía de la vivienda? Hay que decir que el dinero destinado a la “bolsa de vivienda joven” procede de los impuestos de las familias trabajadoras y que esta medida no contribuirá a bajar los precios de mercado. La ley de la oferta y de la demanda es bastante elemental: si un cliente nuevo y gordo como el Ayuntamiento se presenta en pista, causará un aumento de la demanda... y si tenemos en cuenta que ese dinero irá directamente a las arcas de los propietarios, estos harán todo menos bajar los precios.

Sevilla: 32.000 viviendas vacías

En el año 2001, 32.000 pisos se encontraban permanentemente vacíos en Sevilla. Un 80% más que en 1996. Lo grave es que no hablamos de 32.000 propietarios diferentes. Hay muchos propietarios (sobre todo empresas) que tienen decenas o cientos de estas viviendas desocupadas. Ahora viene una pregunta para Lolo: ¿No le saldría más económico al ayuntamiento enfrentarse a estos especuladores y expropiar sin indemnización esas viviendas? Seguro que aparecerían muchos más de los 1.200 pisos de los que habla “la bolsa”.

Seguro que Lolo me contestaría: ¡esto no se puede hacer, va en contra de la propiedad privada! Hay que decir que Lolo Silva, hasta hace muy poco dirigente de la JCA de Sevilla, se identifica como bolchevique, aunque las propuestas que está llevando ahora al Ayuntamiento no se diferencian nada de las propuestas que plantean los socialdemócratas.

Quizás Lolo no lo sepa, pero estoy seguro de que ninguna de las decenas de miles de familias trabajadoras de Sevilla se opondría a la expropiación de los propietarios especuladores. Al contrario, sería fácil conseguir su apoyo activo en defensa de esa medida si IU quisiera impulsarla. Eso sí sería una propuesta bolchevique.

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