De eso discutió el 20 de marzo la masiva asamblea general del SOC en Posadas (Córdoba). Las conclusiones del debate fueron: 1) Desarrollar la concienciación y propaganda en cientos de pueblos de todas provincias de Andalucía. Preparar un calendario de movilizaciones que desde abril hasta agosto sume a miles de trabajadores y trabajadoras a la lucha, para culminar este primer pulso con manifestaciones masivas. 2) Impulsar la discusión de las ponencias para el congreso de agosto, que como dijo Diego Cañamero (secretario general del SOC) debe servir para armar ideológicamente a los miles de militantes del SOC.
El SOC no sólo busca la restitución de las prestaciones amputadas por el Decretazo del PP, sino que propone perfeccionar y dignificar el REASS y con ello conseguir que no esté discriminado con respecto a otros regímenes de la Seguridad Social. Propone además un plan de inversiones públicas que permita desarrollar la economía del medio rural y adjudicar tierras a los jornaleros para el desarrollo de cooperativas productivas y ecológicas y escuelas profesionales en los pueblos; de esta manera se reduciría la dependencia de los terratenientes y de los caciques del campo. La ejecutiva del SOC viajó a Madrid por enésima vez para explicar sus propuestas al ministerio, encontrándose otra vez más con la indiferencia por parte del gobierno.
Queremos dejar claro que el SOC no pide limosna, pide tierra y trabajo digno y estable. Al contrario de lo que algunos piensan, la emigración estacional sigue: en Jódar (Jaén) por ejemplo, los años de escasa recolección 1 de cada 5 habitantes tiene que seguir yendo a Navarra para poder comer. La reivindicación del SOC de que el gobierno invierta 5.000 millones de euros o más en los pueblos choca frontalmente con los intereses de los terratenientes y los burgueses de Andalucía, que tienen los mismos apellidos y se llenaron los bolsillos durante años con el 80% de las subvenciones europeas destinadas al campo andaluz y extremeño. La “nobleza” burguesa de Andalucía, forrada de subvenciones, quiere seguir hartándose de dinero, con o sin fondos europeos, aprovechándose de la extensión de sus posesiones y su influencia política. Desde hace décadas, la reivindicación central del movimiento jornalero organizado es una reforma agraria que dé la tierra a los trabajadores. Si es verdad que la Junta de Andalucía y el gobierno no quieren enfrentarse con estos parásitos (y es verdad), al movimiento jornalero no le queda otra que luchar por la restitución del Subsidio Agrario. De momento no tenemos dudas: la lucha vuelve y podría ser incluso más dura que en el pasado. El SOC ha crecido mucho en estos últimos 5 años y sus militantes se preparan para la batalla.
Fran Z
Sevilla