Hace unas semanas los informativos hacían saltar la alarma social, sobre todo en el madrileño municipio de Leganés, debido a las declaraciones del consejero de sanidad de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM), don Manuel Lamela. Este “responsable” Yeray Arencibia

(afiliado de CCOO de Leganés)

Hace unas semanas los informativos hacían saltar la alarma social, sobre todo en el madrileño municipio de Leganés, debido a las declaraciones del consejero de sanidad de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM), don Manuel Lamela. Este “responsable” hablaba de 400 casos de eutanasia en el Hospital público Severo Ochoa, lo que, según nuestras leyes, significa 400 casos de homicidio. Casi nada pues. Para ello, se basaba en una denuncia anónima remitida a diversas asociaciones vinculadas con la sanidad. Estas declaraciones pronto se vieron rectificadas: se trataba, al final, “de mala praxis en la sedación de enfermos terminales”.

Véase como nuestros doctores pasaron de hacer de “Fredy Kruguer-Asesinos en masa”, que exterminan al populacho mientras duerme, a atiborrarlo de pastillas como si de una macro fiesta tecno se tratase. Todo esto sin que 400 familias del despistado municipio se enterara. En cualquier caso, la consecuencia ha sido la misma: la destitución fulminante del responsable de urgencias del hospital, el Dr. Luis Montes, nuestro “pequeño doctor Goebels”, pero sin los juicios de Nüremberg. En estos casos ya se sabe, juicio, ni justo ni injusto. Finalmente se añaden dos destituciones más, porque resulta que lo que hay es mala gestión e irregularidades administrativas. ¿Dónde quedaron nuestros muertos? Si el señor Lamela juega al bingo, debería comprar muchos cartones ¿no?

El plan del PP en Madrid

Llegados a este punto el consejero de la CAM ha conseguido: destituir a un profesional reconocido, desprestigiar a la plantilla del Severo Ochoa, llamar estúpidos a los ciudadanos de Leganés, desprestigiar a un hospital público y atacar la sanidad pública. ¿ Con qué fin? “La pela”, si señores “la pela”.

Porque, no nos engañemos, el objetivo concreto es avanzar en la privatización de la sanidad publica, esta vez el Severo Ochoa y más en concreto, o por empezar por algún sitio, las unidades de cuidados paliativos. Esto es fácil de entender : el señor Lamela es del Partido Popular y -como ha dicho Rajoy- es uno de sus mejores políticos a escala nacional. El PP representa y defiende los intereses de los empresarios en nuestro país; cualquier servicio público es un servicio del cual ellos no pueden sacar tajada, no pueden apenas hacer negocio, o su negocio se limita, ya que ¿ porqué alguien que obtiene algo pagando solo sus impuestos, va a pagarles a ellos nada?. Imagínense la indignación “¡Competencia desleal!, ¡Recorte de las libertades (de mercado)!…”.

El PP quiere construir 8 hospitales bajo la fórmula de concesión administrativa, es decir, con empresas privadas que construirán y explotarán estos hospitales, eso sí, con mucho ánimo. Ánimo de lucro. Cambiar la rentabilidad social de un servicio por la rentabilidad económica ya queda feo, pero cuando esto afecta a nuestra salud, vida y muerte, dan ganas de irse de vacaciones a Lourdes.

Hay algunos datos que reflejan muy bien el porqué de nuestro viaje: según un estudio realizado sobre la gestión de los hospitales bajo la forma de fundaciones, como es el caso del hospital de Alcorcón (ése que nos robó a decenas de miles de ilusos mil y pico pesetas para que pudiéramos entregarles nuestro curriculum y seguir en el paro, pero más pobres) se demuestra que éstos, los de gestión privada, en comparación con los que siguen gestionándose directamente por la administración tienen un 30% menos de camas, 21,5% menos de quirófanos, menos gastos en diagnósticos, 40,7% menos de enfermeros, 27.4% menos de consultas, 28.3% menos médicos por cada 1.000 habitantes, 68.5% menos de personal no sanitario, un 24,1% manos de ingresos hospitalarios y, sin embargo, realizan un 55,5% mas de TAC´s, una prueba muy costosa, que deja grandes beneficios económicos al hospital. No hablemos ya de las condiciones laborales: bajos salarios y extensas jornadas laborales.

La creación de estos 8 hospitales supondrá muchos beneficios para unos pocos, pero ¿cuáles son los beneficios sociales? … La construcción del nuevo hospital de Majadahonda implica el cierre del hospital Puerta De Hierro. Los otros 7 restantes, Arganda, Vallecas, Coslada, San Sebastian de Los Reyes, Valdemoro (*), Parla y Aranjuez, suponen la creación de 1104 camas nuevas, pero esto no significa, que vaya a aumentar el número de camas en la Comunidad, ya que las reformas del Plan Director General, suponen la destrucción de un mínimo de 1.100 camas entre el Doce de Octubre, La Paz y el Ramón y Cajal.

Así podemos hacernos ya una idea y ver a qué caudales corresponden estas aguas, y a qué vino “asesinar” a 400 pobres leganenses.

El hospital, una conquista de la lucha

El hospital de Leganés no creció como lo hacen las hierbecillas en primavera, sino que como muchos otros servicios públicos, fue fruto de largos y dolorosos procesos de luchas de la clase obrera. Esto ha quedado impreso en la conciencia de las gentes de Leganés, como están demostrando día a día, apoyando a los trabajadores y defendiendo la sanidad pública en cada una de las convocatorias que se han realizado; defendiendo su hospital como propio y negándose a perder algo que ellas mismas consiguieron.

Los problemas del hospital no tienen nada que ver con Luis Montes, sino todo lo contrario: el Severo Ochoa carece de una unidad de cuidados paliativos, lo que provocaba que los enfermos terminales fuesen mandados a casa sin atención médica, hasta que el doctor decidió destinar algunos recursos y camas a este efecto, así como asistencia psicológica a los familiares. Luis Montes no tiene la culpa de que en urgencias no haya un oftalmólogo, ni un cardiólogo, ni cirugía pediátrica, ni U.R.L como tampoco de que el número de camas por cada 1000 habitantes, ( 1.7 en Leganés) sea inferior al de la CAM ( 2.6 ). Éstos son, sin embargo, las auténticas deficiencias del Hospital.

Pero sí, es gracias a él y al resto de trabajadores, que contando con pocos recursos y jornadas laborales extensas, se mantienen unos niveles de calidad muy a pesar del aumento de población a tratar, la saturación de las urgencias, las largas listas de espera o el bajo numero de camas. O el que todos los informes avalen a este hospital y se haya reconocido su calidad con un reciente premio.

Las carencias manifestadas se deben a la falta de recursos, a las políticas de derechas que, a través de la dejadez o el boicot, (ya que se trata de administradores públicos), quieren ver como los servicios públicos se deterioran en favor de la sanidad privada.

Cuando veas las barbas de tu vecino pelar…

El ataque al hospital de Leganés es la aplicación lógica de las políticas neoliberales, capitalistas, pro mercado libre y ahora “pro constitución-europea”. Y también un preludio: no olvidemos al hospital de Getafe o al de Fuenlabrada, que pronto verán agravados sus problemas. Es por eso, “vecinos”, que debemos dar una respuesta global, darnos cuenta que hay que defender al Severo Ochoa, defendiendo la sanidad pública, y ésto no es tarea sólo de los trabajadores del hospital y los ciudadanos de Leganés, sino de todos los trabajadores de todos los hospitales y centros de salud, pero también de todos los trabajadores, porque estamos hablando de nuestros salarios indirectos entre otras cosas.

Así pues, la multitudinaria manifestación convocada por asociaciones de vecinos, sindicatos de clase y partidos políticos que hubo en Leganés, o la concentración que se realizó frente a la asamblea de Madrid con una actitud bastante lamentable por parte de la policía, que impidió a empujones que la manifestación —de unas 2000 personas— se acercase a la asamblea, o la manifestación que se ha convocado en Cibeles para el día 19 a las 19:00 h. a la que están convocados todos los hospitales de Madrid, tienen que servir para unificar las reivindicaciones de cada barrio y de cada hospital en materia de sanidad. Esta lucha debe extenderse a todo el territorio donde la sanidad pública se esta viendo deteriorada y pierde terreno frente a la privada.

Es tarea de los sindicatos de clase y los partidos de izquierda explicar esta situación al conjunto de los trabajadores y convocarlos a defender y —porqué no— a mejorar la sanidad pública. Hace falta no solo voluntad política, sino presupuestos y recursos. Hay que aumentar las plantillas de trabajadores, ampliar los hospitales y centros de salud y esto tiene que ser público y gratuito. Conseguirlo no es tarea fácil y, ya que los trabajadores somos los más interesados, tenemos que ser nosotros quienes obliguemos al gobierno, mediante una lucha coordinada en todo el Estado. El primer paso podría ser la convocatoria de una huelga general de la Sanidad en Madrid.

Si el PSOE ha apoyado las movilizaciones (también IU lo ha hecho) y quiere ser consecuentes con su condición de izquierdas y su base obrera, no se deben quedar solo ahí, tienen que destinar los recursos necesarios, porque estos existen, y a lo mejor el problema es en manos de quien están. Entonces deberíamos hacer un hábil cambio de manos.

- Por la defensa de la sanidad pública

- Por la extensión y unificación de la lucha

- Por la readmisión del Dr. Montes

- Por la dimisión del consejero de sanidad Manuel Lamela

- Por la dignidad del hospital

--------------------------------------

* Nota: *Aunque este hospital no se puede meter en el mismo saco que el resto de los nuevos complejos sanitarios, ya que va a ser enteramente privado (tanto la construcción, la gestión, como el personal). Todo ello después de haberle regalado los terrenos a la contrata correspondiente. La formula elegida para este hospital ha sido el concierto durante 10 años con una posible renovación de otros 10.

banneringles

banneringles

banner

banner

banner

banneringles

banneringles

bannersindicalistas

bannersindicalistas