Tras el éxito de la manifestación de los estudiantes de musicología e historia del arte la semana anterior, surgió la convocatoria del 19 de mayo como un modo de unificar la lucha. Sabíamos que corríamos el peligro de la división por facultades y aunque no se consiguió la unificación de todas las facultades (psicología lleva con movilizaciones mucho tiempo y no se sumó y otras facultades ya habían suspendido las clases) sí supuso un paso adelante en la organización de las movilizaciones de cara al curso que viene.
La desinformación con la que el gobierno nos ha obsequiado desde que comenzaran a desarrollar la LOU y los planes de Bolonia —la reforma de los estudios universitarios, estableciendo una estructura de grados y postgrados— ha sido total. A lo que estamos asistiendo es a una verdadera reconversión de la universidad pública. Las licenciaturas que no desaparezcan serán a partir de ahora “grados” con menos valor en el mercado laboral frente a los “postgrados”, más especializados, a los que no todos podremos acceder (las plazas serán limitadas y las universidades podrán seleccionar a sus alumnos) pero que serán imprescindibles para poder tener una cualificación que nos permita optar a un puesto de trabajo mínimamente digno.
Por otra parte, no son pocas las facultades donde han sido los propios decanos los que han movilizado al alumnado. De implantarse la división de grado y postgrado, la lucha por los postgrados entre los decanos está servida. Sin embargo, esta actitud de enfrentamiento entre titulaciones que ya se ha empezado a notar y que está impulsada precisamente por esa lucha interesada por conseguir el famoso “postgrado” (que significará más prestigio para algunas universidades, más financiación,...), no hace otra cosa que convertir esta lucha sana de los estudiantes por mejorar sus condiciones de estudio en una lucha movida por intereses corporativistas. Por eso, tenemos que defender la unidad y extensión de la lucha y tener claro que nuestros aliados son los profesores, el personal laboral no docente y los estudiantes tanto de universidad como de instituto.
Son muchos los problemas de los estudiantes en la universidad: los planes de Bolonia, la LOPS en psicología, la LOE a los estudiantes de filosofía,... Pero no sólo la universidad está en peligro, también la reforma de la educación secundaria (LOE) ataca la educación pública: privatizar y elitizar, esto es lo que está detrás de todos estos planes que, en realidad, son uno solo.
A comienzos del curso que viene daremos el pistoletazo de salida a un otoño caliente: unificando las luchas de las distintas facultades y en las distintas zonas del Estado con las luchas de los estudiantes de instituto. Seguiremos exigiendo que el gobierno del PSOE cumpla sus promesas (no olvidemos que Zapatero prometió en la marcha a Madrid contra la LOU, que una de las primeras cosas que haría si ganaba las elecciones sería derogarla) y actuando todos como un solo puño en las calles seremos capaces de parar estas reformas y hacer de la educación un derecho y no un privilegio. El curso que viene ¡¡NOS VEMOS EN LAS CALLES!!
Beatriz García
SE · Filosofía
