Hace unas semanas Sabadell ha vivido una movilización social importante contra la actuación del Ayuntamiento ante un nuevo caso de “exceso” policial. A mediados de abril, un joven de 14 años, David D., estudiante del IES Pau Vila, acabó contra la parHace unas semanas Sabadell ha vivido una movilización social importante contra la actuación del Ayuntamiento ante un nuevo caso de “exceso” policial. A mediados de abril, un joven de 14 años, David D., estudiante del IES Pau Vila, acabó contra la pared, esposado y detenido por un policía municipal por pegar unos adhesivos críticos con el alcalde.

Según la versión policial, el joven se resistió y agredió al agente. En la prensa local se recogió parte de la delirante versión del policía: David agredió al policía desde la bicicleta con la que se dio a la fuga (el policía iba en moto). Las declaraciones de los vecinos de la zona que presenciaron los hechos contradicen completamente la “película” del policía: David estaba muy asustado y gritaba para que alguien lo socorriera. “Cuando el policía llegó donde estaba el chico tiró la motocicleta al suelo y empezó a insultarlo y a amenazarlo diciéndole que si se movía lo mataría”, relata una vecina.

Después de ser detenido, fue interrogado durante una hora por el agente que lo detuvo y otros cinco más, sin poder comunicarse con su familia. Cuando llegó el padre a las dependencias policiales, no le dejaron ver a David hasta después de hablar con el regidor, Paco Bustos, hermano del alcalde. Éste intentó convencer al padre de que no pusiera denuncia, que era un incidente sin importancia. Como no lo logró, retuvieron por unas horas más a David y lo hicieron declarar ante la Policía Nacional. Al final, lo dejaron ir con una denuncia contra él por “desobediencia y resistencia a la autoridad”.

La gota que colmó el vaso

Este nuevo “incidente” fue la gota que colmó el vaso en un ambiente muy crítico con el Ayuntamiento. Por un lado, se recrimina al equipo de gobierno local (hasta hace dos días, PSC-ERC-ICV-EUiA) su falta de reacción ante la impunidad con que han estado actuando grupos neonazis en la ciudad, agrediendo indiscriminadamente a jóvenes y vecinos. Durante demasiado tiempo intentaron reducir el tema a “enfrentamientos entre bandas juveniles”. Las asociaciones de vecinos y la juventud de izquierdas, mientras tanto, llevaron a cabo una campaña de movilizaciones denunciando la impunidad de los grupos fascistas, algo completamente correcto. Los marxistas defendemos la movilización conjunta y masiva de los jóvenes y los trabajadores como la respuesta más efectiva a estos grupos, hasta conseguir barrerlos de la ciudad.

La reacción ante la detención de David fue inmediata: concentraciones ante el Ayuntamiento, huelga de institutos… Y ante el inevitable eco mediático que empezaba a tener el suceso, a los dirigentes locales del PSC no se les ocurrió otra cosa que intentar desviar la atención hacia los grupos “antisistema”, la juventud “radical” y los dos únicos regidores de izquierdas en la oposición (Entesa per Sabadell), culpándolos del clima de crispación política en la ciudad y de importar la kale borroka (!!) a Sabadell. La operación tenía como plato fuerte la renuncia a parte de las responsabilidades de Paco Bustos como regidor porque había recibido amenazas. Pero la operación, lejos de convencer, puso de relieve que en el Ayuntamiento no se enfrentaban a los problemas reales de la ciudad y que se pretendía escurrir el bulto con pantallas de humo. Al final, por más que se quería tapar los hechos que han iniciado las protestas (la detención de David) con ruedas de prensa y declaraciones fuera de lugar, criminalizando a la juventud crítica y todo aquél que discrepe de la versión oficial, la gente se preguntaba: ¿cómo hemos llegado a esta situación en la que la policía municipal se dedica a perseguir a chavales de 14 años por poner pegatinas? ¿cómo hemos llegado a que el Ayuntamiento ampare una actuación así? ¿cómo hemos llegado a que cualquier crítica o discrepancia con el equipo de gobierno local sea tachada indefectiblemente de “radical” o “antisistema”?

La ruptura del

pacto municipal

Al final, la presión del sentir mayoritario de la ciudad ha obligado a los socios de gobierno del PSC a hacer alguna crítica (con la boca pequeña) y a distanciarse del alcalde. Hasta ayer mismo (ERC, ICV y EUiA) han compartido al 100% la política de la dirección local del PSC, que tiene mayoría absoluta y no necesita su apoyo para seguir gobernando. Tan sólo hace unos meses hicieron piña junto al PSC para aprobar una nueva tasa por la recogida de basuras frente a las movilizaciones de las asociaciones de vecinos. Y como en este tema, en todos los demás. El alcalde, Manuel Bustos, se ha anticipado a las asambleas locales de los diferentes partidos y ha dado por roto el pacto de gobierno municipal. Para qué mantenerlos en el gobierno si no le van a seguir rindiendo pleitesía, debe pensar. El paso a la oposición de ICV y de EUiA, aunque precipitado por la decisión del alcalde y no por decisión de los órganos de dirección o por los militantes de estos dos partidos, es un paso positivo para un importante sector de los trabajadores y jóvenes de izquierdas de Sabadell. Ahora falta que en las asambleas de ICV y de EUiA se abra un auténtico debate sobre la política llevada a cabo en el último período. Para muchos está claro que el estar en el gobierno municipal por estar, por los cargos y nada más, sin ningún poder efectivo y real de incidencia sobre los puntos fundamentales de la política municipal, no tiene ningún sentido.

Es necesario un cambio de dirección en los partidos de la izquierda, las anteriores están demasiado comprometidas con la política completamente desastrosa seguida hasta ahora. Y a la vez, PSC, ICV y EUiA se tienen que dotar de un programa municipal con un claro contenido de clase: plan de construcción de viviendas sociales; locales sociales para la juventud y las asociaciones culturales y vecinales; municipalización del servicio de recogida de basuras y de limpieza viaria; guarderías municipales, equipamientos en los barrios, bibliotecas, centros de salud; reestructuración y depuración de la policía municipal… Estas son las dos condiciones que los marxistas de El Militante creemos necesarias para que la izquierda crezca y vuelva a ganarse la autoridad y el apoyo de los jóvenes y los trabajadores de Sabadell.

Lluís Perarnau

Sabadell

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