Centenares de personas abarrotan la sala más grande del Casinet de Sants de Barcelona. Es una de las reuniones de la asamblea de trabajadores de Seat despedidos. A pesar de que los medios de comunicación burgueses ya han dado por zanjado el conflictoCentenares de personas abarrotan la sala más grande del Casinet de Sants de Barcelona. Es una de las reuniones de la asamblea de trabajadores de Seat despedidos. A pesar de que los medios de comunicación burgueses ya han dado por zanjado el conflicto, la lucha por la readmisión de los trabajadores despedidos continúa. La asamblea que retratamos fue el pasado 12 de enero y participaron casi quinientos despedidos, además de algunos trabajadores de planta. El ambiente en la asamblea era de una gran atención a las propuestas que, tanto en el terreno legal como en el de las acciones de lucha, se iban a plantear.

Sobre el supuesto excedente de plantilla, un trabajador que entrevistamos explicó muy bien que en realidad sólo se trata de una excusa para aumentar la explotación de los trabajadores: “No es cierto que sobra plantilla. Yo he ido a entregar partes de baja y me he encontrado gente nueva incorporándose en la plantilla. Si sobrara no entraría gente, eso sería de lógica”. Otro despedido nos comentó: “Sobre si realmente sobra plantilla, da la paradoja que para el año que viene necesitaríamos 500 personas más de la plantilla que había antes de los despidos para cubrir la producción que ellos tienen planteada. Lo que busca la empresa con los despidos es eliminar la solidaridad y combatirla mediante la competitividad entre compañeros de la misma sección”. Y efectivamente es así. El día siguiente a los despidos un directivo de Volkswagen anunció que aún sobraba plantilla. Y para prepararse para los futuros ataques que van a lanzar, han despedido a una parte de los trabajadores más decididos, y no sólo afiliados de CGT sino también, como se comentó en la asamblea, trabajadores afiliados a CCOO y UGT que habían destacado por sus críticas a los dirigentes de sus sindicatos.

Clara disposición a la lucha

La disposición de los trabajadores a luchar contra los despidos se mostró claramente en el éxito de las dos jornadas de huelga convocada por el comité de empresa, además de por lo que sucedió el día que la empresa entregó las cartas de despido. “El día que nos dieron las cartas de despido, los compañeros y compañeras decidieron parar la producción, no hubo ninguna directriz, simplemente la gente paró a decisión propia. Desde luego, los que firmaron el acuerdo han estado unos días sin aparecer por los talleres. La empresa quería hacernos marchar, a los despedidos, cuanto antes. Nos pusieron un autobús y nos dijeron que nos podíamos ir ya, que el día nos lo iban a pagar. Nos querían perder de vista cuanto antes, sobre todo viendo el cariz que tomaba el asunto, con la rabia que recorría todas las secciones, de la primera a la última.”

“El día que nos dieron las cartas de despido, los compañeros y compañeras decidieron parar la producción, no hubo ninguna directriz, simplemente la gente paró a decisión propia”

“Antes de la firma del acuerdo, en una asamblea del turno de noche, un importante número de compañeros decidimos paralizar la autovía. Nos parecía increíble que los dirigentes de UGT y CCOO nos plantearan sólo una hora de paro, y encima sin salir a la calle, para que no nos vieran. Desde luego, no hicimos caso de la “unidad de desmovilización” y salimos a cortar la autovía. Decidimos no volver a trabajar aquella noche y miraríamos de mantener el piquete hasta la llegada del siguiente turno, para presionar y ver si seguían nuestro ejemplo. Bueno, llegaron los antidisturbios. El ambiente estaba caldeado. Un miembro del comité nos dice que volvamos a la fábrica, que han acordado el paro para todo el día. Al entrar en la fábrica nos encontramos cada uno en su taller. Fuimos bastantes los que no volvimos a la línea de producción, a pesar del jefe de taller y del supervisor de cadenas. Pero también es cierto que otros compañeros volvieron a la línea. La unión hace la fuerza, está claro, y a nivel individual, con el supervisor de cadenas presionándote, no es tan fácil. Bueno, al final, a los que no volvimos nos sancionaron con 30 días de empleo y sueldo. Aunque esto sólo era el aperitivo de lo que nos tenía reservado la empresa.”

“Yo soy un despedido de Seat y equivalgo a tres de las subcontratas. Somos mucha gente. Nos tenemos que unir todos, si no habrá mucha gente que habrá perdido el pan”.

En la asamblea se propusieron toda una serie de acciones para realizar, algunas de las cuales ya se han iniciado. También se acordó constituir un comité de solidaridad con la lucha de Seat para desarrollar una campaña de solidaridad contra los despidos. Esto es importante porque “no es sólo Seat sino que también los proveedores y las subcontratas que tiene Seat, que son muchos. Por ejemplo, yo soy un despedido de Seat y equivalgo a tres de las subcontratas. Somos mucha gente. Nos tenemos que unir todos, si no habrá mucha gente que habrá perdido el pan”. Pero como comentaron varios trabajadores despedidos: “hay que ir a la puerta de la fábrica, a que nos vean la cara!”. Un veterano militante, fundador de CCOO en Seat durante la dictadura franquista, explicó cómo los ataques de la empresa hace treinta años consistían en lo mismo (la nueva Seat, con los viejos métodos de explotación y represión sindical) y que lo que había que hacer era lo que en otras ocasiones paró a la empresa: “parar la producción, que no salga ni un coche de factoría, eso es lo que obliga a la empresa”. Indudablemente que esto es cierto, la clave de la lucha se encuentra dentro de la fábrica, y para conseguirlo es imprescindible una campaña permanente de explicación que convierta la rabia e indignación que hay entre los trabajadores en lucha y organización por la readmisión de los despedidos y por el mantenimiento de todos los puestos de trabajo.

Realizada por compañeros de El Militante y del Sindicato de Estudiantes

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