A esta situación se le suma el incumplimiento del convenio por parte de la contrata que crea conflictividad entre la plantilla por diversos puntos: falta de infraestructura y recursos humanos y materiales; no cobertura de vacantes por accidentes, enfermedad o excedencias; falta de plantilla; falta de abonos de productividad variable; contrataciones temporales fraudulentas; no cumplimiento de sentencias de la Magistratura de Trabajo y la constante vulneración de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Basándose en estos incumplimientos, habituales siempre que se cambia de contrata, los trabajadores, con el apoyo de la Sección Sindical CGT Limpieza, deciden ir a la huelga indefinida el 30 de octubre del 2005. La empresa consiguió detener la huelga gracias a un acuerdo, pero posteriormente, se convocó indefinida a partir del 30 de enero de 2006.

Tras una semana de huelga, los trabajadores consiguen ganar todas las reivindicaciones hechas por el Comité de Huelga, que se basaban en los citados incumplimientos empresariales. Reivindicaciones que no consisten más que en el cumplimiento del convenio que con tanto esfuerzo ha logrado la plantilla de limpieza con una larga tradición combativa.

Por eso, esta victoria de la lucha no es la primera ni será la última de un colectivo que lleva años y años luchando, que son un ejemplo de combatividad sindical en busca de los derechos de los trabajadores y es esta combatividad lo que ha llevado a esta victoria y al mantenimiento de un convenio logrado a base de movilizaciones a lo largo de los últimos años.

Sin embargo la lucha no ha acabado ni mucho menos, porque ahora la empresa ha declarado la huelga ilegal y quiere abrir un expediente de despido a algunas trabajadoras del comité.

Es en estos momentos cuando estas trabajadoras necesitan del apoyo y la solidaridad de todos en su batalla por lo que les pertenece y desde El Militante les brindamos ese apoyo y todos los medios a nuestro alcance para contribuir a la victoria en su lucha, que es la de todos, en busca no sólo de mejorar las condiciones laborales sino de un modelo sindical combativo, de clase y democrático que sea capaz de recoger el inmenso potencial de lucha que ofrece la clase obrera, con ejemplos tan evidentes como es este caso.

¡Solidaridad con los trabajadores de limpieza del Ramón y Cajal!