El 7 de septiembre los sindicatos con representación en el comité general intercentros de RTVE (CCOO, UGT, APLI, USO), han pasado a referéndum entre los trabajadores el “Acuerdo para la constitución de la corporación RTVE”, documento que apoyaron conEl 7 de septiembre los sindicatos con representación en el comité general intercentros de RTVE (CCOO, UGT, APLI, USO), han pasado a referéndum entre los trabajadores el “Acuerdo para la constitución de la corporación RTVE”, documento que apoyaron con su firma, primero CCOO el pasado 12 de julio junto con la de RTVE y La SEPI y poco más tarde el resto de las organizaciones sindicales con representación en el comité intercentros. Los días previos a la celebración de esta consulta, estas organizaciones sindicales han realizado una vehemente campaña de defensa del SI.

La sección sindical de CCOO de RTVE publicó una hoja, que entre otras cuestiones planteaba lo siguiente: “Si se vota NO la negociación debería recomenzar. La SEPI plantearía otras bases y perderíamos lo obtenido (sic) hasta ahora. Es preferible quedarnos con lo conseguido y continuar la negociación para conseguir mejoras. Con el NO habría un debilitamiento de la representación sindical y una mayor división entre los que se quieren ir y los que se quieren quedar. En estas circunstancias no serían posible movilizaciones exitosas y menos aun conseguir mejoras en la negociación.”

UGT se expresaba en términos similares: “No continuar con la negociación como instrumento para modificar las intenciones peores para RTVE y sus trabajadores, es apostar por un escenario de conflictos y huelgas ( ¡¡Dios nos libre!!) que tendríamos que llevar en solitario y con la hostilidad mediática y social y que nos desgastarían a medio plazo sin lograr mejores resultados. Posiblemente el resultado final, de ese otro camino, sería un plan de ajuste aún más duro que el que ahora planteaban.”

Por otro lado los representantes sindicales han explicado de forma también insistente que “no se iba a votar por el ERE, porque todavía no está negociado, ni por el nuevo convenio, sino por el nuevo acuerdo que permite dar una salida negociada y consensuada a la situación de RTVE”.

Así, huérfanos de dirección, sin alternativa de lucha que hayan considerado viable, el resultado del referéndum entre los trabajadores ha dado la victoria al SI.

En concreto el resultado ha sido: con la participación del 69,8% (6.453 trabajadores de un total de 9.805), el 75,51% ( 4.937 trabajadores ) han votado SI, 1009 ( el 15,64% ) han votado NO, además de 507 votos en blanco y 80 nulos.

Los que han preconizado el NO han sido CGT y La Asociación de afectados por el plan de RTVE, de reciente creación.

Estas organizaciones, aunque han canalizado una parte del rechazo que ha generado entre los trabajadores la actitud de los sindicatos, fundamentalmente CCOO y UGT, como demuestra el propio resultado del referéndum y los cerca de 700 socios con los que cuenta esta Asociación de afectados, no han sido vistos como un cauce lo suficientemente sólido para emprender una lucha que se presentaba bastante dura, teniendo en cuenta además que esta batalla debía plantearse contra el Gobierno, la SEPI y contra sus propios sindicatos.

Al final, ante esta situación, la presión de las organizaciones sindicales que haciendo frente común con la administración, presentaban el NO como el “Armagedon” y la perspectiva de una prejubilación probablemente muy generosa, no debe sorprendernos el resultado de este referéndum.

De todas formas, por todo lo explicado, pensamos que sería un error pensar que este resultado refleja un apoyo a la línea sindical seguida en este conflicto y que CCOO y UGT van a salir fortalecidos entre los trabajadores de RTVE.

Pero ¿en que consiste este “Acuerdo para la constitución de la corporación de RTVE”?

Prestemos atención a algunos de sus puntos: “RTVE y SEPI han comprobado la necesidad de contemplar un excedente de la plantilla actual, del orden de 4150 personas.” Este “excedente de plantilla” lo eliminarán mediante prejubilaciones a las que se podrán acoger todos aquellos que acrediten una antigüedad superior a seis años y tengan cumplidos 52 años más a 31 de diciembre de 2006, extendiéndose el cumplimiento de este requisito de edad hasta el 31 de diciembre de 2008. La cuantía de esta prejubilación está por concretar pero se estima que en términos de salario medio, debe suponer un tanto por ciento similar al último expediente de tal carácter que tuvo lugar en el grupo RTVE en 1997 (el 90% del salario neto aproximadamente).

Para los menores de 52 años se negociará un sistema de bajas incentivadas.

Hoy los sindicatos asumen y aceptan que sobran trabajadores y contribuyen a eliminar esos puestos de trabajo, pero tan cerca como en noviembre de 2005, estos mismos sindicatos que conforman el comité intercentros escribían lo siguiente en una hoja informativa editada para la manifestación que los trabajadores de RTVE protagonizaron en diciembre de ese mismo año: “RTVE no es grande en comparación a cualquier radiotelevisión pública de nuestro entorno. No estamos ante un sector en crisis sino ante un negocio en expansión. En RTVE no sobran trabajadores, puesto que se contratan cada vez más empresas de servicios y productoras de programas. Estamos ante otro más de los ejemplos de política neoliberal, que provoca las sucesivas subcontrataciones y la precariedad y sobreexplotación de los trabajadores.” ¿Ahora si sobran trabajadores? El acuerdo también recoge que “la producción propia en programas no informativos no será inferior a la actual”; refiriéndose al tema de la subcontratación, Marcel Camacho (Secretario general de la sección sindical de CCOO de RTVE) explicaba en las páginas de El Militante en marzo de este año: “Calculamos que solo el 50% es producción interna. El resto es externa o mixta. En muchos casos esto duplica los costes y fundamentalmente deteriora el mercado laboral.” ¿Qué ha cambiado en la política de subcontrataciones en RTVE para que en marzo se rechace y ahora se avale?

A esto el mismo Marcel puede responder con uno de los párrafos del mismo acuerdo: “La corporación se compromete a incluir, como criterio de selección en los concursos públicos o peticiones públicas de ofertas que en el futuro puedan convocarse para la prestación de servicios en la corporación, la equiparación de las condiciones laborales entre los trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas y el personal de la corporación en las mismas categorías o que desarrollen funciones similares.”

¿Qué importancia tendrá ese criterio con respecto a los demás a la hora de adjudicar el trabajo? ¿Será un factor determinante o uno más? Nada se dice de esto; este redactado, intencionadamente ambiguo, es el lenguaje clásico que tiene como objetivo presentar lo que realmente son castillos en el aire como una conquista.

Logros, ¿Qué logros?:

Los dirigentes sindicales insisten en la idea de amarrar lo conseguido hasta ahora, pero ¿qué se ha conseguido?

Veamos; En referencia al centro territorial de Canarias el acuerdo dice: “En Canarias se efectuarán producciones relacionadas con su especial condición de región insular y ultra periférica”, ¿Esto significa que se mantiene el centro territorial con las desconexiones de programación como siempre se ha reivindicado? No, el propio acuerdo nos dice que “la solución específica se deja para la comisión de seguimiento” mientras, si está concretado el cierre de la cadena en catalán Radio 4, a la que nos dicen que se le busca una “solución alternativa.”

En cuanto a la Orquesta y Coro de RTVE, esta continua pero pendiente de confirmar una nueva configuración jurídica, dejando abierta la posibilidad de que esta forma jurídica sea distinta de la pertenencia directa a la corporación. Esto también se concretará en la comisión de seguimiento.

El buque insignia de estos “logros” es el del compromiso de crear 1.300 puestos de trabajo. Este dato no oculta la cruda realidad; los sindicatos han avalado que la actual plantilla conformada por 9.805 trabajadores sufra un recorte neto de cerca de 4.000 trabajadores, para que la plantilla objetivo se quede en 6400 trabajadores (5900 fijos y 500 contratados ).

Por otro lado, las condiciones laborales concretas también se concretarán en la comisión de seguimiento.

Hay algunos aspectos más contemplados en este acuerdo, pero pensamos que con lo explicado hasta ahora podemos hacernos una idea bastante aproximada de lo que los sindicatos han avalado con su firma.

Estamos ante un episodio más protagonizado por el sindicalismo que hoy practican los dirigentes de CCOO y de UGT y que lo único que está sirviendo es para que derechos conquistados con tanto esfuerzo sean recortados una y otra vez.

Los dirigentes sindicales abordan los ataques de la patronal (ya sea esta pública o privada), con la derrota como punto de partida, compartiendo en la práctica la lógica mercantil defendida por los empresarios y “gestores” públicos; despreciando la capacidad de lucha de los trabajadores, tocando a retirada inmediatamente, asustados por la supuesta fortaleza del patrón, para después, rápidamente acusar a los trabajadores de no estar dispuestos a luchar o a solidarizarse con la lucha.

Los trabajadores de RTVE han demostrado estar dispuestos a luchar por defender los puestos de trabajo, por defender una RTVE como servicio público, cuyo criterio fundamental de funcionamiento sea el de servir a la sociedad, el ser un factor real para elevar el nivel cultural y moral de la sociedad; recordemos la multitudinaria manifestación de diciembre de 2005 o la huelga general de abril de 2006 por solo poner los ejemplos más significativos. Han sido los dirigentes sindicales los que asustados, si asustados, ante la perspectiva de una lucha dura, han abandonado la pelea sin plantearla realmente.

Las luchas se pueden ganar o perder, pero la peor derrota es la que se produce sin plantear batalla. Los dirigentes sindicales hablan de que hay aspectos centrales que desarrollarán este acuerdo en el marco de la comisión de seguimiento, aspectos como la cuantía concreta del ERE, las condiciones de trabajo reales de los trabajadores que se quedan, el futuro de algunos centros territoriales, etc, ¿en que condiciones coloca a los trabajadores a la hora de afrontar la negociación de estas cuestiones, cuando los sindicatos han insistido en la idea de que si la empresa se lo propone inevitablemente llevará a cabo sus planes? ¿ha salido fortalecida la capacidad combativa de los trabajadores cuándo, además cerca de la mitad de la plantilla estará pendiente de su salida individual?

Los dirigentes sindicales insisten en que no había alternativa, que era necesario escoger el mal menor, defendemos que esto es falso. En el Militante de abril de este año decíamos: “Es evidente la relación entre el ataque a los trabajadores de RTVE y el futuro del sector, por lo que las condiciones objetivas para convertir esta lucha en una movilización general por frenar y acabar con la precariedad, están dadas. Preparar nuevas movilizaciones en la perspectiva de involucrar a todo el sector, es la clave para la victoria de los trabajadores de RTVE y de todo el sector en su conjunto.

Los trabajadores de RTVE son el referente. Son los que todavía mantienen parte de las condiciones laborales arrancadas en la lucha en años anteriores, por lo que los trabajadores de las distintas radios y televisiones están muy pendientes de este conflicto, conscientes de que de salir adelante los planes del Gobierno, los efectos en las condiciones de trabajo de todos serían muy negativos.

Un paso muy importante en el camino de organizar la lucha de todo el sector, sería el de organizar una reunión con todos los representantes sindicales de todas las radios y televisiones, con el objetivo de elaborar una plataforma reivindicativa y un calendario de asambleas y movilizaciones al que ir incorporando escalonadamente a las distintas empresas del sector.” ¿En que se basan los dirigentes sindicales para decir que la lucha era inviable, que este camino tendrían que recorrerlo en solitario los trabajadores de RTVE? No en la actitud de los trabajadores, desde luego.

Los trabajadores de RTVE, pensamos que tienen una tarea urgente, necesitan promover un debate interno dentro de las secciones sindicales de CCOO y de UGT que tenga como objetivo dar un giro de 180 grados en la estrategia sindical de estas organizaciones, además de renovar completamente su dirección, ya que esta ha demostrado no estar a la altura de las circunstancias.

Esto sería un ejemplo para el resto de trabajadores que en nuestras empresas y tajos sufrimos las consecuencias de un modelo sindical que ha demostrado en demasiadas ocasiones su inutilidad, para abordar la misma tarea de recuperar nuestras organizaciones sindicales como instrumentos de lucha para defender nuestros derechos.

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