Los trabajadores sabemos que las grandes empresas, y en lugar destacado El Corte Inglés, fomentan el sindicalismo amarillo de la patronal y hacen todo lo posible por desarticular el intento de organización de los trabajadores, tanto en CCOO como en cLos trabajadores sabemos que las grandes empresas, y en lugar destacado El Corte Inglés, fomentan el sindicalismo amarillo de la patronal y hacen todo lo posible por desarticular el intento de organización de los trabajadores, tanto en CCOO como en cualquier otro sindicato que la empresa tache de rojo. El motivo del actual conflicto es la protesta por otro despido, en esta ocasión del compañero Federico Rodríguez, delegado de la sección sindical de CCOO de Málaga-Bahía Blanca, que venía trabajando en esta empresa durante 35 años y ha sido cesado de forma totalmente injusta.

La excusa para este despido del compañero Federico —explicada en detalle en www.militancia.org— ha sido la devolución por parte de una cliente del soporte de una TV de plasma que no era del modelo correspondiente a la TV. Posteriormente, en el trámite de la compra del nuevo soporte, dicha cliente observa que su TV acaba de ser rebajada en 1.000 euros y quiere devolver su compra anterior para volver a comprar el mismo modelo, y así beneficiarse de la oferta (“Si no queda satisfecho, le devolvemos su dinero” dice la publicidad. No dice nada si después decido comprarlo nuevamente y ahorrarme unos euros).

Federico propuso a su jefe que para que la empresa no perdiera dinero con el gasto de transporte de ida y vuelta del mismo modelo, que se hiciera todo el papeleo de la operación sin devolver físicamente la TV. El jefe de Federico autorizó la totalidad de la operación.

Resultado: Federico es despedido después de 35 años de servicios para El Corte Inglés, siendo durante más de 20 años el número uno en ventas de Málaga… En El Corte Inglés se funciona así… Ah! por cierto, el finiquito de Federico ha sido después de 35 años de cero euros.

Evidentemente los motivos alegados por la empresa son una burda excusa. Federico y otras compañeras y compañeros, como Charo Alcalde (despedida también por motivos sindicales en Málaga hace tres años, despido declarado nulo por el juez) están en el punto de mira desde que se negaron a trabajar “casi gratis” los domingos que les exigió la empresa. Después se afilian a CCOO (¡oh, terror!!) y encima Federico, que es trasladado a un nuevo centro en el extrarradio de Málaga (donde, evidentemente, va a cobrar menos comisiones), decide montar allí una candidatura de CCOO para las próximas elecciones sindicales. Queda claro el montaje.

Violencia física contra

los piquetes

La cosa no se acaba aquí. El pasado 1 de julio un piquete informativo de CCOO recorría El Corte Inglés de Málaga informando de esta situación. Para ello se pusieron unos petos rojos con la leyenda “Readmisión despedidos” y el anagrama de CCOO. La empresa mandó un grupo de vigilantes de seguridad con la misión de reprimir y de agredir a los sindicalistas: un compañero intenta bajar la escalera mecánica y lo tiran rodando por las escaleras en funcionamiento, lo golpean e intentan esposarlo. Otros compañeros que intentan mediar, también son tirados violentamente al suelo, esposados y, seguidamente, tres guardas jurados empiezan a darles patadas en los riñones. Los compañeros fueron atendidos en urgencias del Hospital Carlos Haya y luego se dirigieron a Comisaría para interponer denuncia por retención ilegal y agresión física, para llevar el caso a los tribunales.

Los que hemos comprado la prensa estatal durante este verano hemos buscado en vano una información digna sobre este asunto. Tampoco se informó de la manifestación de unos 300 delegados de hostelería y comercio que acabó formando una cadena humana que rodeó el edificio de El Corte Inglés a la vez que entregaban octavillas informativas denunciando la política de represión sindical de la empresa a los ciudadanos.

Tampoco se informó en esta prensa de las decenas de sindicalistas de CCOO de todo el Estado que protestaron en la junta de accionistas, en agosto, ante los despidos mencionados anteriormente, al que habría que sumar por motivos sindicales, el del compañero de Sevilla Alberto Martín. La verdad es que en esta protesta los trabajadores se sintieron un tanto solos, sin ningún representante sindical conocido que les apoyase en un acto tan significativo y con la ausencia clamorosa incluso de representantes de las ejecutivas provinciales en algunos casos.

El País, El Mundo..., que se dicen independientes, son en esencia prensa burguesa, que siempre dará una cobertura irrisoria de la vida cotidiana de los trabajadores y de nuestros padecimientos. En el caso que nos ocupa se trata de que lo que está pasando en la empresa del Sr. Isidoro Álvarez, no llegue a oídos de sus 72.000 asalariados y el resto de trabajadores. Pero sí informan orgullosos de lo beneficios a sus accionistas. Los ingresos declarados de las actividades en el ejercicio 2004 fueron de 15.049,61 millones de euros y los beneficios de 840,20 millones de euros. Esto demuestra que cada trabajador había generado en el periodo analizado unas plusvalías aproximadas de 11.669,44 euros al año por persona, entendiendo por plusvalías el salario dejado de pagar a los trabajadores, que significa el beneficio que se embolsa el empresario. Estos son lo que ellos llaman beneficios legales.

Los trabajadores creamos hace décadas nuestros sindicatos de clase para luchar por esas plusvalías que generamos nosotros. Ya hay tres centros en todo el Estado (incluyendo el de Málaga Centro) en los que CCOO ostenta la representación mayoritaria entre los trabajadores, habiéndoselo arrebatado a los sindicatos amarillos en los últimos años. En esos centros ha habido despidos, traslados, amenazas… Hace apenas tres años hubo otro apaleamiento público de sindicalistas en Málaga. En aquella ocasión incluso encerraron a compañeras en una habitación. La empresa está rabiosa. Rabia porque el sindicalismo de clase avanza y va a ser imparable. Vamos a luchar y el compañero Federico y los demás despedidos van a ser readmitidos. Vamos a luchar en esta empresa y en todas hasta acabar con todo este estado de cosas.

¡Readmisión inmediata

de los trabajadores!

¡No a la represión sindical

en El Corte Inglés!

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