Soy Damián Martínez Camarasa, delegado miembro del Comité de Empresa de GRESAN S.L, delegado de la Sección Sindical de GRESAN y miembro de la Ejecutiva de la Unión Comarcal de Comisiones Obreras de Andorra (Aragón), como secretario de Acción Sindical.
Comencé a trabajar en Gres de Andorra (GRESAN SL), hace casi diez años, una empresa que se dedica al gres y la cual tiene dos empresas más en Castellón. Cuando entré a formar parte del Comité de Empresa, lo hice con mucha ilusión convencido de que podría mejorar en la medida de lo posible los derechos laborales y sociales de mis compañeros y que además, como miembro de la Ejecutiva Comarcal, luchar y mejorar también los derechos de los trabajadores de otras empresas.
Mi trabajo en el Comité de Empresa no ha sido un camino de rosas, ni mucho menos. Al principio eran los problemas habituales que surgen entre la dirección y el comité; pero esto cambió en el momento en que la Dirección dejó intervenir al gestor y asesor que la misma tiene en mi pueblo, este "señor" comenzó lazando ataques contra mi vida personal, agravios que culminaron el pasado día 2 de julio, cuando la dirección me acusó de haber falsificado cuatro justificantes médicos.
Con responsables de Comisiones Obreras fuimos a los diversos centros sanitarios, contactando con los médicos que me atendieron en su día, los cuales me redactaron informes certificando que yo había estado allí, además de prestarse a ir a declarar al juicio, si lo hubiera.
El día 4 de julio hago entrega de las primeras alegaciones, instándole a la empresa por escrito a que me entregara los justificantes médicos que presuntamente había falsificado, para así poder yo mismo cotejar dichos justificantes y averiguar si ellos los habían "tocado", pero dichos justificantes ya los habían depositado en un notario de Teruel, a principios del mes de agosto, por lo que no se los puede llevar ni a mi perito calígrafo ni a mi abogado, para hacer las pertinentes pruebas y el consiguiente informe pericial; la empresa no me ha querido dar ni esa opción; claro, "al enemigo ni agua".
El día 6 de julio, acompañado de representantes de CCOO, nos presentamos en las oficinas del "asesor y gestor" de mi empresa GRESAN S.L, entregando toda clase de informes y documentos, al instructor del expediente contradictorio (el jefe de personal de Gresan), en los cuales se demuestra que yo he asistido a las citas médicas los cuatro días de los que se me acusa.
El día 16 de julio por la mañana  me llama el Jefe de Personal de la empresa (el instructor) y me comunica la decisión de proceder al despido disciplinario por trasgresión de la buena fe contractual, haciendo caso omiso a todos los informes entregados para mi defensa, con la imputación hacia mi persona de falsificar documentos oficiales y basándose en el artículo 54.2, apartado d, del Estatuto de los Trabajadores. Me echan a la calle con una falsedad y 1.200 euros de finiquito: esto es sencillamente ¡SURREALISTA!
El día 18 de julio, nos reunimos en asamblea todos mis  compañeros de trabajo, en la misma se aprueba por mayoría plantear una convocatoria de huelga indefinida para el día 17 de septiembre y decir ¡BASTA!
Para terminar indicaros, que estas actitudes BRUTALES, caciquiles, con falta de rigor y coherencia, de estas "empresas" sólo tienen un nombre PERSECUCION SINDICAL, que todo trabajador honesto consigo mismo y que se precie, no las puede dejar pasar, teniendo que unirnos y defendernos. Lo único que nos librará de estas aptitudes, no es otra cosa que nuestra gran arma la LIBERTAD SINDICAL, por favor, cuidémosla siempre.

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