Las muy temidas siglas ERE (Expediente de Regulación de Empleo) parecen una nueva variedad de hongo que no para de reproducirse. En la Comarca Sur de Madrid brotan por doquier.
Leganés
En Tapón Corona plantean algo más jugoso: prejubilaciones; el Ayuntamiento les ofrece suelo en el "Leganés Tecnológico" para mantener la ubicación de la empresa en el municipio, y también comprarles el terreno (no sabemos a qué precio, puede que sea muy rentable para la empresa) para hacer vivienda pública (tampoco sabemos si VPO, VPP, en régimen de compra, de alquiler...), y muy posiblemente tras el cambio contraten nuevos empleados pero con diferentes condiciones (¡jugada redonda!).
En el mismo municipio, Roca y Cairo plantea deshacerse de la mitad de su plantilla (50 trabajadores de 100), "ofreciendo" una generosa indemnización de 20 días por año. SPA, que cuenta con dos empresas en las mismas instalaciones, inicia un ERE en ambas por la vía concursal, que afecta a 150 trabajadores; en septiembre la plantilla ya llevaba tres meses sin cobrar...
Getafe
En Getafe no paran de brotar: Mundomotor se deshace de casi toda la plantilla; Cofrisa, que tras varias movilizaciones despide a 155 trabajadores de un total de 177, con los mayores de 58 años con una prejubilación cobrando el 85% del sueldo, con indemnizaciones de 42 días por año y un tope de 24 mensualidades para el resto, y los que lleven menos de dos años llevándose 3.000 eurillos... porque deslocalizan la producción a China, gracias a las subvenciones recibidas por Esperanza Aguirre, para abrir allí una nueva planta, aunque hay rumores de que allí sólo llevarán el 25% de la producción y el resto se seguirá haciendo en la zona pero en talleres con peores condiciones; además también les premian recalificándoles el suelo de industrial a oficinas (con lo que sacan otro pellizco). El grupo Siemens-Nokia Networks quiere cerrar la histórica fábrica de producción que tiene en el centro de Getafe, eliminando los empleos de taller que quedan tras los sucesivos expedientes...los trabajadores se concentran todos los días en la puerta durante el tiempo de bocata...
Pinto
En Pinto asistimos a un nuevo caso en Roypas, empresa que produce caramelos; 39 familias están en la calle y no hay ningún compromiso de mantener al resto de la plantilla; el Grupo Dédalo (perteneciente a PRISA), que tiene tres empresas en Pinto, pretende echar a unos 400 trabajadores. Tras varias movilizaciones en Pinto por el mantenimiento del empleo industrial, se da por perdido lo de Roypas por parte de los sindicatos. El día 16, justo antes de dos jornadas de huelga planteadas en Mateu Cromo (grupo Dédalo), CCOO y UGT llegan a un acuerdo con la patronal en el instituto laboral y desconvocan la huelga hasta ver si los trabajadores lo ratifican. El acuerdo consistía en la retirada del ERE por parte de la empresa y una bolsa de flexibilidad que pretendían imponer, pero a cambio de prejubilaciones (para los mayores de 55 años) y el resto irían a formar parte de una nueva empresa pero cobrando menos y con diferentes condiciones, sin antigüedad... Afortunadamente los trabajadores en asamblea han rechazado el preacuerdo, y el lunes 23 volvieron a movilizarse.
El cuento de nunca acabar
La destrucción de tejido industrial, deslocalizaciones, eliminación de empleo con derechos y sustitución por otros trabajadores más precarios son una constante en nuestro país; en realidad, las siglas se acomodan bien al lema "Extorsión, Represión, Eliminación". Es un chantaje permanente a las plantillas para eliminar derechos conquistados a través de largos años de lucha, para fragmentar las plantillas en grupos más pequeños y enfrentarlos entre sí, para hacer más difícil la resistencia de los trabajadores, bajo la amenaza permanente de cierre, pérdida de todos los puestos de trabajo... y normalmente acompañado de la sustitución de los más combativos, los más veteranos (también con más experiencia de lucha), por otros más dóciles y más fáciles de chantajear... Cuando esto no sirve, se utiliza directamente la represión, en sus diferentes fórmulas: suspensión de pagos, sanciones a los más peleones, amenaza de echar directamente el cierre...
Llueve sobre mojado. El goteo de noticias similares es incesante. La atomización de los conflictos es una lacra: da la sensación de que se está demasiado aislado, que la empresa es demasiado fuerte, que no se puede hacer nada... Además, la legislación cada vez les ayuda más: con la Ley Concursal se han acelerado y facilitado los procesos para la patronal. Hay que invertir esas siglas, pasar del "Estamos Retrocediendo Eternamente" al "Extensión del conflicto (territorial y sectorial), Respuesta unitaria y organizada: Éxito garantizado". Porque no es un problema de tal o cual trabajador: es un problema social, que responde a una estrategia organizada de toda la patronal, y hay que darle una respuesta organizada de toda la clase trabajadora.
Hay que seguir el ejemplo de los trabajadores de Mateu: no resignarse, continuar la lucha. Porque si luchamos podemos perder, pero si no, estamos perdidos; porque somos la mayoría de la población y juntos somos fuertes, sólo a través de grandes movilizaciones, generalizando las luchas podemos superar las dificultades del aislamiento y desplegar nuestra fuerza real, que es enorme. "Empecemos a Romper su Estrategia".
Los sindicatos deben ser herramientas útiles
Los trabajadores creamos nuestras organizaciones sindicales con grandes esfuerzos, sudor y luchas que han costado vidas. Lo hicimos para que fuesen nuestras herramientas para defender nuestros derechos e intereses ante la patronal. Los sindicatos de clase deben servir para organizar a toda la clase trabajadora frente a la ofensiva patronal. ¿Por qué se negocia cierre tras cierre, expediente tras expediente? ¿Por qué no se unifican las luchas? ¿Por qué se limitan a gestionar las indemnizaciones?
No sirven las excusas de que la gente no se mueve, que no hay ambiente, que es muy difícil... Se ha luchado en condiciones más duras y difíciles y se han conseguido grandes conquistas (derechos sociales, condiciones laborales dignas, servicios públicos...). ¡No hay excusa! Somos fuertes cuando golpeamos juntos, y estamos dispuestos a luchar, pero hay que organizar las luchas seriamente, para ganar, para conseguir cosas, no como un mero trámite.
Si los dirigentes no son capaces de hacer lo que tienen que hacer, quizá deberíamos plantear los trabajadores EREs a las direcciones de nuestros sindicatos... y tomar nosotros mismos las riendas de nuestra herramienta para organizar eficazmente la lucha. "Empecemos a Romper Esquemas".
