El 22 de diciembre la dirección de Seat hizo su propia lotería: dio a conocer la lista de los 660 despedidos. Uno a uno, a los trabajadores a los que les tocó la papeleta, los esperaban en el puesto de trabajo con la carta de despido. Allí mismo lesEl 22 de diciembre la dirección de Seat hizo su propia lotería: dio a conocer la lista de los 660 despedidos. Uno a uno, a los trabajadores a los que les tocó la papeleta, los esperaban en el puesto de trabajo con la carta de despido. Allí mismo les decían que les daban el “día libre” y los acompañaban a la taquilla para que recogieran sus efectos personales. La incertidumbre acerca del futuro inmediato de los últimos días, cuando las direcciones de UGT y CCOO planteaban ya la necesidad de hacer “sacrificios” (es decir, aceptar despidos) para defender mejor la “viabilidad de la empresa”, dejó paso a un sentimiento de rabia e incomprensión. Muchos trabajadores despedidos preguntaron qué criterio había seguido la empresa. ¿Por qué a mí y no a otro? No obtuvieron más respuesta que las palabras llenas de cinismo del presidente de Seat, Andreas Schleef: “Nos quedaremos con los que más necesitamos”. En realidad, se han cebado con las mujeres (un 20% de los despedidos, cuando sólo son un 12% de la plantilla), se han cebado con los mayores de 55 años, cuya recolocación en otra empresa es prácticamente imposible, se han cebado con los trabajadores que padecen de alguna enfermedad o han estado enfermos y que por ese motivo han estado de baja… Del mismo modo han procedido con los trabajadores más combativos que se han opuesto al acuerdo, como los afiliados de CGT (el porcentaje de despedidos de CGT triplica el de la afiliación en la plantilla), lo que constituye un caso flagrante de persecución sindical.

En cuanto se supo en la plantilla que los despidos ya se estaban llevando a cabo, los paros y las asambleas fueron inmediatos. Por la mañana comenzaron en los talleres de pintura de Martorell, una de las secciones más afectadas, para extenderse rápidamente a las líneas de montaje y a la sección de chapistería. Por la tarde la asamblea acordó parar durante las 8 horas del turno. Lo mismo acordó la asamblea de la noche. También hubo paros en la Zona Franca y en algunas empresas proveedoras.

CGT ha decidido recurrir la resolución de la Conselleria de Treball que autorizó el expediente de regulación de empleo y ha anunciado que el 3 de enero dará a conocer nuevas acciones de protesta.

CGT y los trabajadores que se oponen al acuerdo deberían forzar la convocatoria de asambleas por turnos para impulsar un plan de lucha contra el expediente. El recurso a la resolución de la Conselleria dejaría de ser un acto testimonial con la convocatoria de huelga y manifestación. Hay que demostrarle al tripartito y a las direcciones de UGT y CCOO que los trabajadores de Seat rechazan mayoritariamente el pacto de los 660 despidos.

Lluís Perarnau

UGT · Barcelona

banneringles

banneringles

banner

banner

banner

banneringles

banneringles

bannersindicalistas

bannersindicalistas