En las asambleas, a las cuales han asistido más de 5.000 trabajadores, se ha hecho hincapié en la necesidad de vincular a esta lucha a los obreros de la fábrica de Citroën. Correctamente, los trabajadores realizan sus concentraciones ante dicha factoría, consiguiendo retrasar el cambio de turno entre una y dos horas y logrando su objetivo de solidarizar a los trabajadores de la planta.

La última huelga del metal en Vigo, en el año 1997, duró 23 días, lo que demuestra que el proletariado vigués no se rinde fácilmente y mantendrá el conflicto hasta alcanzar sus objetivos.

EM: ¿Nos podría explicar las causas de esta movilización?

Ramón Sarmiento: Con esta movilización estamos reivindicando un convenio que afecta a más de 20.000 trabajadores. Consideramos que estamos realizando la reivindicación contra la precariedad más fuerte que se está planteando hoy en día en el país. Sabemos que somos la vanguardia contra la precariedad regulada en un convenio provincial. Es una lucha que se sabe de antemano que va ser dura y larga pero los trabajadores saben de sobra el peso que tienen en esta conquista y no vamos a ceder.

EM: ¿Cuáles son concretamente las reivindicaciones?

RS: Pues se está hablando de que en todas las empresas del convenio del metal haya un 75% de trabajo fijo y en los astilleros donde se externalizó la práctica totalidad de su actividad con industria auxiliar, los trabajadores de esta industria estén regulados todos en una bolsa de trabajadores que tengan la condición de “fijos o bien fijos discontinuos” pero que no estén a expensas de que otros trabajadores más baratos entren por la puerta y los que están ahora mismo queden fuera. Queremos que las plantillas auxiliares sean fijas en los centros de trabajo que son hoy por hoy necesarios para desarrollar la actividad.

EM: ¿Y como ve las perspectivas de la huelga?

RS: Hoy somos más que ayer y más que anteayer y esto se va incrementando con el paso de los días. Como siempre, el metal ha tenido el apoyo de toda la ciudad de Vigo. El jueves hay una huelga que, en principio, es sólo del metal. Entrarían empresas como Citroen, Indugasa y otras. Hay un montón de trabajadores que estaríamos llamados a huelga: 35.000 trabajadores el jueves de la semana que viene. Y el siguiente paso, sin duda alguna, de continuar esto, sería la huelga general indefinida en toda la provincia. Estamos dispuestos a quemar las naves.

La entrevista la han realizado Brais Fernández y David Tesán (El Militante-Vigo)