- ¿Qué pasa?
- Espera que pongo la radio a ver qué dicen… Los trabajadores del metal de Sevilla están en huelga y han cortado varias carreteras… Exigen un convenio más digno, el que tienen es el más bajo de toda Andalucía.
La espera en los coches se hace entonces mucho más agradable. Incluso llegas a tu destino y te enteras, mientras te tomas el café en un concurrido bar, que han cortado tres accesos principales a la SE 30, la autovía de circunvalación de Sevilla. Luego, además, habrá una concentración frente a la sede de la patronal.
Allí nos trasladamos cinco compañeros de El Militante y del Sindicato de Estudiantes con panfletos de apoyo y con periódicos. Poco a poco, trabajadores de distintas empresas van llegando al lugar de la concentración, la Avenida de la República Argentina, en el centro de Los Remedios, el corazón de la burguesía.
El ambiente es contradictorio; por un lado, de lucha, por otro, seguros de su propia fuerza, festivo. Antes de que acaben de llegar todos los trabajadores ya tenemos otra concentración. Estos van de azules, con porras y trajes de protección. Han venido en cuatro o cinco furgonetas blindadas ¿se querrán sumar a la protesta? Ya hay muchos trabajadores acumulados en el lugar señalado. La concentración corta el tráfico en la avenida y se empieza a cantar contra la patronal. Hay lanzamientos de huevos contra el balcón de los empresarios y contra las banderas que ondean en el balcón, en especial contra la de España. Se rompen los mitos que nos quieren vender: Sevilla no es sólo guasa, farándula, Feria, Semana Santa y odio entre béticos y sevillistas. Por encima de eso es una misma clase obrera, capaz de unirse cuando es necesario. Lo otro sólo es para hacer la vida más divertida. Pero lo de hoy es algo serio, así que todos juntos. Siguen los cánticos, “a por ellos, oe”. La clase obrera ruge y al que escribe se le ponen los pelos de punta. Dos mil trabajadores enfurecidos cantando eso a la vez tiene que asustar. Que mal lo deben estar pasando ahí arriba. Se merecen eso y más.
- Menos mal que varios compañeros han cortado las carreteras, somos de una empresa pequeña y el patrón nos obligaba a ir a trabajar. Gracias a los cortes tenemos una excusa y podemos estar aquí.- Nos cuenta un joven trabajador de 24 años cuyo salario base es de 550 € y que cobra las horas extras a 4 €.
- Los que estamos aquí somos en su mayoría de empresas pequeñas, las grandes tienen convenio propio.
Otro más consciente remata: - Deberíamos luchar por un único convenio del metal, nada de diferentes convenios entre las empresas.
Los cánticos siguen y siguen y sólo se detienen cuando los representantes sindicales se disponen a hablar: “la patronal cede. Está dispuesta a negociar”. Entre la multitud, se escucha a un trabajador: “ya son nuestros”, lo que sin duda refleja el sentir de la mayoría. Después de esta exhibición de fuerza y con el ánimo por las nubes, los trabajadores del metal sevillanos dan por terminada la lucha de hoy y se retiran para preparar otras que vendrán pronto. Todos saben que este ha sido un primer paso, pero seguramente no el último.
–Hace mucho calor, ¿qué tal una cervecita? Hoy le ganamos al Madrid y nos metemos en champion,
-Eso no te lo crees ni tú, seguro que Baptista os mete tres goles.
