Hablamos con las trabajadoras de la limpieza, con Milagros del comité de empresa por la CIG y con Roberto, secretario comarcal de Servicios de la CIG.

El pasado 29 de enero, las 30 trabajadoras de la empresa ISS Facility Services, subcontratada por el ayuntamiento de Compostela, iniciaron una huelga indefinida exigiendo la equiparación de sus condiciones laborales a las del personal de limpieza del propio ayuntamiento (con un sueldo un 20% mayor) con las que trabajan hombro con hombro.
Tras 30 días de huelga, las trabajadoras están decididas a continuar hasta obligar al ayuntamiento y a la subcontrata a sentarse a negociar. Han tenido que sufrir las mentiras de la prensa burguesa, la represión en forma de despido de dos de ellas, el esquirolaje forzado por el ayuntamiento, servicios mínimos abusivos y hasta declaraciones chulescas del alcalde de la ciudad (PSOE).
Desde el principio muestran un profundo odio hacia la forma en la que son tratadas "nos tratan como a un felpudo" afirma una de ellas. "No sabemos si el ayuntamiento no quiere mediar en el conflicto porque somos de la limpieza, por ser mujeres o por qué". Estos señoritos encorbatados miran por encima del hombro a quienes limpian su mierda.
La política sistemática practicada por los ayuntamientos de externalizar (subcontratar) servicios como el de limpieza supone un paso atrás en las condiciones laborales. Es inaceptable que ayuntamientos gobernados por la izquierda realicen este tipo de prácticas. Las limpiadoras, uno de los sectores más oprimidos de nuestra clase, se ven obligadas a trabajar en ocasiones hasta en seis instalaciones para poder ganar un salario decente. Las distancias entre un edificio y otro provoca que algunas de ellas tengan que estar todo el día viajando para no hacer más que cuatro horas al día de trabajo remunerado. El tiempo de desplazamiento y los gastos corren de su parte. El propio ayuntamiento no facilita nada las cosas. Ellas exigen que se racionalice el trabajo de forma que no tengan que recorrer a diario toda la ciudad. El 95% de ellas están contratadas a tiempo parcial.
En este momento, tanto la empresa como el ayuntamiento se niegan a negociar. Éste último sacó el segundo día de huelga un decreto marcando servicios mínimos totalmente abusivos. "Ayer sacaron un decreto obligando a las trabajadoras del ayuntamiento a limpiar las instalaciones" (tarea que no les corresponde) nos dice Roberto. Una trabajadora exclama indignada: "utilizan las fuerzas públicas para que un esquirol vaya a limpiar" (escoltada por un coche patrulla), "para eso utilizan el dinero público".
Es inaceptable que los ayuntamientos gobernados por la izquierda (en este caso PSOE-BNG) se posicionen del lado de los empresarios. Los trabajadores debemos exigir que allí donde gobiernen, municipalicen todos los servicios privatizados, para garantizar unas condiciones de trabajo dignas a los empleados. Por otra parte, los concejales y cargos públicos de la izquierda no pueden tener sueldos mayores a los de un trabajador cualificado. Tan sólo esta medida, sin duda, les acercaría a la forma de pensar de las trabajadoras de la limpieza y les haría más sensibles a sus demandas.

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