El 24 de junio, a las 12:51 horas, la pantalla de Telemadrid se quedó en negro y permaneció así durante 24 horas, apareciendo únicamente un rótulo que explicaba que la programación estaba siendo alterada por "la huelga convocada por los sindicatos CCOO, UGT y CGT ante la falta de acuerdo en la negociación colectiva y los servicios mínimos". Este hecho, que sólo tiene precedentes en la huelga general del 14 de diciembre de 1988, cuando la señal de TVE se apagó, es una demostración palpable de la fuerza de la clase trabajadora, y concretamente de los trabajadores de Telemadrid (el 90% de la plantilla paró) que impidieron que continuara la emisión de cualquier programación. El siguiente paso en la movilización será una nueva huelga el 1 de julio.

El 24 de junio, a las 12:51 horas, la pantalla de Telemadrid se quedó en negro y permaneció así durante 24 horas, apareciendo únicamente un rótulo que explicaba que la programación estaba siendo alterada por "la huelga convocada por los sindicatos CCOO, UGT y CGT ante la falta de acuerdo en la negociación colectiva y los servicios mínimos". Este hecho, que sólo tiene precedentes en la huelga general del 14 de diciembre de 1988, cuando la señal de TVE se apagó, es una demostración palpable de la fuerza de la clase trabajadora, y concretamente de los trabajadores de Telemadrid (el 90% de la plantilla paró) que impidieron que continuara la emisión de cualquier programación. El siguiente paso en la movilización será una nueva huelga el 1 de julio.
Telemadrid ha conseguido en los últimos años acumular una deuda de 180 millones y que su audiencia descienda en siete puntos, del 17% al 10%, el nivel más bajo de audiencia entre las cadenas autonómicas. Se ha convertido en un órgano de propaganda del gobierno de Esperanza Aguirre, hasta el punto de haber sido condenada en diversas ocasiones por manipular groseramente la información. Los trabajadores de Telemadrid han vivido estos últimos años un auténtico infierno, hasta el punto de que en la huelga realizada en diciembre de 2006, uno de los miembros del Comité de Empresa fue agredido por los servicios privados de seguridad de la cadena, habiendo dictaminado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en una sentencia que la empresa utilizó a los servicios privados de seguridad de la empresa Securitas como "ejército privado o fuerza de choque al servicio de los intereses empresariales", dando instrucciones para "desatar una situación de violencia que imputar a los huelguistas".

Entrevista a Teresa García Cao, presidenta del comité de empresa de Telemadrid por CCOO

El Militante.- ¿Cuáles son los motivos de la huelga?
Teresa García Cao.- Los trabajadores de Radio Televisión Madrid llevamos mucho tiempo movilizándonos por esta empresa publica, en contra de la manipulación informativa y el descrédito que han provocado estos gestores que ha puesto Esperanza Aguirre desde que llegó al poder en la Comunidad de Madrid. Ha puesto unos gestores que han manipulado nuestra información, nos han desacreditado frente a los ciudadanos, nos han hecho perder audiencia, han hecho una gestión nefasta en esta empresa.
Los motivos actuales de la huelga es que estamos negociando el convenio colectivo, llevamos más de seis meses y es imposible negociar con ellos absolutamente nada. Estamos negociando no con la dirección de la empresa, sino con un gabinete jurídico que se llama Cuatrecasas. Realmente estamos negociando con unos técnicos privados. El lenguaje que utilizan es: yo tengo el poder, yo decido, vosotros no sois nada, etc, etc, etc. Una falta de respeto total y absoluta hacia los representantes de los trabajadores y a los trabajadores en sí.
Uno de los puntos más importantes para nosotros es la estabilidad en el empleo, y como consecuencia de la estabilidad en el empleo necesitamos que se haga la producción dentro de la casa. Esta gente ha cogido Telemadrid como un chiringuito para hacer negocio, está dando a productoras amigas todos los trabajos en relación con la programación  y queremos que utilicen los medios técnicos y humanos que tenemos aquí, que son muchos y muy profesionales, para hacer el trabajo dentro de casa. Saldría mucho más barato, y la gente tendría su puesto de trabajo asegurado.
EM.- En vuestra lucha uno de los aspectos que destacáis es la defensa del carácter público de Telemadrid; al fin y al cabo, son recursos de todos ¿no?
TGC.- Por supuesto, nosotros los trabajadores de Telemadrid hemos estado presentes en cada huelga, en cada manifestación que se ha hecho en defensa de la educación pública, porque creemos en ella, y en defensa de la sanidad publica, porque también creemos en ella. Igual queremos defender un medio público de comunicación, que aunque los ciudadanos lo ven como algo más secundario (que realmente lo es frente a la educación o la sanidad) es también importantísimo que tengamos un medio de comunicación público, y que podamos contar desde este medio de comunicación público, bien gestionado y con libertad de expresión, lo que pasa en nuestra comunidad.
EM.- ¿Estáis en contacto con los trabajadores de otros medios?
TGC.- Tenemos un contacto prácticamente continuado, no ahora por motivo de la huelga, con el resto de las televisiones autonómicas, con TVE, con Antena3, con Telecinco, con Sogecable, con la Cuatro, incluso con la Sexta. Estamos manteniendo mucho contacto con los compañeros, porque nos interesa estar unidos, creemos en que la unidad de los trabajadores es la única forma de hacer frente a toda esta pandilla de impresentables, y estamos totalmente en contacto. Hemos recibido unas cartas de solidaridad de todos los compañeros del resto de televisiones, y estamos muy contentos del respaldo que tenemos.
EM.- Cómo veis la posibilidad de unificar las luchas e ir hacia una huelga general en Madrid.
TGC.- Yo pertenezco a CCOO y está clarísimo. Yo cada vez creo que es más importante que unifiquemos las fuerzas y que vayamos a una huelga regional, dentro de la Comunidad de Madrid, contra el gobierno de la derecha, que está en este momento liderado por Esperanza Aguirre. Creo que se lo están ganando a pulso, una huelga regional, que los sindicatos, todo el mundo, todos los trabajadores nos tenemos que poner de acuerdo para ir hacia esa huelga y, desde nuestro punto de vista, en otoño creo que sería lo ideal.