Los datos de venta de Ford en 2008 ratifican su crisis: son los peores de su historia; un 17,5% menos que en 2007. Y 2009 no va a ser mejor; ¿cuánto tiempo aguantará la empresa sin acogerse, como han hecho Chrysler y General Motors, a las ayudas del Gobierno Obama?
En Europa el mercado también se reduce, por ejemplo en Gran Bretaña se prevé para 2009 un descenso a la mitad de las ventas. Hay que recordar que el 80% de la producción valenciana va al mercado exterior (básicamente, el europeo).
Los trabajadores de Ford España sólo trabajan doce días en febrero. La dirección ha decidido que no trabajen durante ocho días. Eso significa agotar todos los días previstos en el segundo ERE aprobado (el primero se aplicó en diciembre), menos otros cuatro días. En otras palabras: se está preparando ya un tercer ERE, y no será el último. Como dice un directivo, ‘esto cambia constantemente'... a peor para los trabajadores, añadimos nosotros. Tal y como venimos insistiendo, los EREs sin despidos (mejor dicho, con despidos sólo en las empresas auxiliares) de hoy son los despidos del mañana.
Los dirigentes sindicales mayoritarios no están preparando a la plantilla para una lucha dura por el empleo, ni están defendiendo con contundencia los derechos laborales que ya se están perdiendo. Es absolutamente vergonzosa la actitud de Gonzalo Pino, el dirigente de UGT, que según El País declaró: "En vez de limitarse a pedir ayudas públicas a los Gobiernos, todas las empresas del sector, no sólo Ford, tienen que mover ficha y emprender una reestructuración". Y continúa el periodista: "Dicho de otra forma, la industria automovilística debería afrontar el cierre de algunas de las plantas en Europa para garantizar la viabilidad y ‘las condiciones laborales y salariales' de las que se mantengan, opinó el secretario general de UGT" (El País, 28/1/2009)
¡Basta ya de aconsejar a los capitalistas que nos explotan y de enfrentar a trabajadores de unas factorías con las de otras! Defender el empleo en la Ford, en todas las factorías, pasa por que los trabajadores afiliados a UGT obliguen a su sección sindical a defender un sindicalismo combativo, y rechacen estos métodos de sindicalismo amarillo.
En cuanto a Miquel Rosaleny, responsable de CCOO Ford (el segundo sindicato, que sí se ha opuesto a los EREs, a diferencia de UGT), tiene la esperanza de que dentro de un año pase la crisis... Defender los intereses de los trabajadores exige entender qué está pasando (una crisis capitalista profunda y prolongada), y preparar a los compañeros para una batalla dura por el empleo y los derechos conquistados.

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