El pasado 26 de febrero se celebró, promovida por los sindicatos ELA, LAB, ESK y STEE, una asamblea conjunta de empresas en lucha. Era la preparación de la conmemoración del 33er aniversario de la matanza de cinco obreros y centenares de heridos de bala, el 3 de marzo de 1976, en la Iglesia de San Francisco donde se iba a celebrar, en medio de una jornada de huelga general, una asamblea conjunta de todas las empresas en lucha. Después de tres décadas se recupera la memoria.

El pasado 26 de febrero se celebró, promovida por los sindicatos ELA, LAB, ESK y STEE, una asamblea conjunta de empresas en lucha. Era la preparación de la conmemoración del 33er aniversario de la matanza de cinco obreros y centenares de heridos de bala, el 3 de marzo de 1976, en la Iglesia de San Francisco donde se iba a celebrar, en medio de una jornada de huelga general, una asamblea conjunta de todas las empresas en lucha. Después de tres décadas se recupera la memoria.

La asamblea se presentó por parte de un miembro de la Comisión de Víctimas del 3 de marzo como el inicio de un proceso de coordinación de empresas en lucha. Al acto estaban invitados a hablar tanto la asociación de víctimas como representantes de distintas empresas en lucha y con problemas, que fueron tomando la palabra y explicando su situación y su apoyo a la iniciativa de coordinar los conflictos.
Estuvieron presentes representantes del sindicato de transportistas HIRU, en huelga de hambre porque el Tribunal Vasco de la Competencia quiere asfixiarles económicamente, con una multa de entre medio y tres millones de euros, por la lucha que mantuvieron hace un año. Los trabajadores de CEGASA explicaron cómo la dirección de la empresa les planteó por sorpresa el 5 de diciembre un ERE de rescisión de 240 puestos de trabajo en un intento de deslocalizar la producción de pilas a China. Con su lucha lograron que dicho ERE fuese rechazado por la administración pero la empresa les ha vuelto a presentar otro de suspensión de contratos. Acabaron su intervención diciendo que los salarios no tienen nada que ver con la crisis.
Un representante de Esmaltaciones San Ignacio explicó que la lucha ha dado frutos. Gracias a la pelea diaria durante cuatro meses se logró rechazar el despido de 35 trabajadores. Los trabajadores de Filozin, donde se quiere despedir a 14 trabajadores, también estuvieron presentes en la asamblea y denunciaron que llevan 90 días sin cobrar y la prepotencia de la empresa. Han lanzado una caja de resistencia para poder continuar la lucha. Los de Recticel explicaron que el haber aceptado veinte despidos y bajarse el salario un 21% hace tres años, con la promesa de la dirección de mantener 75 puestos de trabajo, no les ha librado de otro ERE ahora para 39 trabajadores más. (Ver artículo en la página anterior).
Otro trabajador de Novacero y miembro de la Corriente Marxista Internacional El Militante, dijo que él era afiliado a la UGT y que no todos los afiliados de UGT pensamos igual, que él era partidario de la huelga general, siendo igualmente aplaudido por la asamblea.
De Mercedes intervino un miembro de una de las organizaciones que rechazan el ERE y los recortes y explicó que en 2008 la empresa batió récord de producción y de calidad, sin embargo, bruscamente negoció recortes con una parte del comité marginando al resto y sin que la plantilla haya podido dar su opinión ni decidir. La alternativa es luchar. Las trabajadoras de la Residencia Ariznabarra en huelga desde hace un año por la dignificación de las condiciones laborales denunciaron las privatizaciones por parte del PNV de servicios públicos que van en detrimento de trabajadores y usuarios. Hace 18 meses estuvieron en lucha y ahora suman otro año más en defensa de unas condiciones de trabajo y un modelo de sociedad más justo para todos. Los trabajadores de Laminaciones Arregui informaron de que van a salir a la huelga a primeros de marzo contra ocho despedidos que no son sino un ERE encubierto. De Novacero intervino un joven trabajador defendiendo la coordinación de las empresas en lucha, manifestaciones unitarias por Vitoria-Gasteiz y quedar cada quince días para coordinar los conflictos. Propuso volver a quedar el jueves 12 en la Plaza de Correos.
En dicha asamblea hubo una intervención de la Corriente Marxista El Militante, que estamos llevando desde hace meses una campaña por la unificación de conflictos y por la huelga general en barrios y empresas en lucha. El representante de El Militante explicó el carácter de la crisis, el riesgo de quiebra de diferentes Estados, la amenaza de corralitos como el que hubo en Argentina y la necesidad de grandes luchas como las que se dan en América Latina y recientemente en Francia, Italia y Grecia. Planteó la necesidad de dar una alternativa a la crisis del capitalismo: que pasa por que los trabajadores nos hagamos con los medios de producción, la nacionalización de la banca bajo control obrero y la ocupación de las fábricas que quieran cerrar (la asamblea aplaudió esta medida). Hizo referencia a la necesidad de hacer propaganda en los barrios y llamar a los trabajadores para llenar la iglesia en próximas asambleas, la necesidad de dar continuidad a la asamblea y manifestaciones conjuntas y luchar por la convocatoria de una Huelga General.
La asamblea la cerró el representante de ELA que denunció que millones de euros pasaron, en los años de bonanza económica, del bolsillo de los trabajadores a la patronal. Dijo que había que hacer planteamientos ofensivos también en lo ideológico y que de la asamblea recogía una serie de "deberes" para el próximo período: Unificar las luchas, sacarlas a la calle, la necesidad de un cambio económico y social y explicar que no es posible reformular el capitalismo afrontando el debate sobre qué modelo social y económico pretendemos lograr.
Esta asamblea se ha visto como un primer paso en el camino de la coordinación de empresas en lucha. Se hizo un llamamiento para que la próxima manifestación del 3 de marzo sea una jornada histórica de lucha donde las empresas acudan con sus pancartas.
Para finalizar, una trabajadora recordó que estábamos en un lugar regado con la sangre de obreros y que el mayor homenaje que se les podía hacer para que sus muertes no hubiesen sido vanas era continuar la lucha de forma decidida y hasta el final.

ÚLTIMA HORA

La manifestación conmemorativa del 3 de marzo fue un auténtico éxito, con una asistencia de 7.000 personas.  

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