Por una huelga general en el Camp de Morvedre (Valencia) Ni un solo despido más

Puerto Sagunto fue protagonista de una manifestación histórica de 6.000 personas, el 10 de marzo, contra los EREs que se están planteando en muchas empresas, convocada por CCOO, UGT y CGT. No se había visto una movilización así desde las luchas de mediados de los 80 contra la reconversión. Muchos pequeños comerciantes cerraron sus puertas; en un anónimo esparcido por las calles y en las mentes sobrevolaba una idea: "hay que volver a la lucha como en los 80". La pancarta de los comités de Baux y Ferrodisa concretaba más: "Por la huelga general ya".  

Por una huelga general en el Camp de Morvedre (Valencia) Ni un solo despido más

Puerto Sagunto fue protagonista de una manifestación histórica de 6.000 personas, el 10 de marzo, contra los EREs que se están planteando en muchas empresas, convocada por CCOO, UGT y CGT. No se había visto una movilización así desde las luchas de mediados de los 80 contra la reconversión. Muchos pequeños comerciantes cerraron sus puertas; en un anónimo esparcido por las calles y en las mentes sobrevolaba una idea: "hay que volver a la lucha como en los 80". La pancarta de los comités de Baux y Ferrodisa concretaba más: "Por la huelga general ya".

La manifestación fue precedida por un encierro de once comités de empresa (incluyendo los del ayuntamiento de Sagunto y del hospital) en el Centro Cívico, las 24 horas anteriores a la manifestación. Como hace 25 años, está en peligro toda la industria de la comarca (basada en los componentes de automóvil), y con ella los empleos que sostienen la economía comarcal, y el futuro de los jóvenes. Llevamos casi 1.300 nuevos parados en lo que va de año en el Camp de Morvedre. En total, hay 7.300 parados en la comarca, ¡un 143% más que hace un año!, y casi un 20% de la población activa. El ritmo de destrucción de empleo es el doble que la media estatal. En Spontex los despidos suponen el 50% de la plantilla. Pero el caso más emblemático es Pilkington, porque es la segunda empresa (462 trabajadores), porque sigue teniendo beneficios, y porque si tiene éxito en su plan de despidos todas las empresas seguirán el mismo camino. Pilkington presentó un plan que pretendía echar a 192 trabajadores, más del 40% de la plantilla; con estos despidos, según declaraciones de Rubén López (presidente del comité por CCOO), se prepararía el terreno para la deslocalización y el cierre de la factoría.
Pilkington es la lucha de referencia. Previamente a la manifestación hubo encierros en la fábrica y concentraciones en el ayuntamiento. El 23 de marzo el comité de Pilkington inició una acampada indefinida enfrente de la factoría, anunciando paros de dos horas por turno la siguiente semana, y de tres a la otra. El día siguiente la tensión fue creciendo, los trabajadores bloquearon los accesos a la fábrica y la carretera que va a Sagunto y la policía intervino. Sin embargo, el 25 la empresa anunciaba la retirada del plan y un nuevo plan de viabilidad para el 2 de abril. Según José Miguel Navarrés (delegado de UGT), los despidos serán "menores en cantidad, y además no traumáticos", señalando que hay 85 trabajadores prejubilables (Diario crítico, 26-III-09). El comité ha desconvocado la acampada y los paros.

‘¡462 empleos en la Pilkington, iuno menos!'

La retirada de un plan de despidos de casi 200 trabajadores es positiva, y sólo ha sido posible con la lucha y la solidaridad activa de toda la población, expresada en la manifestación. Pero hemos de ser claros: aceptar la destrucción de puestos de trabajo, aunque sea a través de prejubilaciones, sería un error. En vez de animar a la lucha, crearía escepticismo (‘si la Pilkington impone despidos, aun teniendo beneficios, y los trabajadores no pueden pararlo, ¿cómo vamos a parar el ERE en una empresa mediana o pequeña'), y la patronal lo aprovechará para continuar la pendiente de EREs y desmantelamiento industrial de la comarca. Por otra parte, Pilkington se sentirá fuerte para nuevos ataques, frente a una plantilla reducida y a una población desmovilizada. El peligro del cierre de la factoría permanece mientras continúe la crisis automovilística. Frente a la alternativa de aceptar despidos, una actitud intransigente (‘¡462, ni uno menos!; y que los prejubilados sean sustituidos por trabajadores fijos en las mismas condiciones), basada en la movilización y la extensión de la lucha a toda la comarca, permitiría, no sólo mantener los puestos de trabajo, sino también crear unas expectativas para los jóvenes, cuyo futuro cada vez es más negro. 
La coordinación de las diferentes plantillas y la implicación de gran parte de la población, conseguidas en la manifestación del 10, debe preservarse y fortalecerse. Es labor de los dirigentes sindicales organizar y coordinar una extensa campaña de explicación y agitación, en cada empresa, en cada uno de los cuatro institutos, el centro de la UNED y la Escuela Oficial de Idiomas (el Sindicato de Estudiantes se ha ofrecido en ese sentido), en cada cola del Servef (Servicio Valenciano de Empleo), y en cada barrio de El Puerto. Es necesario también ir más allá, a Sagunto, Canet, etc., con una idea clara: ¡¡después de la manifestación, huelga general de 24 horas en toda la comarca!! Toda la energía del día 10 no puede diluirse, hay que multiplicarla con una huelga que dificulte que la patronal continúe sus planes y que el govern del PP -acorralado por el espectro de los trajes del señor Camps- autorice los EREs.
Si la patronal insiste en destruir empleo, hemos de exigir la nacionalización de las empresas afectadas. ¡Existen recursos, como demuestran las inmensas cantidades de dinero inyectadas en los bancos privados, dinero que ha servido para engordar más sus beneficios y no para facilitar la obtención de crédito! Exigimos que el Estado se haga cargo de los recursos de estas empresas, y de estos empresarios que huyen después de décadas de grandes beneficios, para el mantenimiento de todos los puestos de trabajo. Si las empresas insisten en sus planes, hay que ocuparlas y exigir al gobierno su nacionalización bajo control de los trabajadores.
 

 La crisis, en vías de solución

¿Se acuerdan ustedes de los tiempos en que la alta inflación se rebajaba a golpe de cambios en el método de cálculo? Pues los que sí parecen recordarlo muy bien son las "mentes pensantes" de la Unión Europea, que ahora van a aplicar esa fórmula mágica para que la economía se recupere. ¿Que la crisis hace disminuir el Producto Interior Bruto de los países miembros? Pues nada, hombre, se cambian los cálculos y las cosas mejoran. Dicho y hecho. La Unión Europea ha decidido revisar los criterios de elaboración de la contabilidad nacional, a fin de incluir ¡la prostitución!, ¡¡el contrabando!! y ¡¡¡el tráfico de drogas!!! Qué duda cabe que la economía mejorará; lástima que vaya a ser sólo a efectos estadísticos

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