Pull&Bear se instaló en el polígono de Río do Pozo hace 8 años, para lo que el ayuntamiento de Narón le facilitó la adquisición de los terrenos a precio de ganga. Las contrataciones indefinidas realizadas por la empresa supusieron una riada de cuantiosas subvenciones públicas. En aquel momento, toda la prensa se hizo eco del desembarco de Inditex como algo muy positivo para la comarca ferrolana, muy castigada por el paro; abría una esperanza de futuro para muchos jóvenes. Pero el tiempo fue demostrando que la realidad era otra.

sa por CCOO

A finales de abril, la empresa planteó la deslocalización de la sección de caballero del almacén de Pull&Bear en la comarca ferrolana al centro logístico de Meco (Madrid). Como es habitual, esta medida patronal vino acompañada de una campaña de intoxicación informativa tachando al comité de empresa de catastrofista y alarmista. Es verdad que la empresa dice que los empleos están garantizados, pero tenemos que analizar las cosas por nosotros mismos.

Pull&Bear se instaló en el polígono de Río do Pozo hace 8 años, para lo que el ayuntamiento de Narón le facilitó la adquisición de los terrenos a precio de ganga. Las contrataciones indefinidas realizadas por la empresa supusieron una riada de cuantiosas subvenciones públicas. En aquel momento, toda la prensa se hizo eco del desembarco de Inditex como algo muy positivo para la comarca ferrolana, muy castigada por el paro; abría una esperanza de futuro para muchos jóvenes. Pero el tiempo fue demostrando que la realidad era otra.
Las condiciones del trabajo no eran las prometidas: mucha precariedad, total despreocupación en lo referente a la salud laboral, trato a veces de total falta de respeto al trabajador, y el miedo como medio para combatir cualquier tipo de reivindicación laboral y para dividir a la plantilla.

Grupo Inditex, líder en beneficios

En un contexto de grave recesión de la economía mundial que nos ha llevado ya a superar los cuatro millones de parados, el Grupo Inditex nos deja atónitos con sus resultados económicos en 2008, que lo convirtieron en líder mundial del sector textil, y al señor Ortega en una de las 10 personas más ricas del mundo. Y nos deja todavía más atónitos con los premios a los directivos. En el último trimestre de 2008, los 187 principales directivos de Inditex se embolsaron ¡¡¡66 MILLONES DE EUROS!!!, o sea, una media de más de 350.000 euros per cápita. (http://www.finanzas.com/noticias/empresas/2009-02-24/94451_directivos-inditex-hacen-ricos-pleno.html).
Quienes no nos beneficiamos de la lluvia de millones somos los trabajadores. Al contrario. Es verdad que desde el inicio de la actividad de Pull en Narón los salarios y las condiciones de trabajo mejoraron mucho, pero esos logros no fueron el resultado de las bondades de la empresa, como nos quieren hacer creer, sino que fueron producto de la lucha de todos los trabajadores de la empresa y de un comité combativo y con las ideas claras.
En 2008, Pull recibió una ayuda de 4'6 millones de euros del Plan Ferrol para crear 13 puestos de trabajo indefinidos y financiar parte de la obra de un nuevo silo. De hecho, la empresa nos comunicó el inicio de las obras y un posible nuevo carrusel de reparto. El Plan Ferrol adjudica a Pull una nueva subvención de 1'3 millones para este año, que debería servir para financiar las obras y crear 8 nuevos puestos de trabajo indefinidos y que está pendiente de cobrar.

Una agresión al empleo de la comarca

Sin embargo, todas estas promesas se vienen ahora abajo, cuando anuncian que van a deslocalizar la facturación de caballero, que supone casi el 50% de nuestra carga de trabajo.
El Comité rechaza totalmente la deslocalización. Hemos denunciado públicamente el hecho, hicimos llegar cartas a los ayuntamientos de la comarca y hemos hablado con los sindicatos involucrados en el Plan Ferrol. Exigimos que las ayudas públicas concedidas se utilicen realmente para ampliar la capacidad de Pull&Bear en Río do Pozo. La primera semana de mayo tuvo lugar una concentración en las puertas del centro, respaldada por delegados de otros centros de Inditex (Zara, Indipunt, Jema) y de otras empresas de la comarca (Alcampo, Lidl, etc.). El lunes 11 nos reunimos con el alcalde de Narón.
Debido a todo el movimiento que hubo, Inditex se compromete a garantizar por escrito los empleos indefinidos actuales. Pero, finalmente, se llevará a cabo la deslocalización, lo que significará automáticamente el fin de la posibilidad de trabajo para casi un centenar de compañeros eventuales que a lo largo del año pasan por la empresa y el fin de mucho trabajo indirecto que realizan empresas auxiliares. Y la dificultad evidente de que los contratos a tiempo parcial actuales puedan ser indefinidos a corto plazo.
Dicen que el departamento de devoluciones retornará a Río do Pozo (lo cual no compensa ni de lejos toda la carga de trabajo que se va) y han prometido ampliar la sección de mujer. Sin embargo, todo eso está por ver.
Es inevitable que en el futuro haya más ataques. Ya veremos qué plantea a finales de este año, cuando toca negociar el acuerdo de empresa sobre las condiciones laborales. Mientras tanto, nuestra tarea sindical tiene que ser explicar pacientemente la situación a todos los trabajadores, para así preparar las luchas futuras en defensa de nuestros intereses de clase.

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