Entre abrir el diálogo o abrirles la cabeza a los manifestantes en Sevilla, el gobierno, su delegado en Sevilla y los responsables de la Junta eligieron la segunda opción. "¡No sois trabajadores, sois parásitos de subsidios!", gritaba un policía al detener jornaleros en la estación de Renfe. Éste ha sido el trato reservado a los cientos de manifestantes convocados a la lucha por el SOC-SAT el domingo 6 de septiembre. La policía vino con la orden de atacar a los trabajadores. Las imágenes retransmitidas han horrorizado a todo el mundo.
Entre abrir el diálogo o abrirles la cabeza a los manifestantes en Sevilla, el gobierno, su delegado en Sevilla y los responsables de la Junta eligieron la segunda opción. "¡No sois trabajadores, sois parásitos de subsidios!", gritaba un policía al detener jornaleros en la estación de Renfe. Éste ha sido el trato reservado a los cientos de manifestantes convocados a la lucha por el SOC-SAT el domingo 6 de septiembre. La policía vino con la orden de atacar a los trabajadores. Las imágenes retransmitidas han horrorizado a todo el mundo.

Entre el domingo 6 y el lunes 7 los antidisturbios han atacado cuatro veces: primero a los jornaleros que empezaban a marchar al borde de la carretera recién bajados del autocar, sin que hubiesen ni siquiera intentado cortar la carretera (6 detenidos); luego en la puerta de Canal Sur-RTVA (1 detenido), acto seguido en la estación de Renfe (3 detenidos) y al día siguiente frente a los juzgados de Sevilla. En total decenas de heridos y diez detenidos, entre ellos Diego Cañamero, secretario general del SOC-SAT y otros 9 compañeros, incluyendo a un militante de la corriente marxista El Militante, y que el lunes por la tarde fueron puestos en libertad con cargos tras declarar ante el juez, acusados de atentado a la autoridad, desórdenes públicos y lesiones. La realidad es que hemos visto apalear a ancianos, golpear mujeres en el vientre, porrazos dirigidos a la cabeza, balas de goma, atacar a trabajadores sin mediar aviso y antes incluso de empezar a manifestarse.
Los detenidos han pasado 24 horas seguidas en los calabozos subterráneos de la comisaría, aislados e incomunicados. Los que estaban morados en todo el cuerpo por los palos recibidos no pudieron dormir por no saber de qué lado acostarse para que no le doliera demasiado, ya que no tuvieron colchones. A Diego Cañamero le fue negada el agua durante la noche; otro sufrió malos tratos y crueldad en el coche policial después de la detención. Si la cosa no fue a peor en comisaría, se lo debemos a la inmediata movilización de cientos de militantes y simpatizantes del SOC-SAT que pasaron la noche frente a la comisaría y el día siguiente frente a los juzgados.
A partir de ahora hay que lanzar una campaña desde todas las organizaciones de izquierda por la retirada inmediata de todos los cargos y presionar para echar atrás este atropello contra los que luchamos por nuestro empleo y dignidad.
IU ha reclamado al Gobierno el cese de su delegado en Andalucía, Juan José López Garzón. Su coordinador general, Cayo Lara, ha declarado: "dentro de la grave crisis económica por la que atravesamos algunos trabajadores la están pagando de forma especial y entre ellos se encuentran los jornaleros y trabajadores del campo en general, que ven cómo no pueden acceder a las peonadas necesarias para alcanzar las prestaciones por desempleo o cómo (los pequeños agricultores) no pueden dar salida a sus productos a un precio justo (...) mientras el gobierno de Zapatero y él personalmente ha dado muestras de sobra de su capacidad de diálogo con la Banca o con los grandes empresarios (...) no parece mostrar la misma sensibilidad con los jornaleros".

Las reivindicaciones e los jornaleros

El SOC (ahora Sindicato Andaluz de Trabajadores) lleva todo el verano realizando acciones de protesta, pacíficas pero audaces, en todas las capitales de Andalucía. Las reivindicaciones son las siguientes: 1) Duración del subsidio agrario y renta agraria de 10 meses 2) Condonación de la Seguridad Social (REASS) los días que no se trabajen 3) Eliminación de las 35 peonadas como requisito para solicitar el subsidio 4) Aumento del subsidio agrario al 100% del SMI 5) Garantizar cuatro meses de trabajo al año para todos los parados: un Plan de Empleo Rural especial 6) Cobertura de desempleo indefinido a toda persona en paro e incremento de las pensiones mínimas 7) Moratoria del pago de hipotecas mientras se esté en paro 8) Que los trabajadores inmigrantes y sus familias estén incluidos en estas medidas y puedan acceder a las prestaciones sociales en pie de igualdad 9) Nacionalización de las empresas que presenten EREs y de la banca.
La Junta de Andalucía dijo aceptar los primeros tres puntos, pero los meses pasan y no cumple. Tampoco fue fácil reunirse con los consejeros de la Junta, pues nos costó dos días de marcha bajo un sol de justicia (de Villaverde del Río a Alcalá del Río, luego a La Algaba y hasta Sevilla) y dos días de piquete frente a la Casa Rosa, con acoso policial, cargas y heridos. Los consejeros ni siquiera entienden lo que está sufriendo la clase obrera. Basta con decir que algunos consejeros creen que en el campo las cosas van mejor debido al aumento de las cartillas agrícolas (!) La cartilla agrícola se saca con un día de trabajo en el campo, pero no da derecho a nada si no juntas las 35 peonadas requeridas para acceder a la renta agraria. Y además tienes que pagar un sello contributivo de 83,73 euros al mes durante 12 meses, aunque no tengas ingresos, para tener derecho a 6 meses de subsidio (75% del salario mínimo). La cartilla no es un empleo, más bien es un certificado de paro y precariedad estructural.
El PSOE gobierna en la Junta y en todo el Estado gracias al voto mayoritario de la clase obrera. En lugar de atender a nuestras reivindicaciones se dedican a reprimir las movilizaciones, especialmente las que ponen en evidencia la diferencia entre el trato reservado a las víctimas de la crisis (palos y migajas) y a los bancos y grandes empresas (millones). Un ejemplo: sumando lo que supone anualmente la ayuda de 420 euros para una parte de los parados sin prestaciones y el subsidio agrario para una parte de los jornaleros... el total resulta el 2% de lo que el gobierno ha reservado a la banca y grandes empresas. El gobierno intenta preservar una imagen de izquierdas pero en la práctica no resuelve ni uno sólo de los problemas de la clase trabajadora. Todos los recursos importantes los tiene comprometidos con el gran capital. No hay camino alternativo a la lucha. Ahí está el ejemplo del pueblo jornalero de Marinaleda, donde una larga lucha llevó a la expropiación de las tierras del Duque del Infantado, a la propiedad pública y la gestión obrera de la tierra.

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