La plaza a reventar, ni un espacio libre, costaba trabajo avanzar entre la multitud, había incluso momentos en los que no se podía avanzar nada. Sobra decir que el periódico voló, simplemente desapareció como una gota en el desierto. Si algo caracter La concentración fue contundente, basta ver las fotografías de la plaza para entender su magnitud. El ambiente era electrizante incluso desde antes de llegar. En el metro la gente comentaba, vestida de amarillo, armada con casuelas “como protestaron en Perú, con casuelas”, hablaba, se indignaba, se mostraba mutuamente los carteles, en pequeños círculos intercambiaba ideas que llamaban la atención de los demás pasajeros, gritando consignas incluso antes de salir de la estación. La plaza a reventar, ni un espacio libre, costaba trabajo avanzar entre la multitud, había incluso momentos en los que no se podía avanzar nada. Sobra decir que el periódico voló, simplemente desapareció como una gota en el desierto. Si algo caracterizó a la manifestación fue la ira. La ira de clase contra el fraude electoral. En 1988 fueron lágrimas de frustración, de impotencia, de un zócalo pletóricamente ofuscado cuando Cárdenas traicionó al movimiento. 1988, un pueblo llorando pidiendo ¡Armas! ¡Armas! Mientras Cárdenas les decía: “He dejado de ser su candidato”. 2006, un pueblo con la memoria fresca recordando 1988 y dispuesto a evitar que se repita, ávido de acción, confiando en su dirigente que presionado les dijo: “No los voy a traicionar”. De destacar el silencio expectante cuando AMLO anunció que les diría el plan de acción, automáticamente la algarabía desapareció, muchos tomaron hoja de papel y pluma, no querían perder detalle. Fueron a recibir un plan de acción y lo recibieron –si bien no la huelga general aún, por fin un plan de acción que incluye una marcha nacional a la capital–, euforia fue la palabra. La gente tardó dos horas en salir de la macro plaza, había quienes no querían irse, un ambiente festivo dominó el ambiente. En algunos momentos se escuchaba a grupos de gente corear nuestras consignas de la huelga general y “Si no hay solución, habrá revolución”.

En coordinación con el llamamiento de AMLO en Militante comenzamos a recabar firmas para conformar “Comités de lucha e información contra el fraude”. Agrupados en la recién estrenada carpa blanca de Militante, surgieron los carteles: “Anótate aquí para conformar tu comité” y ante la agitación de los compañeros, los trabajadores y la juventud hizo fila para anotarse en nuestras listas.

¡Conseguimos 619 contactos! Tanto del Edo. Mex., del DF como del interior del país. Invitamos a la gente a nuestra asamblea del próximo 15 de julio en el local del Situam a las 16:00 horas, muchos jóvenes se anotaron. Frente a la blanca carpa de Militante, estrenada con mucho orgullo esa misma tarde del 8 de julio, gritábamos a todo pulmón consignas y cantamos la Internacional, se levantó espontáneo un mitin de decenas de personas dirigido por Militante, trabajadores, amas de casa, jóvenes, hombres y mujeres expresando su ira por el fraude electoral dispuestos algunos a dar la vida por AMLO. Las masas haciendo política en la calle, hablando sobre el futuro de sus hijos, de sus nietos: “no queremos que sean esclavos como nosotros”.

Militante tuvo una maravillosa intervención en la manifestación del 8 de julio en el zócalo capitalino, estuvimos 80 compañeros participando entusiastamente. Vendimos 742 periódicos (que es todo lo que había) obteniéndose 4 mil 625 pesos, en total de la intervención por FL y PRSA, se obtuvieron 12 mil 708 pesos. Estamos orgullosos de estar construyendo esta organización revolucionaria, estamos orgullosos de ser fundadores del PRD porque se está demostrando que es un instrumento de nuestra clase trabajadora.

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