El pasado domingo 9 de marzo fueron elegidos los 15 miembros de la dirección nacional del PSUV por los más de 80.000 voceros, delegados y comisionados del partido. Esta votación fue precedida el  pasado fin de semana del 28, 29 y 1 de marzo de la finalización del congreso fundacional del PSUV en Maracaibo, estado Zulia. En esa última jornada  concluyeron los debates que desde el mes de enero se han desarrollado en las seis asambleas realizadas a lo largo y ancho del país:  en  Miranda, Lara, Bolívar, Caracas,  Anzoátegui y Zulia, sucesivamente.

La lucha entre reforma y la revolución se traslada dentro del partido.

El pasado domingo 9 de marzo fueron elegidos los 15 miembros de la dirección nacional del PSUV por los más de 80.000 voceros, delegados y comisionados del partido. Esta votación fue precedida el  pasado fin de semana del 28, 29 y 1 de marzo de la finalización del congreso fundacional del PSUV en Maracaibo, estado Zulia. En esa última jornada  concluyeron los debates que desde el mes de enero se han desarrollado en las seis asambleas realizadas a lo largo y ancho del país:  en  Miranda, Lara, Bolívar, Caracas,  Anzoátegui y Zulia, sucesivamente. congresopsuv10.jpg

Este congreso fundacional del PSUV  despertó un enorme interés  y  esperanza en  miles  de activistas revolucionarios  que están en marcha para  construir  el partido,  con el fin  de que este se convierta en el instrumento para la revolución socialista, y evitar que  los antiguos métodos burocráticos que se daban en el MVR (Movimiento Quinta república) no se reproduzcan  en nuestra nueva organización. Al mismo tiempo, el PSUV deben  suplir  el déficit de cuadros políticos que aqueja a la revolución venezolana en la lucha por el socialismo.

El congreso reflejó  la participación de la base: en su gran mayoría los delegados eran revolucionarios, líderes naturales en sus parroquias, comunidades, empresas o centros de estudio.  Este hecho constata  que  la elección de delegados y voceros fue un proceso democrático pese a los manejos de la burocracia reformista, y por sí representa  un   barómetro certero  de la moral, vigilancia  y nivel de conciencia de las masas  revolucionarias. Todo ello es   muestra el  positivo  efecto que tuvo la derrota en el referéndum constitucional  como  acicate para la organización y participación de las masas.

El congreso del PSUV fue  muy diferente al de los partidos de la IV república o los partidos reformistas  de América Latina en donde los delegados  son mayoritariamente  burócratas. Lo acontecido en todo el proceso congresual  con la participación activa de los delegados reflejando la inquietud de las base, desde la elección de voceros y delegados, hasta la asamblea  del congreso en Zulia  muestra lo vivo que está el partido y que la presión de la vanguardia de  clase trabajadora  y de las masas impulsa la revolución hacia delante. El rasgo fundamental de este congreso fundacional ha sido el intento  de la mayoría  de delegados  de construir  ese instrumento que necesita la revolución frente a  la fracción minoritaria organizada de la burocracia reformista  que ha tratado de imponerse  sobre la base de la  desorganización de la mayoría revolucionaria de los delegados. Aún así la presión de la mayoría se ha hecho sentir sobre todo en los puntos  de la discusión de la declaración de principios del partido, que es la base para la elaboración del programa. El hecho de que el congreso tuviera varias asambleas  y se alargara durante dos meses,  favoreció que los delegados se conocieran y hubiera un mayor debate y participación.congresopsuv11.jpg

La discusión de la declaración de principios y las bases programáticas

El programa del partido no ha quedado cerrado en este congreso fundacional .Se establece que tanto la declaración de principios cómo las bases programáticas del partido, serán revisados  en un próximo congreso ideológico del PSUV, posterior a las elecciones para alcaldes y gobernadores, conservando todas las aportaciones de la discusión en mesas del Congreso Fundacional como material base  para dicho Congreso ideológico. El "Ante proyecto para la declaración de principios" aprobado en el mismo supone un proyecto de programa que está claramente a la izquierda, y que entre otras cuestiones,  plantea la necesidad de la expropiación de los medios de producción a los capitalistas.  

El partido se declara "Anticapitalista y antiimperialista, socialista, bolivariano, comprometido con los intereses de la clase trabajadora y el pueblo, humanista, internacionalista, Patriótico, unitario, ético y con moral revolucionaria, crítico y autocrítico, aplicando el principio del centralismo democrático". El anteproyecto de principios también señala cómo  principal amenaza de la revolución la burocracia y la propiedad privada de los medios de producción: "la ineficiencia en el ejercicio de  los poderes públicos, el burocratismo, la escasa participación del pueblo en el control  y la gestión gubernamental, la corrupción y la desarticulación entre el pueblo y el gobierno, amenazan la confianza del pueblo en la revolución bolivariana" . congresopsuv12.jpg

Y más adelante se plantea que: "Los intereses del sector privado en la producción y distribución de bienes y servicios, cuyo propósito especulativo se deriva del control de la propiedad sobre los medios de producción, constituye otra amenaza contra la revolución bolivariana. En el caso de los alimentos no es suficiente el enfrentamiento del sabotaje y desabastecimiento con medidas administrativas si no se que requiere en la perspectiva estratégica, confiar la propiedad de los medios de producción al pueblo organizado". Mientras el anteproyecto de la declaración de principios está claramente posicionado por la expropiación de la burguesía y supone un claro paso a la izquierda respecto al proyecto original, y las bases programáticas que se presentaron en al congreso en enero. También es significativo que el anteproyecto de principios se proponga como guía del pensamiento y la acción revolucionaria se mencione, entre otros revolucionarios, a Marx, Engels, Lenin y Trotsky.

La democracia interna. La lucha por la unidad del partido y contra el Burocratismo

Durante una revolución las masas son enormemente sensibles a cualquier violación de la democracia. El respecto de la democracia interna ha sido uno de los puntos sentidos por la base  dentro del PSUV. La lucha contra el burocratismo es uno de los aspectos que más inquietan a la base revolucionaria. Para luchar efectivamente contra la burocracia,  hay que organizar a la base entorno al combate en el terreno ideológico a la burocracia: esto es combatir sus ideas reformistas. Este es el único método efectivo  para luchar contra el burocratismo, dejando al descubierto la base reformista y conciliadora con los capitalistas y el imperialismo  de su política. La única base para derrocar a la burocracia es unificar  a la base políticamente sobre la base de un programa auténticamente socialista y la defensa de la democracia interna dentro de la organización.

La unidad del partido sólo se puede conseguir sobre la base de una batalla en el terreno ideológico, político del programa del partido. Si se quiere luchar contra el burocratismo el mejor método no es el de la denuncia, tal como hizo Tascón: hay que dar una batalla para terminar con el burocratismo cómo fenómeno social. La acusación contra un burócrata va a ser respondida por el burócrata con la misma moneda, acusando al que lo hace de ladrón, infiltrado por la cia o contrarrevolucionario. A lo sumo se podrá sacar a un burócrata, pero lo que se necesita es sacar a toda la burocracia.

Como miembro de la comisión parlamentaria de contraloría Luis Tascón realizó unas declaraciones acusando de corrupción al hermano del gobernador de Miranda Diosdado Cabello.  En respuesta Cabello tomó la iniciativa apoyada por el presidente Chávez de expulsar del partido a Tascon por sus declaraciones. congresopsuv13.jpg

Durante la asamblea de Caracas, en medio del conflicto con Tascón, Jorge Rodríguez  coordinador general del congreso del PSUV nombrado por el Presidente Chávez, sin consultar a la base, afirmó en los medios de comunicación que el congreso había aprobado la expulsión de Tascón. Esta situación causó el estupor de los delegados dentro del congreso que no habían decidido nada de esto. Fruto de la presión de los delegados  Jorge Rodríguez  al final tuvo que dar media marcha atrás y planteó que en un futuro Tascon tendría derecho a defenderse de la expulsión.  Evidentemente este modo de actuar es completamente antidemocrático. ¿Cómo se puede expulsar a un aspirante a militante de un partido que aún no está constituido? .¿Quién tiene el derecho a expulsar a cualquier aspirante a militante, cuando no hay constituido ningún órgano de dirección dentro del PSUV?. Lo que habría que hacer es constatar  la veracidad de esas denuncias  y sobre esa base, actuar en un futuro, comprobando la veracidad de las denuncias de Tascón y Cabello , y actuando  cuando el partido esté constituido.

La burocracia tuvo enormes problemas para controlar el congreso y  recurrió a todo tipo de trucos. Utilizó toda la autoridad de Chávez para frenar las aspiraciones de las bases y echar jarros de agua fría.  En la asamblea de Caracas, durante el discurso en el teatro  Teresa Carreño a los delegados del congreso,  Chávez  reivindicó a Marx cuando señaló que entre  Bolívar y Marx había una conversación pendiente y que había muchos pensamientos que convergían, sin embargo al mismo tiempo abogó por la expulsión de Tascón y el método de selección de la dirección nacional.

El método de la elección de la dirección nacional

La elección de la dirección nacional fue uno de los puntos más conflictivos dentro del congreso.  Ante la carencia de  una propuesta unitaria por parte de los 1681 delegados, que se repartían entre las 50 mesas de trabajo,  los reformistas  propusieron que fuera Chávez el que eligiera una lista con 69 personas  para que entre la base de los más de 80.000 voceros, delegados y comisionados,  fuera elegida este  9 de marzo una dirección nacional de 15 miembros. Esta lista que fue propuesta por Chávez al congreso,  está constituida en  parte  importante por ex dirigentes del MVR  identificados por la base cómo burócratas. Esto causó estupefacción e indignación  entre  los delegados que querían elegir libremente a cualquier delegado.  

Si desafortunadamente,  el Presidente Chávez sigue ligando su destino a toda una serie de individuos que son claramente cabezas de la burocracia reformista, si no toma medidas renovando a fondo  la dirigencia, medidas contra la burocracia que es el cáncer de la revolución,  la apatía y el desaliento se extenderán en la base revolucionaria con el peligro mortal para la revolución que eso significa. El 2-D no será un pequeño traspiés en el camino, sino el primer jalón de la derrota de la revolución. No se puede estar hablando continuamente contra el burocratismo y no tomar ninguna medida efectiva contra la burocracia. La mayor parte de estos dirigentes carecen de la mas mínima autoridad entre la base. El revolucionario francés Saint Just señaló que los hombres que hacen una revolución a medias están cavando su propia tumba.

En su discurso final en Maracaibo,  Chávez propuso a Muller Rojas como primer vicepresidente del PSUV. Esto es muy significativo porque Muller Rojas es uno de los dirigentes que, pese a sus contradicciones,  tiene posiciones más a la izquierda  dentro del partido. También es significativo de la manera de actuar de Chávez. A mediados de 2007  Muller Rojas se enfrentó a Chávez con respecto a la  participación de los militares en el seno del PSUV. Baduel  se opuso a que los militares entraran en el PSUV y Chávez apoyó a Baduel frente a Muller Rojas el cual fue sacado del comité promotor del PSUV. Sin embargo un año después  Muller Rojas esta junto a Chávez al frente del PSUV. Los bandazos y vacilaciones de Chávez  no tan sólo se dan en el terreno político  sino también en la elección de individuos para puestos de dirección.

Es necesario organizar a la mayoría de los militantes del PSUV  para luchar contra la burocracia por un programa auténticamente socialista

Las propias vacilaciones del Presidente reflejan el equilibrio inestable entre la izquierda y la derecha dentro del movimiento revolucionario bolivariano.  Muestran  que nada está decidido dentro del PSUV. Al revés,  la presión de las bases,  la lucha por que el PSUV sea el partido revolucionario que necesita la clase obrera y el pueblo para hacer la revolución socialista, la lucha entre reforma y revolución se va a recrudecer en los próximos meses.

Pese a los resultados de la elección de la dirección nacional,  los que puedan pensar que la burocracia tiene con ello  el control del PSUV  están equivocados. El problema de que el congreso discurriera de este modo, es que la mayoría revolucionaria esta desorganizada y la fracción reformista minoritaria  está organizada,  es plenamente consciente de sus intereses y lucha por ellos  Es fundamental organizar a la mayoría revolucionaria bajo las ideas del marxismo contra esa minoría reformista: de ello depende el futuro de la revolución. Esta tarea  realizandola con un método y programa correctos tendrá un enorme impacto entre la base,  incluido en el propio Chávez,  mostrando el camino para retomar la marcha hacia la revolución socialista.

Uno de las debilidades de la revolución venezolana es la falta de una organización revolucionaria de masas  que tenga un programa auténticamente socialista, que expropie a la burguesía nacionalizando los medios de producción bajo control de los trabajadores  y sustituya el aparato del estado burgués por uno revolucionario  y forme y desarrolle los cuadros necesarios para implementarlo. Para los marxistas del PSUV  este congreso fundacional, con todas sus contradicciones, pese a los manejos de la burocracia,  ha significado un enorme paso adelante en la línea de unificar el movimiento revolucionario,  vencer la dispersión y dar la batalla por  dotarlo de un programa con el que luchar por la transformación socialista de la sociedad venezolana.

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