"Si no nos diferenciamos de la socialdemocracia no vamos a tener posibilidades de avanzar más"

El 26 de junio se celebró en Madrid la Asamblea de Refundación de Izquierda Unida (IU). El día anterior, IU organizó un acto con representantes del Partido de la Izquierda Europea. Entre ellos destacó la intervención del parlamentario alemán, Wolfgang Gehr-cke, de La Izquierda (Die Linke). Defendió la necesidad de la izquierda de dotarse de un discurso radical y ofensivo, reivindicando entre otras cosas, la nacionalización de la banca. A continuación publicamos la entrevista a Wolfgang Gehrcke, realizada por los compañeros de El Militante que participaron en la Asamblea de Refundación de IU

"Si no nos diferenciamos de la socialdemocracia no vamos a tener posibilidades de avanzar más"

El 26 de junio se celebró en Madrid la Asamblea de Refundación de Izquierda Unida (IU). El día anterior, IU organizó un acto con representantes del Partido de la Izquierda Europea. Entre ellos destacó la intervención del parlamentario alemán, Wolfgang Gehr-cke, de La Izquierda (Die Linke). Defendió la necesidad de la izquierda de dotarse de un discurso radical y ofensivo, reivindicando entre otras cosas, la nacionalización de la banca.
A continuación publicamos la entrevista a Wolfgang Gehrcke, realizada por los compañeros de El Militante que participaron en la Asamblea de Refundación de IU


El Militante.- ¿Qué opinas sobre la defensa de consignas anticapitalistas como la nacionalización de la banca bajo control obrero o la nacionalización de sectores estratégicos?
Wolfgang Gehrcke.-
Nosotros escribimos el primer borrador para un nuevo programa que tiene una línea en este sentido. Tenemos que comprender la necesidad de polarizar. Si no nos diferenciamos de la socialdemocracia no vamos a tener posibilidades de avanzar más. Necesitaremos lanzar las cuestiones que nadie más lanza, en los parlamentos tenemos que hacer las preguntas que los demás no se atreven a hacer.
El parlamento alemán dio miles de millones de euros para salvar a la banca, es decir, la banca ya es nuestra, nosotros la pagamos, ahora hay que tomarla también (...) estamos en condiciones de prohibir ciertas transacciones. Los bancos no tienen que ser un casino, quien quiera apostar puede ir a los caballos. Los bancos tienen otras funciones y nunca vamos a terminar con la especulación sin prohibir ciertos tipos de negocios de la banca, pero la socialdemocracia no exige eso, somos los únicos, ni siquiera los verdes, que se han convertido en un partido burgués.
EM.- ¿Cómo se plantea el trabajo de Die Linke en los sindicatos y en el movimiento obrero?
WG.-
La mayoría de los dirigentes sindicales se orienta hacia los socialdemócratas (SPD), aunque hay una parte de los sindicalistas que nos mira seriamente y están dispuestos a trabajar con nosotros. En el parlamento siempre apoyamos las acciones de los sindicatos, pero tratamos de ir más allá, superando los límites que los sindicatos, lamentablemente, se imponen a sí mismos.
En Alemania hay una única central sindical, formalmente es independiente de todo tipo de partidos políticos pero mantenemos un diálogo permanente con ella. Hablamos de posibles acciones comunes, y una señal muy importante es el 29 de septiembre. No creo que los sindicatos alemanes vayan a convocar una huelga general, eso sería una revolución, pero tenemos que conseguir desarrollar acciones muy fuertes y los sindicatos deben asumir su papel.
EM.- Ante el plan de recorte de Merkel y teniendo en cuenta que los ataques se están produciendo a nivel europeo, ¿no sería necesario coordinar la luchas?
WG.-
En Alemania tenemos un clima político bastante delicado y creo que en toda Europa Occidental. La mayoría de la población está en contra de los recortes sociales del gobierno y es muy crítica hacia el capitalismo, pero no digo que la mayoría sea anticapitalista, es crítica con el capitalismo. Es una pequeña diferencia. Pero a pesar de esto la mayoría de la población no sale a la calle, ya que no confían en la capacidad de la izquierda para imponer otra línea política, y ese es nuestro problema y todavía no tenemos solución para él.
Esto lleva a una parte de los compañeros de Die Linke a plantear que no tenemos que ser tan radicales, persiguen un proyecto de hacer un gobierno común con una parte de los socialdemócratas, con los verdes. Para mí la conclusión es otra, es al contrario, tenemos que ser más claros en nuestras alternativas, en nuestras críticas. No estoy en contra de participar en un gobierno siempre que haya un resultado positivo para la población, y es esa la discusión en la que estamos. Ahí los sindicatos pueden jugar un papel importante.
EM.- Con relación a la juventud, ¿qué política esta desarrollando Die Linke?
WG.-
Ha habido grandes manifestaciones estudiantiles, no tan radicales como en Grecia. Es una nueva generación que tiene que aprender las nuevas formas de la lucha, (...) La juventud tiene que acumular sus propias experiencias, y Die Linke tiene que impedir que la nueva generación entre en la lucha pensando exclusivamente en su futura carrera política. Si la población empieza a pensar de nosotros como del resto de los políticos, (...) entonces perderemos nuestra credibilidad, un elemento muy valioso en política, y hay muchos ejemplos malos.
EM.- Creemos que para la refundación de IU es fundamental estar en las movilizaciones, en las luchas. ¿Cómo se afronta esto desde Die Linke?
WG.-
Lo vemos así también, y lo hacemos. La izquierda necesita hacer panfletos, carteles, tiene que estar presente en las manifestaciones, y a veces hay que estar en primera línea también con la policía, para impedir cosas, pues sabemos que la policía a veces es más cuidadosa si hay diputados en primera línea. La izquierda tiene que estar en acciones que a veces son un poco arriesgadas, dos diputados de Die Linke estaban presentes en la Flotilla de la Libertad. Hay que saber mantener la independencia en la discusiones parlamentarias, tener los mejores argumentos.
Volviendo al 29 de septiembre. Muchos de mis colegas intentaremos viajar en esa fecha, necesitamos mostrar a los griegos que no todos los alemanes calumniamos a los griegos. Lo que pasa aquí es una forma de racismo, según la prensa alemana a los griegos no les gusta trabajar, los españoles no saben manejar el dinero,... La izquierda tiene que contrarrestar ofensivamente ese discurso, y si no sabemos hacerlo en toda Europa vamos a tener un clima político bastante malo. Este trabajo no siempre es fácil, ya que hay empresas donde hay despidos, pero hay que defender también a los compañeros que no tienen contratos fijos, que tienen contratos temporales, tenemos que defender los derechos de los trabajadores inmigrantes.
EM.- ¿Qué opinas sobre los acontecimientos en América Latina en los últimos años, y qué posición tiene Die Linke al respecto?
WG.-
Tenemos unas relaciones muy estrechas y muy activas con casi todos los partidos de izquierdas de América Latina. Hoy en día no es posible hacer un buen programa que sea un programa nacional. Hay que comprender lo que pasa en América Latina en el marco de esa discusión del Socialismo del Siglo XXI. (...) para mucha gente la democracia es el parlamento nada más, pero eso no basta nunca. 

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