El pasado 29 de mayo más de 300.000 trabajadores portugueses, del sector público y privado, procedentes de todo el país se manifestaban en Lisboa, convocados por la CGTP, contra los ataques a los trabajadores aprobados por el gobierno de Sócrates (PS) con el apoyo de la derecha portuguesa. La manifestación ha sido una tremenda demostración de fuerza de la clase obrera, y una de las más importantes de las últimas décadas. Es significativo que la policía se niegue a dar sus cifras de asistentes. En las pancartas se podían leer consignas como "¡Basta!¡Que deje de subir el desempleo", "no a la austeridad" y "por la estabilidad del empleo".
El pasado 29 de mayo más de 300.000 trabajadores portugueses, del sector público y privado, procedentes de todo el país se manifestaban en Lisboa, convocados por la CGTP, contra los ataques a los trabajadores aprobados por el gobierno de Sócrates (PS) con el apoyo de la derecha portuguesa. La manifestación ha sido una tremenda demostración de fuerza de la clase obrera, y una de las más importantes de las últimas décadas. Es significativo que la policía se niegue a dar sus cifras de asistentes. En las pancartas se podían leer consignas como "¡Basta!¡Que deje de subir el desempleo", "no a la austeridad" y "por la estabilidad del empleo".
El gobierno de Sócrates después de anunciar un plan de ajuste en febrero (que incluía congelación de salarios de los funcionarios, privatizaciones,...) con el objetivo de reducir el déficit público del actual 9,3% del PIB al 2,8% en 2013, en mayo ha vuelto a anunciar recortes salvajes (para dejar el déficit en 2010 en un 7,3%, un punto más de lo previsto) y que afectan a los sectores sociales más desfavorecidos. Se recortará el subsidio de desempleo, que oficialmente afecta a 600.000 personas (9,7%). Uno de los dirigentes de la CGTP denunciaba, en la manifestación del pasado sábado, el fuerte ataque que supone para los desempleados ya que "más del 50% de los parados tienen como subsidio 419 euros". También han denunciado la retirada de las ayudas que se habían aprobado anteriormente para 187.000 desempleados, además de congelar la contratación en el sector público y de subir de impuestos como el IVA (hasta el 21%) o las tarifas del transporte.
El descontento social en Portugal crece por momentos. Previamente el gobierno de José Sócrates se ha enfrentado ya ha diversas protestas. El 4 de marzo hubo huelga del sector público contra la congelación salarial, con un 80% de seguimiento. Los funcionarios denuncian la pérdida de un 8% de poder adquisitivo en la última década y reivindican un aumento salarial del 4,5% para 2010. Además, durante el mes de abril ha habido huelgas importantes en los transportes y en Correos.
La tremenda protesta del pasado 29 de mayo pone sobre la mesa la disponibilidad a la lucha de la clase obrera portuguesa y la necesidad de dar un nuevo paso con la convocatoria de una huelga general de 24 horas por parte de la CGTP y los partidos de la clase obrera, para echar atrás el plan de ajuste de Sócrates y el FMI. Una huelga general que podría unificarse con la convocada ya por la CGIL italiana para el 25 de junio y con el resto de sindicatos europeos, empezando por CCOO y UGT en el Estado español y los sindicatos griegos ante los salvajes ataques aprobados en cada uno de estos países. Frente a los ataques coordinados de la burguesía es necesaria una respuesta unificada de los trabajadores europeos. Éste es el camino.