El 21 de julio conocíamos la noticia indignante y escandalosa: Juana Rivas tenía 24 horas para entregar a su hijo menor de 11 años a su exmarido, el maltratador Francesco Arcuri. A pesar de que la Fiscalía italiana presentó un escrito de procesamiento contra él por maltrato a sus hijos, la justicia española ha obligado a Juana a entregar a su hijo a este criminal.
La escena no ha podido ser más escalofriante: una madre llorando, siendo trasladada a un hospital con un cuadro de ansiedad y el hijo llorando diciendo que su padre lo va a matar, mientras su hermano mayor explica las palizas y amenazas que su madre y ambos recibían, pide a las autoridades que intervengan para evitar esta salvajada y ninguno de los responsables de evitarlo hace nada.
Para llegar a este punto debemos remontarnos a 2017, cuando después de que Juana denunciase a Arcuri por violencia machista, este —como hacen habitualmente muchos maltratadores— apela a la justicia patriarcal burguesa para que defienda sus intereses y la acusa de secuestrar a sus hijos, entonces de 11 y 3 años. Tras un juicio repugnante, la justicia española y toda la calaña fascista que la envuelve, dan la razón a Arcuri. Desde ese momento, Juana Rivas es víctima de una campaña brutal de criminalización y mentiras constantes de los medios de comunicación, especialmente los de la derecha, que la ponen en el punto de mira y la someten a un auténtico linchamiento mediático, llegando a decir que ella está manipulando a sus hijos.
En diciembre de 2024, su hijo ya mayor de edad hace un vídeo explicando que su padre es un maltratador y además la Fiscalía italiana presenta el escrito contra él, quedando fijado el juicio por maltrato “grave” para el próximo 18 de septiembre. Pero da igual, los jueces vuelven a la carga y ordenan entregar a su hijo menor de edad.
Este 22 de julio se aplazó la entrega del menor hasta… el viernes 25, para hacerlo en un sitio “seguro”. ¡Qué cinismo! Hablan de seguridad cuando están forzando a una madre a entregar a su hijo de 11 años a un maltratador que, además, ha amenazado con matarle o hacerle desaparecer para castigar al niño y a la propia Juana.
Una vez más, la justicia patriarcal muestra su odio a las mujeres que denuncian y luchan por sus derechos mientras abre sus brazos para proteger a nuestros maltratadores. Esta justicia es la que se pone de parte de los verdugos y da la espalda a las víctimas, como hemos visto en los juicios por violaciones, acoso, maltrato y demás formas de violencia de género. Sabemos que la condena de Juana Rivas es una condena contra el movimiento feminista, para amenazarnos y que estemos calladitas y seamos sumisas.
Pero el caso Juana Rivas plantea más cuestiones. ¿Dónde están todos esos señores del PP y Vox que se preocupan tanto por la infancia y dicen que están en riesgo si, por ejemplo, se crea una asignatura de educación sexual? Como era de esperar, el portavoz de Vox en el Parlamento andaluz ha dicho que hay que dejar actuar a la justicia y respetar su dictamen. Pero estamos hablando de los mismos que aplauden y apoyan los asesinatos de niños en Palestina y siembran el odio racista contra los MENA y las personas migrantes. ¡No se puede ser más fascista y sinvergüenza!
Pero esto no es ninguna sorpresa. Lo que cabe preguntarse es: ¿dónde está el Gobierno más feminista de la historia? Es sencillamente escandaloso que el ministro de Justicia, Félix Bolaños, diga que las imágenes del niño le han dejado mal cuerpo, pero siga sin hacer nada. Esa es la política del Gobierno PSOE-Sumar frente a la violencia machista y racista, la justicia patriarcal y todos los elementos franquistas y reaccionarios que plagan el aparato del Estado. Ni depurar el aparato judicial ni tomar ninguna medida contra ellos. Declaraciones vacías y lágrimas de cocodrilo mientras, en la práctica, miran a otro lado.
Ante este caso y ante todos los demás, cuando vemos que el aparato judicial está lleno de machistas y fascistas que no tienen problema en enviar a un menor con un criminal denunciado por violencia machista, la respuesta solo puede ser la que hemos dado desde el inicio de este caso las feministas combativas, las que hemos salido a las calles por Juana y todas las mujeres que sufrimos la violencia machista en nuestras carnes. El sistema capitalista nos declaró la guerra hace mucho tiempo, con sentencias como la de La Manada. Pero nosotras respondemos ante los ataques de la reacción, porque contra la justicia patriarcal y franquista, el único camino es la movilización en las calles para impulsar la revolución feminista y anticapitalista.