Pull&Bear es una cadena del Grupo Inditex, al que también pertenecen otras siete cadenas (Zara, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Utuerqüe) y diversas empresas (Indipunt, Jema, Tempe), englobando en el Estado español a más de 30.000 de trabajadores directos (sin contar las contratas). Pero a pesar de que todos nosotros trabajamos para el mismo patrón, nos regimos por diferentes convenios y acuerdos de empresa. ¿Tendría sentido reducir el número de convenios y acuerdos? ¿Tendría sentido negociar un acuerdo-marco que fijase las condiciones laborales más importantes en todo el Grupo Inditex, como son el incremento salarial, la jornada, las vacaciones, las ayudas sociales o las licencias retribuidas? ¿Tendría sentido llegar incluso a un convenio único para todo el Grupo Inditex? ¿Mejoraría esto las condiciones laborales de todos? Si así fuese, ¿cómo podríamos lograrlo? Con este pequeño texto, la sección sindical de CCOO de Pull&Bear Logística de Narón quiere compartir algunas reflexiones con el resto de las secciones sindicales de CCOO y el conjunto del movimiento obrero del Grupo Inditex.
La negociación colectiva es una herramienta poderosa a la hora de defender los intereses colectivos de los trabajadores. Como es bien sabido, la primera condición para que los trabajadores podamos defender nuestros intereses es la unidad. La unidad es lo que transforma la débil posición de un trabajador individual, en una posición de fuerza que nos permite disputarles nuestra plusvalía a los empresarios. La función del sindicalismo de clase es precisamente agrupar a los trabajadores para colocarnos en una situación más favorable a la hora de negociar con el empresario el precio de la mercancía que ofrecemos: la fuerza de trabajo humana, nuestra capacidad física e intelectual para desarrollar un trabajo y crear riqueza.
En la economía capitalista, la ley que determina el precio de una mercancía es la ley de la oferta y la demanda (si la oferta es mucha y la demanda es poca, el precio de la mercancía tiende a bajar; si la oferta es poca y la demanda es mucha, el precio tiende a subir). Dado que la fuerza de trabajo humana es una mercancía como otra cualquiera, también para ella rige esta ley.
Aplicada al precio de la fuerza de trabajo, esta ley significa que en las épocas de crecimiento económico (cuando el paro baja y, por tanto, disminuye la oferta de mano de obra) los salarios tienden a subir; y que en las épocas de recesión (cuando el paro sube y, por tanto, aumenta la oferta de mano de obra) los salarios tienden a bajar. Por tanto, es obvio que la negociación colectiva se ve condicionada por la situación de la economía.
Ahora nos encontramos en una época de grave recesión económica, es decir, en una situación menos favorable para los trabajadores. Pero esta situación en principio menos favorable puede ser superada con una estrategia sindical que combine dos factores:
Uno es desarrollar la faceta política de la lucha obrera, es decir, que los trabajadores no nos limitemos a luchar contra los efectos del capitalismo (paro, precariedad, bajos salarios, reformas laborales y de las pensiones, etc.), sino que también luchemos contra el sistema, porque la causa de los problemas que padecemos es el propio capitalismo. No vamos a profundizar en este aspecto porque no es el objetivo de estos apuntes.
El segundo factor es aumentar nuestra capacidad de ejercer presión sobre los empresarios a través de la extensión y coordinación de las luchas, y a este respecto sí vamos a exponer algunas opiniones.
No cabe duda de que si las decenas de miles de trabajadores del Grupo Inditex tuviésemos el mismo convenio, eso significaría unas mejores condiciones laborales para todos. ¿Os imagináis la fuerza que podríamos desarrollar si saliésemos a la lucha todos juntos, si hiciésemos una huelga todos juntos, si todos saliésemos a la calle en nuestras respectivas localidades un mismo día y a la misma hora, o incluso si nos manifestásemos todos juntos en un mismo lugar? Nuestra capacidad de presión aumentaría enormemente.
Por tanto, cualquier paso en dirección a unificar los marcos de la negociación colectiva en el Grupo Inditex sería muy positivo. Somos conscientes de que el camino hasta llegar a un convenio único es muy largo, pero hay pasos intermedios que debemos empezar a estudiar, como puede ser la exigencia de un acuerdo-marco para todo el Grupo. Caminar en esta dirección exigiría una serie de requisitos previos.
El primero sería hacer un estudio muy a fondo de la situación actual y elaborar una propuesta para unificar las condiciones laborales más importantes. Evidentemente, dependiendo del grado de diferencia que haya, la unificación podría tener que hacerse en más de un paso.
El segundo de ellos sería que los comités de empresa asumiesen la idea de unificar las condiciones laborales.
Y el tercer requisito sería que esta idea también fuese asumida por la gran mayoría de los trabajadores del Grupo Inditex. Este requisito, de hecho, es el más importante de todos, es imprescindible.
Los empresarios saben muy bien las ventajas que a los trabajadores nos aporta la negociación colectiva. De hecho, una de las ideas en que más está insistiendo la CEOE en su propuesta de reforma laboral es la de atomizarla. Quieren acabar con los convenios provinciales y fomentar los convenios de empresa, porque saben que al dividirnos nos debilitan.
Por eso, con toda seguridad el primer obstáculo con que se encontraría cualquier propuesta tendente a unificar las condiciones laborales sería la negativa de la dirección de Grupo Inditex a negociarla. Antes de poder empezar a negociar, los trabajadores tendríamos que librar una primera batalla para obligar a la empresa a sentarse en la mesa de negociaciones.
Pero incluso una vez logrado que la empresa se siente, hay que tener claro que durante las negociaciones intentaría continuamente y por todos los medios romper la unidad de los trabajadores con el truco de siempre: "divide y vencerás". Las empresas lo aplican continuamente para tener a los trabajadores enfrentados entre sí: a los de las oficinas con los del taller, a los fijos con los eventuales, a los de la empresa principal con los subcontratados... Nos enfrentaríamos a una campaña constante de intoxicación informativa y de fomento del egoísmo y de todo tipo de prejuicios localistas, con el objetivo de sembrar la desconfianza, el desánimo y la desunión entre los trabajadores. La empresa podría ofrecerle a algún centro la firma de un buen convenio o acuerdo, para intentar crear entre esos trabajadores una opinión favorable a la ruptura de la unidad y que así presionasen a sus representantes sindicales para firmarlo. O incluso podría intentar directamente comprar a los representantes de algún centro para que rompiesen la unidad de acción. La patronal a veces privilegia a algún colectivo de la plantilla para hacerle sentirse empresa, pero eso sólo es para dividir a los trabajadores y así poder explotarlos más, también a los "privilegiados", a los que nunca les agradecen los servicios prestados. Para las empresas, los trabajadores, todos, sólo somos números.
Por eso decimos que no sólo tienen que tener las cosas claras los representantes sindicales, sino que también es fundamental que las tengan claras los trabajadores, a fin de no caer en las trampas de la empresa. Además de asumir los objetivos de la lucha, los trabajadores tendrían que tener asumido que esa lucha, además de empezarla todos juntos, también debemos acabarla todos juntos.
Si no fuese así, si la decisión de unificar la negociación colectiva (ya sea un menor número de convenios o acuerdos de empresa, un acuerdo-marco, un convenio único) sólo la tomasen los comités de empresa, si entre los trabajadores no hubiese una opinión clara y una voluntad firme de luchar, nos podríamos encontrar con que las maniobras de la patronal tuviesen éxito, lo que dificultaría enormemente la tarea estratégica de unir y cohesionar a todo el movimiento obrero del Grupo Inditex.
Conseguir la unificación de las condiciones laborales en todo el Grupo sería un gran paso adelante para los trabajadores. Pero esto no se puede hacer desde el sindicalismo ilustrado ("todo para los obreros, pero sin los obreros"). El primer requisito para avanzar en esa dirección es que la inmensa mayoría de los trabajadores del Grupo Inditex estén convencidos y dispuestos a dar esa batalla.
En este sentido, se pueden ir dando pasos que ayuden a crear entre los trabajadores un ambiente de que todos tenemos los mismos intereses, de que la victoria o la derrota de los compañeros y compañeras de un centro de trabajo es también una victoria o una derrota de todos, de que debemos unirnos. Por ejemplo, un mayor contacto e intercambio de información entre los comités de empresa, la información a las plantillas sobre los problemas en otros centros de trabajo, el impulso de acciones de solidaridad en caso de un conflicto importante en alguno de ellos, etc. Aunque en algunas partes esto es más fácil que en otras (por ejemplo, en la provincia de A Coruña), con ideas y voluntad claras se puede avanzar.
La crisis está lejos de haber acabado. La propuesta del gobierno para reformar las pensiones y el anuncio de una reforma laboral son síntomas de que quieren hacernos pagar a los trabajadores el coste de una crisis económica que no provocamos nosotros, sino que la provocaron ellos, los empresarios. No podemos aceptarlo, no debemos aceptarlo. Tenemos que unirnos para defendernos de los ataques. Y nada más lógico que que esa unidad empiece por la unidad entre todos los trabajadores que trabajamos para el mismo patrón.
Como dijimos al principio, esto sólo son unas reflexiones para contribuir a un debate y a una acción sindical que culmine con la aparición de las condiciones que hagan posible luchar por la unificación de la negociación colectiva en el Grupo Inditex. Estamos seguros de que todos los trabajadores saldríamos ganando.