El PP, metido de lleno en su campaña publicitaria sobre los “brotes verdes”, ha anunciado a bombo y platillo que los Presupuestos General del Estado 2014 son los “de la recuperación”. Estamos de acuerdo. Para la clase obrera significan recuperar el Auxilio Social para sus mayores, los salarios de miseria, la imposibilidad de que sus hijos estudien, la omnipresencia de la iglesia católica y la angustia ante cualquier problema de salud.

El PP, metido de lleno en su campaña publicitaria sobre los “brotes verdes”, ha anunciado a bombo y platillo que los Presupuestos General del Estado 2014 son los “de la recuperación”. Estamos de acuerdo. Para la clase obrera significan recuperar el Auxilio Social para sus mayores, los salarios de miseria, la imposibilidad de que sus hijos estudien, la omnipresencia de la iglesia católica y la angustia ante cualquier problema de salud. Es cierto que, desde que llegó el PP al poder, estos son los primeros presupuestos que se alejan un poco de la ciencia ficción en cuanto a las previsiones globales. No se puede descartar que la economía crezca el 0,7% que vaticinan (lo que equivale realmente a un estancamiento) si durante el año no explota ninguna de las bombas de relojería que el capitalismo guarda todavía en la chistera (“descubrimiento” de nuevos agujeros de la banca española, tormentas en la zona euro, enfriamiento más agudo de la economía china…).

Lo que baja

Lo que sí dejan claro los presupuestos, por supuesto, es quiénes no serán los beneficiarios de ese raquítico e hipotético crecimiento. Desde luego no los empleados públicos, que ven congelado de nuevo su sueldo y ya acumulan un 15% de poder adquisitivo perdido, marcando el camino que el PP prepara a los pensionistas. La contrarreforma se estrena con una “subida” de las pensiones del 0,25% por ciento, frente a una inflación de más del 1%. Eso sí, la ministra Báñez verá premiada su desfachatez al afirmar que las pensiones suben cobrando 5.700 euros al mes, posibles sobresueldos aparte.

Las prestaciones a los parados disminuyen en un 5,4% debido a que muchos irán agotando su derecho, no a que encuentren trabajo. Porque el empleo se mantendrá estable, según los Presupuestos, que prevé que la tasa de paro disminuya porque más gente emigrará o dejará de buscar trabajo. Las cuotas a la Seguridad Social de trabajadores activos caerán un 3,9%, prueba inequívoca de que, como explicó Rajoy en Japón, la reforma laboral está cumpliendo su papel y los salarios están cayendo.

Otras partidas destacadas que disminuyen son las de cultura, cooperación internacional, educación y violencia de género. Se pospone la aplicación del permiso de paternidad y disminuye el número de beneficiarios de la Ley de Dependencia, que ya acumula más de 200.000 personas con el derecho reconocido y sin recibir ayudas.

Aunque el pago de intereses disminuyen respecto al año anterior son 37.000 millones de euros los que van a parar directamente al bolsillo de los banqueros, una cantidad de dinero escandalosa que representa el 10,3% del gasto total y una cifra equivalente al 3,5% del PIB; el segundo gasto más importante de los presupuestos, después de las pensiones y está por encima del gasto en prestaciones por desempleo. Con una deuda pública oficial de casi el 100% y en ascenso acelerado, a pesar de los recortes, es bastante probable que este capítulo vuelva a subir en los próximos años.

Lo que sube

Cospedal ha dicho que los números no mienten y la partida para becas universitarias aumenta más de un 20%. Los números no mienten, pero las personas sí, y lo que se esconde por detrás de este aumento es el hundimiento de las condiciones de vida de la clase obrera. Así, parte del aumento viene del crecimiento brutal de las tasas. Si estas suben, el gasto para pagárselas a quien tiene derecho a la exención de tasas también aumenta. Además, a pesar del endurecimiento de las condiciones para acceder a ellas, hay más estudiantes con derecho a ellas, por el drama económico que se vive en sus familias. Aún así, los estudiantes con ayuda a la matrícula no llegan al 25% del total. Y qué decir del resto de las becas. La cuantía media por becario disminuye tanto en universidad (de 3.100 a 2.450 euros anuales) como en FP y bachillerato (de 1.330 a 1.240). La realidad es que las becas son claramente insuficientes, y miles de estudiantes hijos de trabajadores se están viendo obligados a abandonar los estudios.

También aumenta el gasto en Investigación y Desarrollo, un 3,4%, pero cuando uno va al detalle se encuentra que la civil aumenta sólo un 1,3% y la militar un 39%, que no se traducirá en más empleo. Las eléctricas se llevan una buena tajada: 4.100 millones por los “costes eléctricos”, aparte de lo que se embolsen por la subida de la tarifa a los consumidores.

Hasta ahora hemos visto que trabajadores, pensionistas, parados y estudiantes van a ir peor, lo que ya supone más del 90% de la población. Las cuentas públicas son una muestra de los planes de los capitalistas: aun en el mejor de los casos, que la economía crezca, para los trabajadores van a seguir los recortes y los ataques.

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