¡Todas y todos a las calles este sábado en Madrid! Manifestación a las 18h de Neptuno a Sevilla
La situación a la que han llegado los servicios públicos en la Comunidad de Madrid (CAM) es totalmente crítica. En el caso de la sanidad pública, las lista de espera interminables, la falta de personal, de material y la precariedad de las y los trabajadores marcan nuestro día a día. El cierre de 37 centros de Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) agrava aún más la situación anterior.
Este desastre no es producto de la pandemia: es la consecuencia de los más de 25 años de las políticas del PP. Políticas que han tenido beneficiarios con nombres y apellidos. Empresas como OHL, Sacyr, FCC o Construcciones Hispania (imputada en el caso Púnica) han gestionado algunos de los hospitales más importantes de la Comunidad de Madrid llenándose los bolsillos y perjudicando la atención sanitaria. En 2021 este trasvase de dinero público a la sanidad privada alcanzó 1.236 millones de euros, un 30% más que en 2020.
Ayuso y su robo a mano armada a la sanidad pública
Es evidente que los chanchullos de la presidenta y sus amigos han alcanzado un nivel realmente salvaje. Los gerentes del Hospital Clínico y del Gregorio Marañón han sido cesados recientemente, tras hacerse público a través de la prensa el escandaloso agujero de más de 50 millones de euros que han regalado al Grupo Empresarial Electromédico, sin ningún concurso público de por medio. Según las últimas noticias, esta trama estaría extendida por toda la red pública madrileña. Las cifras del dinero obtenido por este grupo empresarial a costa del dinero públicos ascienden, según ha informado la prensa, a 30 millones de euros en La Paz, 16 en el Severo Ochoa, 14 en el Ramón y Cajal, 6,5 en el Hospital universitario de Getafe, 3 millones en el Niño Jesús y cientos de miles de euros en el Carlos III.
Estas cifras dan buena cuenta de cómo se comportan en PP y su corte de empresarios para robar y parasitar nuestros servicios públicos ¡Como si fuera su cortijo! Hacen lo que quieren y además lo hacen de una forma tan ostentosa que es evidente que se sienten absolutamente impunes para obrar de cualquier forma, por más descarada que sea.
Las provocaciones de una derecha que se siente fuerte e impune para hacer lo que les venga en gana no cesan. El vicepresidente de la CAM, se atrevía hace unas semanas a afirmar que “en Madrid no hay pobres”, cuando las colas de hambre se han convertido en una realidad en nuestros barrios. Unas semanas después tenía la desvergüenza de decir que los familiares de los 7000 ancianos que fallecieron en la pandemia porque fueron desahuciados por el Partido Popular “ya habían superado” lo ocurrido: así se justificaba para no abrir una investigación sobre esta verdadera masacre que lleva su nombre y el de Ayuso en letras mayúsculas.
Recuperar la calle para salvar la sanidad pública
Este desparpajo y esta desvergüenza de Ayuso y los suyos ponen sobre la mesa una idea muy importante: tenemos que combatir a sangre y fuego a estos portavoces de la reacción porque su plan es muy claro ¡Quieren arrasar con todo! La izquierda parlamentaria y los dirigentes de los grandes sindicatos tienen una gran responsabilidad en haber llegado a esta situación, porque no han levantado ningún tipo de oposición en la calle que merezca tal nombre a todos esos ataques. Ni siquiera cuando la pandemia puso negro sobre blanco la terrible realidad de que nuestras vidas le importaban un bledo a la presidenta de la CAM. Incluso en el Ayuntamiento de Madrid, las cosas adquirieron un nivel realmente lamentable al no hacer oposición ni siquiera en las palabras, como vimos con dirigentes como Rita Maestre, que dieron su apoyo a Almeida y su gestión.
Es el momento de romper con todo esto. No es suficiente con lamentarse de que Ayuso presida la CAM o lo reaccionaria que es. Los gestos y los discursos en la tribuna parlamentaria de la Asamblea de Madrid son inútiles si no van acompañados de lo que realmente nos hace fuertes que es la movilización en la calle. Esa es la única respuesta que entiende Ayuso y la reacción a la que ella representa. Tenemos que tomar nota de lo que ha funcionado en el pasado. La Marea Blanca logró frenar la privatización de varios hospitales públicos de Madrid y lo logramos precisamente movilizando a toda la clase trabajadora madrileña y organizando manifestaciones multitudinarias.
Ante la situación actual, que beneficia a quienes hacen de nuestra salud un negocio millonario, los usuarios y trabajadores de la sanidad pública de nuevo decimos ¡Basta ya! En mayo de 2022, los médicos especialistas protagonizaron una huelga ejemplar; rompiendo con los servicios mínimos. Pero este verano, decenas de miles de personas llenaron las calles de Parla, Leganés, Getafe y otras ciudades obreras clamando contra esta situación y denunciando los recortes, los cierres de los SUAP, de los SAR (Servicios de Atención Rural) y pidiendo fin a la batalla cotidiana a la que nos vemos abocados cuando queremos acceder a algo tan básico como la atención médica. ¡Ese es el camino!
Por una huelga general en la CAM en defensa de los servicios públicos
Los trabajadores del Servicio Madrileño de Salud y los trabajadores de urgencias del Hospital Infanta Sofía han convocado huelga indefinida a partir del 25 de octubre y 28 de octubre respectivamente. Se trata sin duda de una gran oportunidad para recuperar el camino de la lucha y poner en pie a toda la sanidad pública y a sus usuarios. Algunos responsables de la gestión sanitaria madrileña han dimitido, fruto de la enorme presión que existe, conscientes del polvorín que se está generando en Madrid con este punto. No es el único. Todos los servicios públicos están siendo arrasados y por eso debemos unir nuestras fuerzas y responder juntas y juntos a esta ofensiva de la derecha.
Desde el Sindicato de Estudiantes también hemos llamado a la huelga general estudiantil el próximo 27 de Octubre, contra Ayuso y su destrucción de la educación pública, en defensa de nuestra salud mental que está afectando de una forma terrible a la juventud, fruto de las situaciones imposibles en la que se nos coloca a las familias trabajadoras.
Desde Izquierda Revolucionaria y el Sindicato de Estudiantes llamamos a acudir masivamente este sábado a la movilización en defensa de la sanidad pública. Pero decimos más. Es el momento de ir más allá. Tenemos que responder con todas nuestras fuerzas. Los sindicatos de clase deben impulsar la movilización y la unificación de todos los que luchamos contra Ayuso y sus políticas. Es necesario que convoquen una huelga general en la CAM, en defensa de los servicios públicos, para aunar fuerzas y mostrar a quienes nos atacan que no estamos dispuestos a tolerar este arrase a nuestras condiciones de vida y derechos más básicos.
¡Es el momento de la lucha!