¡Organicémonos por el derecho a la vivienda!

Hoy hemos sido centenares ante la Casa Orsola los y las que hemos conseguido parar el desahucio que estaba previsto llevarse a cabo a las 10 de la mañana. Una vez más, gracias a la fuerza de la clase trabajadora, a la organización y la lucha en las calles hemos demostrado que no podrán con nosotros. La comitiva judicial ha aplazado el desahucio para el próximo martes 4 de febrero a las 5 de la madrugada. Un acto totalmente cobarde para cogernos desprevenidos, pero tampoco lo conseguirán. Nos tienen miedo y responderemos una vez más con más fuerza.

Por eso desde Esquerra Revolucionària y el Sindicat d´Estudiants hacemos un llamamiento a todas las que podáis asistir el lunes 3 a las 21h de la noche a un acto de apoyo y a las 3 de la madrugada del 4 de febrero a parar el desahucio una vez más.

Este viernes 31 de enero nos hemos enfrentado a un nuevo ataque contra el derecho a la vivienda: el desalojo de Casa Orsola en Barcelona. Este edificio, comprado por el fondo buitre Lioness SLU, que ha decidido no renovar el contrato a los vecinos y vecinas para lucrarse todavía más con sus viviendas, es símbolo de la lucha por la dignidad y contra la especulación. Está en el punto de mira de los intereses inmobiliarios, que buscan enriquecerse unos pocos a expensas de expulsar a vecinas y vecinos de sus hogares. No podemos permitirlo.

Casa Orsola no es solo un edificio. Es un ejemplo vivo de organización y resistencia frente a las políticas que precarizan nuestras vidas. Las familias que viven llevan años resistiendo y luchando para evitar ser expulsadas de su barrio, demostrando que la solidaridad y la lucha colectiva de la clase trabajadora son nuestras armas más poderosas contra la especulación.

El Ayuntamiento de Barcelona, en lugar de enviar los antidisturbios a desalojar el espacio popular de la Antigua Massana y golpear salvajemente los que lo protegíamos, tendría que conceder inmediatamente su concesión pública, reconociendo la importante labor que numerosos colectivos sociales y de la vivienda realizan por el barrio. Y en lugar de desahuciar las familias de Casa Orsola, tendría que expropiar sin indemnización el edificio en manos de Lioness e incorporar Casa Orsola en el parque de vivienda pública con un alquiler social para sus vecinos y vecinas. Pero el Ayuntamiento de Jaume Collboni (PSC) se ha aliado con los grandes capitales, dejando claro dónde están sus prioridades: proteger los ricos mientras despojan a la clase trabajadora de nuestros derechos fundamentales.

Es imprescindible que respondamos con contundencia. De nuevo, no podemos permitir que este desalojo se lleve a cabo sin resistencia. La represión y las amenazas no nos asustan. Hemos visto como en movilizaciones recientes, desde las masivas manifestaciones por el derecho a la vivienda hasta la defensa de espacios como la Antigua Massana, como hoy mismo en el intento de desahucio de Casa Orsola, que la unión y la organización son nuestra mejor herramienta.

Más de 300.000 personas salimos a las calles de Barcelona el pasado 23 de noviembre al grito de "¡Se ha acabado!", contra los rentistas y los precios abusivos, rechazando los desahucios y señalando la responsabilidad del Gobierno central y de la Generalitat. Ahora, necesitamos esta misma fuerza y determinación para enfrentarnos al intento de desalojo de Casa Orsola.

Hacemos un llamamiento a todas las vecinas y vecinos, a los colectivos, sindicatos y organizaciones sociales, a unirse en esta lucha. Porque Casa Orsola no es solo un problema local. El derecho a la vivienda, un derecho que tiene que estar por encima de los intereses económicos.

La especulación no se combate con discursos vacíos ni con promesas que nunca se cumplen. La solución es la expropiación de las viviendas en manos de bancos, fondos buitre, especuladores y rentistas, para constituir un parque estatal de dos millones de viviendas públicas para alquiler social. La especulación se combate con la acción directa, con la movilización y con la organización.

¡Paramos el desahucio de Casa Orsola una vez más! Ante la dictadura de los capitalistas y rentistas, ¡avanzamos hacia la huelga de alquileres y la huelga general por el derecho a la vivienda! ¡Arrancamos de las zarpas de esta minoría de parásitos nuestras vidas y luchamos por el socialismo!