El pasado 17 de septiembre, el PP organizó una visita por los barrios de la Salut y Sant Roc de Badalona. Acompañados de una eurodiputada de la UMP, el partido de Sarkozy, la presidenta del PP en Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho, y el presidente del PP de Badalona, Xavier García Albiol, organizaron uno de esos recorridos ante las cámaras de televisión, con vecinas "espontáneas" que se acercan al cortejo de los políticos para decir "cuantas veces le han robado los rumanos" y que resultan ser empleadas y cargos del PP. En palabras de los portavoces del PP, la razón de la visita no es otra que "constatar que la situación que vive Francia con la inmigración rumana también se produce en España".
Le ha faltado tiempo al inefable García Albiol para sumarse a la campaña xenófoba con la que la derecha gobernante en Francia pretende desviar la atención de los auténticos problemas y de los verdaderos responsables de la crisis económica y social del capitalismo. El discurso racista del presidente del PP de Badalona llegó al extremo de afirmar que la situación en su localidad es "peor" que en Francia porque los rumanos no están "localizados en campamentos" sino "desperdigados por la ciudad". Las palabras del concejal del PP en Badalona, lejos de ser condenadas por la dirección del PP, fueron apoyadas totalmente.
El pasado mes de abril, García Albiol y Sánchez-Camacho ya visitaron los barrios de la zona sur de Badalona. En aquella ocasión se dedicaron a repartir unos panfletos en los que se vinculaba la inseguridad ciudadana con la inmigración y en los que se veía una fotografía con el lema "No queremos rumanos". En verano, García Albiol hizo unas polémicas declaraciones en las que decía que "los gitanos rumanos han venido a robar".Está claro que el PP está utilizando a fondo el discurso racista y xenófobo más ultra, sin ningún tipo de reparo, aprovechándose de la falta de respuesta a estos ataques por parte de las organizaciones obreras y de izquierdas. Los 300 gitanos rumanos que hay en Badalona, sobre una población de 220.000 habitantes, resulta que para el PP son el gran problema. Desde luego, se trata del escalón más débil de la sociedad, y por ello la derecha echa mano de ellos para convertirlos en chivos expiatorios de la crisis. Su afán no es "mirar los problemas de frente" o "ponerse en la piel de los vecinos", como dice cínicamente Jorge Moragas, de la dirección del PP, sino atizar un enfrentamiento xenófobo y racista para tratar de obtener más votos.
Por la dignificación de los barrios obreros
Por parte de los sindicatos, asociaciones de vecinos, partidos de izquierdas, es necesario responder de una manera contundente a las campañas racistas de la derecha, con una manifestación o concentración en Badalona, para empezar. Hay que dejar claramente al descubierto las mentiras que la derecha repite hasta convertir en tópicos, como el que los inmigrantes tienen prioridad en las ayudas sociales. En el caso de Badalona, por ejemplo, la población extranjera es un 14% y las ayudas sociales municipales dedicadas a población extranjera siempre han estado entre un 12 y un 15%. Pero por otro lado, también hay que reclamar a la administración celeridad en resolver las situaciones conflictivas que se producen y que si no se resuelven se degradan. Es inadmisible, por ejemplo, que el Ayuntamiento de Badalona y la Generalitat todavía no hayan resuelto el problema de los pisos sobreocupados (todavía hay 45 pisos con este problema), cuando ya hace cuatro años, como mínimo, que se detectó esta cuestión. O que no se actúe más decididamente para sacar de la marginalidad al colectivo de rumanos gitanos. Es imperdonable que menos del 10% de este colectivo en edad laboral tengan permiso de trabajo. ¿No habría que empezar por ahí, quitando los obstáculos legales y burocráticos que impiden su inserción laboral?
Frente a los ataques de la derecha, PP y CiU, que azuzan el racismo para sacar un rédito electoral, las organizaciones obreras y de izquierdas debemos exigir un aumento drástico de los gastos sociales, para que se atiendan todas las peticiones de ayudas sociales, sin distinción entre nativos o extranjeros.
Por la dignificación de los barrios obreros
Por parte de los sindicatos, asociaciones de vecinos, partidos de izquierdas, es necesario responder de una manera contundente a las campañas racistas de la derecha, con una manifestación o concentración en Badalona, para empezar. Hay que dejar claramente al descubierto las mentiras que la derecha repite hasta convertir en tópicos, como el que los inmigrantes tienen prioridad en las ayudas sociales. En el caso de Badalona, por ejemplo, la población extranjera es un 14% y las ayudas sociales municipales dedicadas a población extranjera siempre han estado entre un 12 y un 15%. Pero por otro lado, también hay que reclamar a la administración celeridad en resolver las situaciones conflictivas que se producen y que si no se resuelven se degradan. Es inadmisible, por ejemplo, que el Ayuntamiento de Badalona y la Generalitat todavía no hayan resuelto el problema de los pisos sobreocupados (todavía hay 45 pisos con este problema), cuando ya hace cuatro años, como mínimo, que se detectó esta cuestión. O que no se actúe más decididamente para sacar de la marginalidad al colectivo de rumanos gitanos. Es imperdonable que menos del 10% de este colectivo en edad laboral tengan permiso de trabajo. ¿No habría que empezar por ahí, quitando los obstáculos legales y burocráticos que impiden su inserción laboral?
Frente a los ataques de la derecha, PP y CiU, que azuzan el racismo para sacar un rédito electoral, las organizaciones obreras y de izquierdas debemos exigir un aumento drástico de los gastos sociales, para que se atiendan todas las peticiones de ayudas sociales, sin distinción entre nativos o extranjeros.