El gobierno de CiU está destapando sus verdaderos intereses de clase, mostrándose claramente como el que realmente son: el gobierno de la burguesía catalana, de los grandes empresarios y banqueros. En menos de 100 días en el gobierno han anunciado el mayor plan de recortes sociales en décadas, sus consecuencias serán miles de despidos, un brutal deterioro de la educación y la sanidad pública, un incremento de la degradación social, y la privatización de los servicios públicos.
El recorte del 10% del gasto público, que se está cebando especialmente en la educación y sanidad públicas, significará aproximadamente 20.000 despidos. La elevada tasa de temporalidad (30% en sanidad y 40% en personal de Administración y Técnicos) comportará el despido libre sin indemnización de la mayoria.
En sanidad el recorte asciende a 1000 millones de euros: reducción de personal, aumento de las listas de espera para operaciones y visitas al especialista, cierre de quirófanos, concentración de servicios (incrementando los desplazamientos de los pacientes), paralización de todas las obras nuevas, y retraso de la aplicación de la ley de dependencia, que en Catalunya acumula una lista de espera de 54.000 personas.
Este recorte significará un retroceso sin precedentes en la sanidad pública si tenemos en cuenta que Catalunya es la penúltima comunidad en inversión sanitaria en Catalunya (4’3% del PIB) de todo el Estado español (5,7%), que a su vez está a la cola de la UE-15 (6,7%). En algunos hospitales el recorte asciende al 18% del presupuesto.
Las consecuencias de este brutal recorte seran aumentar la masificación de la sanidad pública, especialmente del servicio de urgencias, y profundizar el proceso de privatización de la sanidad, como ha reconocido la propia patronal, que ha incrementado sus expectativas de negocio por los recortes.
En los institutos y escuelas públicos se ha recortado el presupuesto de gastos corrientes un 30% de media, llevando a algunos centros al borde de la quiebra, a la vez que imponen el pago de tasas en la FP superior “como en la universidad”. Han recortado 140 millones de euros en las universidades públicas y pretenden subir las tasas universitarias.
No habrá ninguna obra nueva en infraestructuras hasta 2013, se paralizan la obras de la ronda del Maresme, la construcción de dos desalinizadoras, la amplicación del Metro de Barcelona y del aeropuerto de Lleida. También se paraliza la construcción de nuevas comisarias, instalaciones judiciales y cárceles, y se aplazan las nuevas plazas para el cuerpo de bomberos. En el ámbito de la Cultura, los recortes llevaran a una subida de precios en los teatros, reducciones salariales en TV3 y Catalunya Radio y despidos en la CCRTV.
En Catalunya no sobran empleados públicos sino que por el contrario tiene un déficit de inversión pública flagrante. A pesar de ser la comunidad con más competencias, tiene la ratio habitantes/empleados públicos más elevada (24’3 Catalunya, 17 Estado español, 12 Francia), y el 10’6% de empleados públicos respecto a la población activa queda por debajo no solo del resto de países de Europa, sino incluso de EEUU.
Artur Mas ha pedido a los catalanes hacer sacrificios para no ser “la generación más egoista de la historia”. La demagogia de la burguesia catalana no tiene límites. Tras tres años de crisis económica, el principal pagador de la factura de la crisis ha sido la clase obrera y la juventud, con más de 600.000 desempleados en Catalunya y tasas de desempleo juvenil astronómicas. Mientras tanto, los grandes empresarios y banqueros han seguido haciendo negocios. Sólo “La Caixa” ha obtenido 4869 millones de euros de beneficios en el período 2008 – 2010.
Y ahora planean un salvaje recorte del gasto público a la vez que mantendrán las ayudas a las grandes empresas (la inversión en NISSAN y SEAT está financiada en un 80% por la Generalitat) y planean nuevas rebajas de los impuestos a los ricos, con la reforma o supresión del impuesto de sucesiones.
Por un plan de movilizaciones contundente
Este ataque frontal al gasto público y a las condiciones de vida de la mayoria está generando mucho descontento e indignación, haciendo que el gobierno de CiU haya completado los 100 primeros dias de mandato dejando bien claro que son el gobierno de la patronal catalana. Los dirigentes sindicales de CCOO y UGT han organizado una concentración el 14 de abril y una manifestación para un mes más tarde, el 14 de mayo en vísperas de las elecciones municipales.
Este plan de movilizaciones es claramente insuficiente, como en la práctica están poniendo de manifiesto los trabajadores de varios hospitales, que estan protagonizando paros y movilizaciones muy masivas, que reciben el apoyo entusiasta de la población. Es necesario dar nuevos pasos adelante para impulsar la movilización contra los recortes, coordinando los diferentes centros sanitarios con el resto del sector público, con la celebración de asambleas y la formación de comités de lucha, para preparar un plan de lucha que empiece con la convocatoria de una Huelga General del sector público en Catalunya.
La cuestión nacional y la lucha de clases
Frente a esta situación social potencialmente explosiva, que si no cristaliza en la ruptura de la paz social es gracias a la implicación de los dirigentes sindicales en la política de desmovilización y pacto social con la patronal y gobierno, el gobierno CiU está utilizando de manera sistemática la cuestión nacional catalana para desviar la atención.
Responsabilizan a “España” (por el déficit fiscal histórico y porque el gobierno central no pagará en 2011 los 1450 millones de euros del Fondo de Competitividad) de los recortes sociales, ocultando su participación directa y decidida. Al déficit histórico de gasto social contribuyó CiU durante sus 23 años de gobierno, consiguiendo poner a Catalunya como la comunidad puntera en privatización de la educación y la sanidad.
Ahora que han vuelto al gobierno, quieren convertirse en el gobierno “ejemplar” en cuanto a recortes sociales para el resto del Estado y la Unión Europea. No es casualidad que hayan recibido el apoyo entusiasta tanto de la patronal catalana, como de la empresariado español y del propio Partido Popular. Mientras recortan el gasto social más que nadie, teatralizan su oposición a los nuevos recortes que le plantea el gobierno central, tratando de presentarse como los defensores del gasto social. El mundo al revés!
El último movimiento es el voto afirmativo de Artur Mas y Jordi Pujol en la consulta sobre la independencia que se celebrará el 10 de abril en Barcelona. Este giro “independentista” de la burguesia catalana no tiene absolutamente nada que ver con las legítimas aspiraciones democráticas nacionales del pueblo catalán, sino que está motivado por el pánico ante el inevitable auge de la lucha de clases en el siguiente período, para lo cual se preparan utilizando de forma demagógica las legítimas aspiraciones democráticas. De hecho, mientras votan a favor de la independencia, estan preparando un acuerdo con el PP para los presupuestos de la Generalitat que anticipa futuros acuerdos si Rajoy llega a la Moncloa.
La lucha contra los recorte sociales y por los derechos democráticos nacionales es una y la misma, para lo cual es imprescindible adoptar una política de independencia de clase, luchando por el derecho a la autodeterminación mediante la denuncia de la demagogia nacionalista de la burguesia catalana, desenmascarando sus verdaderos intereses, y defendiendo la unidad voluntaria de los trabajadores del conjunto del Estado y Europa, vinculando las luchas contra los recortes sociales con el programa de la revolución socialista.
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Traducido de la versión en catalán de www.militant.cat
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