¡Todos a las concentraciones de protesta los días 21, 26 y 28 de julio!
El pasado 14 de julio el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya hizo público que apartir del 1 de setiembre cerrará las urgencias nocturnas en varios centros de salud del Camp de Tarragona, recortando así gravemente la asistencia sanitaria en el centro de la ciudad y en zonas obreras como Bonavista, Sant Salvador, Constantí o El Morell.
Este recorte se suma al tijeretazo del 10% en el presupuesto del Hospital Joan XXIII que está suponiendo el cierre de quirófanos, la eliminación de 44 camas, la supresión de la comida a las madres en pediatría o la reducción de personal. Frente a este estado de cosas, los trabajadores del centro, del mismo modo que sus compañeros del Hospital 2 de Maig de Barcelona (que la Generalitat pretende cerrar) llevan 14 semanas consecutivas protestando delante de las puertas del complejo sanitario, reclamando a la Generalitat que de marcha atrás en sus planes. En una infinidad de localidades de Catalunya como Terrasa, Castellbisbal, Montcada i Reixac... también está habiendo protestas del personal sanitario y de la población.
.Otra medida regresiva es el recorte del Servicio de Emergencias Médicas, que reducirá los servicios de ambulancias en 935 horas en toda Catalunya (78 en Tarragona) lo que comportará según los sindicatos un aumento del tiempo de respuesta, que se situará entre 20 y 50 minutos, amenazando los puestos de trabajo de 215 operarios del servicio urgente y 270 del no urgente
A estos recortes en sanidad hay que sumar otro duro plan de medidas contra los servicios públicos, la educación y las empresas públicas. En educación, la Generalitat ya ha anunciado que afrontará el crecimiento de la población escolar con la instalación de más barracones (18 nuevos en el camp de Tarragona). Con respecto a la universidad el Govern ha anunciado un tijeretazo del 16% , por lo que universidades como la Rovira i Virgili de Tarragona(donde el recorte es de 13 millones de euros) han previsto una redución importante en el funcionamiento de los centros, en los horarios y presupuesto de las bibliotecas, o en las becas de colaboración de los estudiantes.Al mismo tiempo se ha anunciado un aumento considerable del precio de las matrículas universitarias, especialmente las taxas de aquellas asignaturas que se repitan, lo que afecta especialmente a los estudiantes que se ven obligados a trabajar para poder pagarse los estudios y que por sus obligaciones no pueden llevar todas las asignaturas al día. Las intenciones de estas medidas son claras, elitizar al máximo la universidad.
Otro frente de los ataques del ejecutivo de Artur Más serán las empresas públicas catalanas, donde el conseller de economía prevee despedir a 1500 trabajadores entre contratos eventuales y laborales. Gisa, empresa responsable de la obra pública de la Generalitat, es de las 87 empresas afectadas, la primera en ser golpeada através de un ERE que abarca al 30% de la plantilla.
Esta oleada de recortes en sanidad, educación y servicios públicos afectan sobre todo a la clase trabajadora, a nuestros hijos y familias y forman parte de un plan más amplio ideado por los grandes capitalistas para hacer caer todavía más el peso de la crisis sobre nuestras espaldas. La generalitat y el gobierno del estado dicen que no hay dinero y que tenemos que hacer todos éstos sacrificios hasta que la economía se recupere. Sinembargo no es verdad que no haya dinero, si que lo hay, pero está en manos de los banqueros y grandes capitalistas que han acaparado la mayor parte de la riqueza en su poder, y en segundo lugar, la superación de la crisis económica es un espejismo. Es imposible reactivar la economía si los trabajadores no tenemos dinero para comprar. Todos estos recortes provocan más desempleo, más precariedad, y en consecuencia menos salarios. Aún así, ésta sólo es una parte de todos los ataques planeados por el gran capital para que paguemos los platos rotos de la crisis. Sobre la manga tienen guardadas medidas tales como: aumento drástico de las jornadas de trabajo, más recortes de salario, destrucción de servicios públicos, disminución salvaje del derecho a la educación y sanidad,etc. Lo único cierto en todo lo que está pasando es que nunca en la historia de la humanidad, los derechos sociales fueron un regalo del gran capital. Todos los derechos que ahora nos están quitando, fueron producto de la movilización de la clase obrera. Por tanto si no luchamos, no habrá ninguna recuperación de derechos. Al contrario iremos a una situación cada vez peor.
¡Todos a las Concentraciones los días 21, 26, 28 de julio!
Ante el cierre de la urgencias de los CAPs, la Plataforma en defensa de los servicios públicos (formada por asociaciones de vecinos, sindicatos y otras entidades, en la que el Sindicat d' Estudiants está integrado) junto con el movimiento 15-M ha convocado concentraciones y asambleas públicas delante de los CAPS afectados. Todas las concentraciones serán a las 20 horas: El día 21 en Sant Salvador, El día 26 en el CAP Muralles y el 28 en el CAP de Bonavista. .Estas protestas son la última acción acordada por la plataforma tras las manifestaciones masivas del 12 de Mayo y 15 de Junio que reunieron en la ciudad a 8000 y 12000 personas respectivamente.Es muy importante que todos los vecinos y trabajadores de los barrios afectados acudan a las concentraciones, para así sumar más fuerza en la lucha contra los recortes.
Ampliar y extender la lucha
Todas las asambleas realizadas en los barrios de Tarragona para explicar los recortes y promover la manifestación del 19 de junio han sido muy positivas, porque se le ha dado la palabra a la gente normal, a los trabajadores y jubilados. Seria también muy positivo que se promovieran y extendieran estas asambleas a las fábricas y centros de trabajo. Para dar un paso adelante e implicar al máximo número de trabajadores y vecinos en la difusión de la lucha, en cada asamblea se debería formar un comité de vecinos o trabajadores , formado por todos los que quieran participar en él, para contar de una forma organizada con el mayor número de manos y voces que ayuden en tareas como pegadas masivas de carteles, reparto de hojas, elaboración de pancartas, obtención de recursos económicos para financiar la lucha,etc. No basta con que las tareas las hagan los miembros de las asociaciones o de la acampada 15-M. Hay que implicar a tope al máximo número de personas. Asimismo después de cada movilización, las propuestas de la plataforma deberían ser discutidas y votadas en las asambleas, para que todo el mundo pueda participar democráticamente en la toma de decisiones.
Este método de participación parece muy lejano en el tiempo, pero fue el método del movimiento vecinal y sindical de los años 70 y 80 que permitió todas las mejoras sociales que nos están quitando, un método que dificultaba sobremanera la burocratización de los dirigentes de la lucha.
Parar el país, para parar los ataques
Para hacer frente a todos los recortes y ataques a la clase trabajadora es fundamental ampliar la movilización, elevar la presión social a un nivel superior a las manifestaciónes del 12 de mayo y 19 de junio, implicar a un mayor número de trabajadores y jóvenes en la lucha. La mejor forma de lograr esta implicación es através de una huelga general masiva que paralice que el país y una en la lucha al movimiento 15-M junto a los trabajadores de las fábricas, el movimiento vecinal y la juventud. Esta huelga sería un paso importante a la hora de aumentar la presión social y crear un clima explosivo que obligue, através de una movilización cada vez mayor a la Generalitat y al gobierno del estado a dar marcha atrás en todos los ataques. Es una tarea urgente de todos los trabajadores, movimiento vecinal y juventud, presionar a las direcciones sindicales de CCOO y UGT a que den marcha atrás en su política de "concertación social", convoquen una huelga general y devuelvan la palabra y la toma de decisiones a las asambleas.
Con esta crisis económica ha quedado en evidencia una vez más, que el capitalismo es un sistema económico organizado en función de los intereses económicos de una minoría que ha acumulado en su poder la mayor parte del capital, mientras a la mayoría de la sociedad, la clase trabajadora, se nos niega el pan y la sal. Todos los derechos que conquistaron nuestros padres y abuelos nos los están quitando, conduciéndonos a la miseria más brutal. La única manera de recuperar y garantizar el derecho a una vida digna a todo el mundo, es luchando por una sociedad realmente socialista que organice la producción, los recursos y la tecnología en función de las necesidades de la mayoría de la población, no de una minoría acaparadora de la riqueza que los trabajadores y la naturaleza generamos.
