¡Contra los recortes y la precariedad!
ELA, LAB, CCOO, STEILAS, SATSE y ESK han llamado a las y los 150.000 trabajadores del sector público de la CAPV a secundar dos jornadas de huelga: el 25 de octubre y el 19 de diciembre contra los recortes del Gobierno PNV-PSE. Esta convocatoria, junto a la multitud de conflictos y la huelga general feminista convocada en Euskal Herria para el próximo 30 de noviembre, van a significar un otoño caliente a lo largo y ancho de EH.
El PNV ya se ha apresurado a tildar a los sindicatos convocantes de impacientes y catastrofista en un alarde de provocación, señalándoles además de forma escandalosa como los responsables de la degradación de los servicios públicos.
Como antesala a esta convocatoria, el pasado 11 de octubre la UPV/EHU (la Universidad pública del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea) quedó prácticamente paralizada por el paro convocado por LAB, CCOO, Steilas y ELA. Este tuvo un seguimiento muy amplio en todos los campus y la actividad académica quedó reducida al mínimo.
La calidad del servicio y las condiciones de trabajo se hunden
Las condiciones de vida de los trabajadores del sector público han sufrido un ataque tras otro en el último periodo, especialmente tras la pandemia. El poder adquisitivo perdido por la plantilla de empleados públicos en la última década alcanza el 20%, se acumulan los convenios sin renovar, la subcontratación afecta a más de 100.000 trabajadores y trabajadoras
(de una plantilla de poco más de 150.000), mientras que, entre las contrataciones directas del Gobierno vasco, existen 58.700 trabajadores y trabajadoras con contratos temporales, lo que significa que la CAPV es la región europea con más temporalidad en su sector público[1].
Tras el esperado proceso de estabilización anunciado a bombo y platillo por el Ejecutivo, el 72% de los interinos no va a consolidar su puesto. Cabe destacar que esta precarización afecta especialmente a las mujeres. Son ellas las que soportan las mayores tasas de temporalidad, ocupan los puestos con jornadas parciales y sufren una brecha salarial del 25%. Por supuesto todos los recortes de personal y privatizaciones se utilizan como argumento latiguero para aumentar la carga de trabajo en las plantillas con un efecto muy nocivo en su salud física y mental como en el caso de los profesores de la UPV/EHU, cuyas sustituciones están retribuidas por unos míseros 800€ mensuales.
El Oasis Vasco, un animal mitológico
Esta problemática no solo atañe a las trabajadoras y trabajadores del sector público. Como no puede ser de otra manera, los usuarios y usuarias hemos visto de primera mano cómo la tijera de los recortes hunde la calidad de los servicios. Mientras los y las empleadas públicas ven sus condiciones empeorar, las colas de la atención primaria y consultas de especialista aumentan y conseguir una cita médica se vuelve más y más difícil. Por supuesto es a las mujeres de clase obrera a las que, ante el deterioro de estos servicios públicos esenciales y la falta de alternativas, se las encadena en casa para tener que asumir después de su jornada laboral los cuidados de niños y mayores dependientes. Y luego el PNV se pone el pin morado el 8M y vienen a nuestras manifestaciones. ¡Lo que faltaba!
Mientras que los trabajadores y usuarios sufrimos esta situación los empresarios vascos se frotan las manos con el negocio tan lucrativo que suponen las privatizaciones de comedores, limpieza, residencias privadas y concertadas, sanidad.... No podemos dejar sin mencionar tampoco a la educación concertada y el jugoso negocio que representa para las patronales educativas, ya sean las religiosas o las ikastolas, al tiempo que se cierran aulas en la escuela pública vasca.
Este reguero de recortes salvajes y privatizaciones a ultranza explica por ejemplo como el 23% de habitantes en la CAPV cuentan con un seguro médico privado, o como también es la comunidad con mayor porcentaje de estudiantes en la concertada[2]. Sin embargo, lejos de contratar al personal necesario, Miren Sagardui elabora un decreto para sustituir a las enfermeras por técnicos auxiliares y la dirección de Osakidetza mercadea por la puerta de atrás con nuestros datos médicos privados para vendérselos al carroñero negocio de las mutuas.
Efectivamente, el responsable de esta situación tiene nombre y apellidos, el Gobierno PNV-PSE. El mismo Gobierno responsable de la pérdida de poder adquisitivo de los empleados públicos, y de privatizar servicios como el SAD o los de limpieza. Al mismo tiempo, el PNV ha subido sistemáticamente el sueldo de sus nuevos alcaldes en localidades como en Durango, etc., de hecho un tercio de los alcaldes y alcaldesas mejor pagados a nivel estatal son del PNV[3]. ¡Esto sí que es un oasis en este desierto de precariedad! El PNV de Urkullu no tiene nada que envidiar al PP de Ayuso.
Todas y todos a la huelga. Unificar las luchas
La tabla reivindicativa elaborada por los sindicatos (reproducimos al final) no va a ser plato de buen gusto para el Gobierno jeltzale*, que no dará su brazo a torcer, así como así. El propio Urkullu mostraba su sorpresa al no entender por qué el territorio del Estado con más huelgas (en la CAPV tuvieron lugar el 51% de todas las huelgas que se produjeron en todo el Estado el año pasado), es a su vez el territorio con más subidas salariales. La respuesta es clara: la razón es precisamente porque esta subida salarial ha sido arrancada con la movilización. ¡La lucha es el único camino!
Estas huelgas y la convocatoria de huelga feminista para el 30 de noviembre es una gran oportunidad para levantar una gran movilización que ponga al PNV contra las cuerdas como hicimos en la huelga general del 30 de enero de 2020. Es la oportunidad de dar un paso adelante y unificar las distintas luchas sectoriales que se están produciendo: Osakidetza, residencias, limpieza, educación, Correos, SAD, UPV/EHU... ¡Si el responsable es el mismo, hay que aunar fuerzas para golpear lo más fuerte posible!
Para involucrar a las plantillas y extender la huelga entre ellas hay que organizar asambleas masivas, tal y como se hizo en los puntos álgidos de la lucha en el Hospital de Cruces, en las Residencias o en el SAD. También hay que unificar la lucha de los y las trabajadoras públicas con los pensionistas, con las plataformas en defensa de la sanidad y la educación, con el Movimiento Feminista de Euskal Herria y las organizaciones estudiantiles. ¡Unidas somos más fuertes!
¡Todos y todas las trabajadoras públicas a la huelga el 25 de octubre y el 19 de diciembre!
Tabla reivindicativa defendida por los sindicatos convocantes:
¡Todos y todas las trabajadoras públicas a la huelga el 25 de octubre y el 19 de diciembre!
Tabla reivindicativa defendida por los sindicatos convocantes:
-Eliminación de los obstáculos para que los salarios públicos y las necesidades de empleo público se determinen aquí sin limitaciones, sin topes salariales ni tasas de reposición disfrazadas de legislación básica.
-Aprobación de presupuestos que permitan reforzar los servicios públicos, crear y consolidar empleo público, mejorar las condiciones de trabajo y recuperar el poder adquisitivo perdido.
-Incremento salarial del 10%. Para recuperar la pérdida de poder adquisitivo de los dos últimos años y garantizar el de 2024.
-Reconocimiento de deuda sobre el poder adquisitivo perdido anteriormente y compromiso real de recuperación.
-No más privatizaciones. Y acordar la reversión de lo privatizado garantizando la subrogación de la plantilla.
-Aflorar el empleo oculto estructural y acordar los puestos a crear.
-Situar la temporalidad real debajo del 8%, tomando las medidas necesarias en los colectivos que no se dé, y acordando para ello los calendarios de OPE necesarios y las consolidaciones de los/as trabajadoras y trabajadores en los puestos cubiertos hasta ahora.
-Acordar la imposibilidad de contratar a tiempo parcial (de manera impuesta).
-Medidas para el rejuvenecimiento de las plantillas: contrato de relevo en las mejores condiciones para todos los trabajadoras/es públicos. Recuperación de las primas de jubilación y reducciones de jornada.
-Acordar medidas concretas para reducir las cargas de trabajo.
-Garantizar una formación adecuada y adaptada.
-Realizar evaluaciones de riesgos psicosociales y ergonómicos para garantizar el bienestar físico y emocional de los trabajadores y trabajadoras e introducir las medidas correctoras necesarias.
-Reducciones de jornada hacia la semana laboral de 32 horas.
-Medidas en clave de género que supongan pasos reales para la igualdad, entre ellos acordar la negociación de planes de igualdad reales y eficaces.
Los recursos públicos tienen que ser utilizados para satisfacer las necesidades sociales, no para que un puñado de parásitos engorden sus bolsillos a costa de las condiciones laborales de los trabajadores y de nuestra salud, educación, etc.
Notas:
*Jeltzale es un término con el que se denomina a los miembros del Partido Nacionalista Vasco, cuyo significado en castellano sería "partidario del JEL".
[1] La administración vasca soporta la temporalidad laboral más alta de Europa: "Hay gente que lleva así 30 años"
[2] El País Vasco, la comunidad con más porcentaje de alumnos en colegios concertados
[3] Casi un tercio de los 100 alcaldes del Estado español que más cobran pertenecen al PNV