En agosto de 2007 once votos en blanco de los doce parlamentarios del PSN permitieron que Miguel Sanz, de UPN, fuese nombrado presidente de Navarra. Esto fue pactado en Madrid, como explicamos en El Militante nº 208, y provocó una oleada de bajas en el partido, sobre todo en localidades de La Ribera donde no pactar con UPN era lo más anhelado por los militantes y votantes del PSN.

En agosto de 2007 once votos en blanco de los doce parlamentarios del PSN permitieron que Miguel Sanz, de UPN, fuese nombrado presidente de Navarra. Esto fue pactado en Madrid, como explicamos en El Militante nº 208, y provocó una oleada de bajas en el partido, sobre todo en localidades de La Ribera donde no pactar con UPN era lo más anhelado por los militantes y votantes del PSN.
El desarrollo posterior de los acontecimientos ha dado la razón a los que pensaban que el acuerdo no era sólo para la sesión de investidura, sino que iba más allá. Sólo han mostrado oposición a la política de UPN en un tema tan sangrante como que las mujeres navarras que necesiten abortar tengan que desplazarse a otros lugares del Estado, porque el gobierno de Navarra no respeta la ley y no adecúa instalaciones en los hospitales públicos de Navarra. En otros temas importantes, como por ejemplo los presupuestos de 2008, han ido de la mano de UPN, sin ningún tipo de escrúpulo.
La negociación de los presupuestos fue "modélica". Tuvieron alguna reunión, se supone en algún buen restaurante, y cuando anunciaron el acuerdo nos quedamos todos anonadados. El PSN plantea que ha sido una negociación muy complicada, que UPN no quería ceder, etc., etc. El de UPN explica cómo los negociadores del PSN han sido muy duros de convencer y bla, bla, bla.
La realidad de los presupuestos aprobados es que profundizan en la dinámica de regalar dinero a los empresarios. Disminuyen un año más el Impuesto de Sociedades (del 32,5% se pasa al 30%). De esta manera les han regalado en estos diez años cien millones de euros. La rebaja de este año supone dejar de ingresar 16,5 millones de euros. Con ese dinero se podría duplicar el número de familias sin medios de subsistencia que reciben la llamada renta básica, cuyo importe es de 5,8 millones de euros y la implantación del ciclo de enseñanaza 0-3 años de forma gratuita, ya que el coste sería de 6,7 millones de euros.
Si a esto le añadimos que sigue la tendencia privatizadora de los servicios públicos, en los que se lleva la palma el Departamento de Bienestar Social que es el que atiende a los sectores más desfavorecidos. Mientras la enseñanza pública cada día tiene más carencias, la enseñanza privada -religiosa- recibe todo tipo de ayudas, directas o indirectas a través de subvenciones. La sanidad, que no hace mucho estaba en los primeros lugares en cuanto a calidad, cada vez está peor. No se construyen hospitales pese al incremento de la población y así vemos que, mientras en la UE el número de camas/habitante es de 6,1; en la Comunidad Autónoma Vasca de 3,9, en la Comunidad Foral de Navarra es de 2,4.
Está claro que en unas elecciones  como éstas priman otros aspectos más generales, uno de los primeros el miedo a que la derecha cavernícola que nos amenaza, y de la que en Navarra tenemos un buen ejemplo, gane las elecciones, con lo que de ataques a la clase y a los derechos democráticos nacionales va a suponer. A los trabajadores no les dice nada el programa del PSOE, pero el miedo a que gane el PP puede hacer que incluso en Navarra el PSOE no sufra el revés electoral que su política de apoyo a UPN se merece.

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