El PSOE esta que se sale. Después de meses de prohibir manifestaciones de la izquierda en Madrid, criminalizar al movimiento feminista, y organizar dispositivos policiales salvajes para impedir las movilizaciones por la libertad de Pablo Hasél, no deja de explotar la veta represiva. Su "viaje" al centro no hace más que reforzar… el discurso de la ultraderecha.
Y es que la política "moderada" del PSOE no deja de asombrar. Mientras el candidato Gabilondo se suma a la campaña contra Pablo Iglesias y declara su intención de pactar con Ciudadanos, la misma formación que ha sostenido la gestión criminal de Díaz Ayuso, el delegado del Gobierno y secretario general del PSOE madrileño, José Manuel Franco, vuelve a la carga con una nueva e insultante provocación permitiendo otra manifestación fascista.
El próximo 28 de marzo se cumple el 82º aniversario de la caída de Madrid ante las tropas de Franco y sus aliados Hitler y Mussolini. Después de casi tres años de resistencia heroica, el pueblo madrileño fue sometido a una represión despiadada. Cárcel, tortura y fusilamientos a mansalva fue el precio que pagaron los trabajadores que empuñaron las armas contra el fascismo. A las mujeres luchadoras, además de esos castigos, les aguardaba también la violencia sexual promovida abierta y públicamente por los jefes del golpe fascista.
Para conmemorar y reivindicar ese período de horror, diversos grupos fascistas han convocado, a lo largo del próximo domingo 28, un "tour" por los lugares emblemáticos de la victoria franquista en Madrid. Durante horas una caravana fascista recorrerá la comunidad de Madrid, celebrando diversos actos a lo largo de su trayecto, entre los que no podía faltar una concentración en el Arco del Triunfo de la plaza de la Moncloa, una misa en el Valle de los Caídos y un acto de homenaje al dictador en el cementerio de El Pardo.
Sin duda, la posibilidad de una victoria electoral el próximo 4 de mayo y la constitución de un gobierno de ultraderecha presidido por Isabel Díaz Ayuso es un factor importante del envalentonamiento de los fascistas que los anima a llegar cada vez más lejos en sus provocaciones. Tras los elogios públicos al fascismo de Díaz Ayuso – según sus palabras, el “lado bueno de la Historia” -, tras el acto falangista de febrero en el que se reivindicó y se exaltó el genocidio nazi contra el pueblo judío, solo cabe esperar que los grupos fascistas aprovechen la alfombra roja que el delegado del gobierno ha tendido ante sus pies.
Por eso mismo, el cinismo de los dirigentes del PSOE es tan llamativo y al mismo tiempo tan deplorable. Mientras se declaran firmes partidarios de la moderación y reclaman "la política con mayúsculas", en la práctica se suman a la campaña de criminalización contra todo lo que huela a izquierda y hacen lo que esta en su mano para dejar avanzar a la reacción de derechas. Gabilondo se encuentra cómodo con Cs, Más Madrid y con su Delegado de Gobierno, pero se horroriza cuando escucha a Pablo Iglesias hablar de antifascismo.
Lógicamente está estrategia sirve a objetivos mayores. El PSOE quiere asegurar la paz social, garantizar la estabilidad qye le exigen desde el IBEX 35 y la banca. Los nuevos recortes, la contrarreforma de las pensiones, el aumento exponencial del desempleo, las colas del hambre, los desahucios… son los factores que alimentan la lucha de clases. Y el PSOE se ofrece como garantía de paz y orden, dispuesto a acallar cualquier acto o protesta que pueda servir como cauce de expresión del profundo descontento social que se ha multiplicado en los últimos meses.
Como la experiencia ha demostrado sobradamente, el ascenso del fascismo solo se frena con la movilización de masas en las calles y defendiendo un programa de izquierdas consecuente. Los antifascistas debemos romper y desafiar esta escalada represiva que se dirige exclusivamente contra la izquierda que lucha. Es hora ya de que Pablo Iglesias y Unidas Podemos saquen todas las conclusiones de estos hechos y dejen de legitimar con su presencia en el Consejo de Ministros esta deriva hacia "el centro".
Desde Izquierda Revolucionaria creemos que el único camino para derrotar a la reacción es agruparnos y organizarnos en torno a un programa que rompa definitivamente con los recortes sociales, con las privatizaciones y con el continuo retroceso de nuestros derechos. Un programa de clase, socialista y antifascista es nuestra mejor arma para impulsar la movilización social y también para intervenir en la inminente campaña electoral contra Díaz Ayuso y Vox.