“Se está haciendo un ejercicio de pedagogía por parte del gobierno, de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y otros actores, pero desde el punto de vista de Unidas Podemos lo tenemos muy claro: hay que cumplir el acuerdo de coalición”. Con estas patéticas palabras se posicionaba el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ante la subida escandalosa del precio de la factura de la luz anunciado por el ministerio de Transición Ecológica.

El recibo eléctrico, gracias a la política completamente errada de este Gobierno "progresista", se encarecerá hasta un 27% según la OCU y FACUA y afectará a millones de familias trabajadoras. El coordinador de Izquierda Unida y ministro de Consumo, y la ministra de Trabajo con carné del PCE, tragan con esta nueva barbaridad sin una sola mención a la necesidad imperiosa de nacionalizar las eléctricas.

Los acuerdos hay que cumplirlos… o no

Alberto Garzón y Yolanda Díaz dicen que en Unidas Podemos están convencidos de que los acuerdos de gobierno con el PSOE se deben cumplir. Pero la realidad es que la subida bestial de la luz, igual que muchas otras promesas incumplidas –como regular los precios de los alquileres, la derogación de la ley Mordaza o de la contrarreforma laboral– se han impuesto sin que UP oponga ninguna resistencia.

En el Punto 3.2 del Acuerdo de Coalición se recoge “Aprobación del Plan Nacional integrado de energía y clima, reforma del mercado eléctrico y bajada de la factura”. Sin embargo, la orden ministerial que establece la nueva factura eléctrica hace todo lo contrario a lo que señala el acuerdo.

La orden establece nuevos tramos horarios de consumo. Lo de siempre vamos, un auténtico timo de la estampita. La justificación de la ministra Teresa Ribera no puede ser más lamentable: adaptar la tarificación a las exigencias europeas e incentivar el ahorro a través de cambios en las pautas de consumo de las familias. Es decir, que en lugar de tocar los beneficios de las grandes eléctricas, que se han hecho de oro durante estos últimos años, la población debemos poner la lavadora a partir de las doce de la noche y no dar la luz. ¿También tenemos que cocinar a esas horas, o desenchufar la nevera? ¡“Ahorrar te será más fácil”, se atreven a decirnos! Que caradura.

Beneficios estratosféricos para las grandes eléctricas

Mientras las familias trabajadoras volvemos a sufrir la subida en nuestras facturas –no hay que olvidar que el pasado diciembre, en plena ola de frío, la luz subió un 30%–, las grandes compañías eléctricas de este país han obtenido unos beneficios récord durante el año de pandemia.

Iberdrola ha ganado 3.611 millones de euros durante 2020, un 4,2% más que lo obtenido en 2019. Endesa tampoco se queda atrás, obteniendo un beneficio ordinario neto de 2.132 millones, un 36% más que en 2019. Esta empresa prevé captar de los fondos europeos 23.300 millones, tal y como ha informado su consejero delegado.

Naturgy –la responsable del corte del suministro eléctrico en la Cañada Real– ha logrado en el primer trimestre de 2021 una ganancia de 226 millones de euros (un incremento del 13,6% respecto al mismo periodo del año anterior). Además, esta empresa será una de las grandes beneficiarias de los 140.000 millones de euros de los fondos europeos para energías renovables que llegarán de Bruselas.

Los beneficios obscenos que amasan estas multinacionales no son casuales, como tampoco que los empresarios del sector sean tratados con guante de seda por parte de todos los Gobiernos. Las eléctricas se han convertido en el retiro dorado de los políticos del sistema. Tres presidentes (Calvo Sotelo, Felipe González y Aznar), más de 20 ministros tanto del PSOE como del PP y muchos más secretarios de Estado, han terminado en los consejos de administración de las grandes eléctricas cobrando sueldos millonarios. Hoy por ti, mañana por mí.

No necesitamos “pedagogía” progre sino políticas de izquierdas de verdad

Hace cuatro años, en 2017, Alberto Garzón escribía en su cuenta personal de Twitter: “Mañana vuelve a subir el precio de la luz. La oligarquía nos mete la mano en el bolsillo y el gobierno no actúa. ¡Hay que nacionalizar!”. En enero de 2021, leíamos: “Ola de frío y otro pico de subida del precio de la luz. Hemos pedido a la CNMC que investigue si ha habido irregularidades en el mercado”. Ayer nos decía que la “pedagogía” es una medida necesaria.

¡Cómo ha cambiado el cuento! No, Alberto Garzón. No es suficiente con decir que UP quiere terminar con “los beneficios que caen del cielo”. Avalar la política del PSOE, de seguir regalando miles de millones a las empresas del Ibex35 mientras el escudo social es una migaja lamentable, no tiene nada de “comunista” ni es de izquierdas. Al contrario. Aceptar esta lógica te lleva a la complicidad con especulación de las multinacionales de la electricidad, que se lucran con la miseria de la clase trabajadora y condena a muchas familias a la pobreza energética.

No se puede permitir esta situación. La única solución posible es la expropiación y nacionalización de las grandes compañías eléctricas, poniéndolas bajo control de los trabajadores. Así se garantizaría un servicio básico imprescindible para el conjunto de la sociedad. Una actuación así contaría con el apoyo entusiasta de la mayoría. Basta de excusas, ¡nacionalización ya!

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